Sin duda la sociedad Chilena ha evolucionado respecto a la practica del deporte y el ejercicio, quizás por que hemos entendido como parte de una tendencia global, que el cuerpo hay que cuidarlo, que es un instrumento que nos permite vivir una buena vida. Si en algún momento fueron las rutinas aeróbicas, las maquinas o las pesas…
Revista Planeo Nº15 , Deporte y Ciudad, Abril 2014.
[Por Bárbara Aguirre. Arquitecto y Magister en Economía Energética. Docente Escuela de Arquitectura Universidad del Desarrollo]
Hace 20 años, jamás hubiésemos imaginado que una maratón como la que se corre cada Abril, alcanzaría una participación de los 25.500 inscritos este 2014. Este evento que logra apoderarse de la ciudad atravesando mas de 4 comunas a lo largo de las avenidas mas importantes de Santiago. Es fácil y difícil a la vez recordar la época de los 90, cuando era bien visto ser llamado trabajólico, porque la relación era, a más tiempo en la oficina, más exitoso eres, por lo tanto más feliz. Hoy casi 25 años después podemos decir que el paradigma de vida y el objetivo de alcanzar la preciada felicidad no es el mismo, los habitantes de las grandes ciudades y específicamente Santiago, buscan y valoran cada vez más las horas extras que quedan después de la jornada laboral, sea para reunirse en familia o simplemente esperando el momento en que liberan la mente y dejan escapar el estrés diario a través del ejercicios físico.
Sin duda la sociedad Chilena ha evolucionado respecto a la practica del deporte y el ejercicio, quizás por que hemos entendido como parte de una tendencia global, que el cuerpo hay que cuidarlo, que es un instrumento que nos permite vivir una buena vida. Si en algún momento fueron las rutinas aeróbicas, las maquinas o las pesas parte de la oferta de las grandes salas de gimnasio, hoy la tendencia son disciplinas que van desde el yoga, el running, hasta las mas nuevas como el bootkamp, una especie de entrenamiento militar extremo, o el cada vez mas famoso crossfit, practica que nació en 1996 en Estados Unidos y que busca a través de las coordinación física, la rapidez y la fuerza, poner en movimiento el cuerpo durante 20 muy eficientes minutos.
Pero si antes los entrenamientos se desarrollaban al interior de gimnasios, cual es la tónica hoy?, por qué cada vez aumenta más el número de corredores en las calles o pequeños grupos practicando en plazas y parques? Por qué aumentan las iniciativas de cierre de avenidas los fines de semana para promover el uso de la bicicleta y hacer deporte en familia? Es interesante a raíz de estos nuevos escenarios y comportamientos, analizar cómo la ciudad y su capacidad de generar infraestructura ha evolucionado propiciando estas actividades o cómo los ciudadanos se han tomado cada vez más la ciudad para hacer uso del codiciado espacio publico en búsqueda de un lugar para ejercitar.
Si bien es cierto que en este breve análisis podemos detectar la existencia de una infraestructura tradicional que cumple un rol específico para la práctica deportiva profesional, cabe mencionar que muchas veces el fomento a la construcción de estos espacios viene dado por la agenda de eventos masivos y de connotación internacional. En este caso, los últimos juegos sudamericanos celebrados en Santiago el mes de Marzo, dejaron un conjunto de construcciones, en lugares tan emblemáticos de la ciudad como parte del complejo del Estadio Nacional o en los terrenos de la ex toma de Peñalolén, hoy llamado Parque Peñalolén. Construcciones que esperamos cuenten con el apoyo administrativo y de autoridades para que logren mantenerse económicamente en el tiempo.
Sin embargo, estas instalaciones tradicionales asociadas al deporte son parte de un mundo bastante más grande de aficionados que practican o ejercitan tomando como infraestructura el espacio público de la ciudad. Este último grupo de deportistas no profesionales, es el que hoy de manera exponencial ha encontrado en los espacios colectivos de Santiago un lugar propicio para la práctica de innovadoras disciplinas, pero que a diferencia del deportista tradicional, buscan complementar la actividad con la vida al aire libre.
¿Es esta nueva tendencia de volcarse al exterior, la que hace del uso de la ciudad un factor atractivo, para hacer deporte? Sin duda esta es una de las motivaciones fundamentales. Lo relevante es cómo la ciudad se hace cargo de estos usuarios tan diversos que demandan condiciones específicas. Cómo es capaz el espacio publico de contener todas las acciones deportivas y no deportivas, para que exista coordinación y respeto entre ellas. Finalmente es aquí donde los parques y áreas verdes de Santiago se vislumbran como protagonistas de la respuesta a estas demandas colectivas y transversales que existen en todas las comunas.
Aquí no solo el factor espacial y condiciones del lugar son determinantes, también lo es el factor municipal y la gestión de estos espacios. Mas allá de la excelente iniciativa que significa la instalación de maquinas que nos permitan ejercitar bajo los arboles, o la programación de clases gratuitas para la comunidad, los municipios debiesen adoptar una postura mas gestora que permita promover estos espacios, bajo parámetros de lo permitido y no permitido, como parte del conocimiento colectivo de los que usamos la ciudad. Solo así seremos capaces de normar si un personal trainer que hace clases a un grupo de 5 personas puede cobrar por el uso del espacio publico como gimnasio al aire libre.
Finalmente y con el ánimo de destacar lo positivo que significa el uso de los parques y áreas verdes para la actividad física, solo resta motivar a los usuarios a que disfruten de los lugares colectivos, como parte de un todo que significa una ciudad y en pro del beneficio que significa complementar tantas y diversas actividades bajo el mismo espacio público.