Urbanismo desde las bases: ¿qué temas movilizan a la ciudadanía?

Planeo-9

[Ilustración: Fabián Todorovic]

[por Felipe Link y Carmen Gloria Troncoso]

El noveno número de Revista PLANEO se aboca a analizar el fenómeno de creciente proliferación de iniciativas urbanas que surgen desde la ciudadanía, lo que hemos llamado “Urbanismo desde las bases”.

Por organizaciones de base se entienden generalmente, las que promueven un tipo de participación fuertemente vinculada a la ciudadanía. Es decir, que en la distinción Estado – Mercado – Sociedad Civil, funcionan desde y para los intereses de la sociedad civil.

Otra forma de entender la idea de organización “de base” tiene que ver con la relación marxista entre base y superestructura, donde la base corresponde a las relaciones sociales de producción, propias del modo de producción capitalista. Desde el marxismo clásico, las relaciones sociales de base, se entienden exclusivamente en el contexto de la producción industrial. Sin embargo, ya desde F. Engels y más tarde H. Lefebvre, la noción de base se amplía al ámbito de la reproducción social, incluyendo cada vez con mayor fuerza, las contradicciones surgidas en el espacio urbano. “El conflicto de clase adquiere otro matiz en la organización social urbana, además de la vida de fábrica, en el alojamiento” (Lefebvre, 1968), donde la gran ciudad favorecería la difusión de la solidaridad y la acción política. Así, tanto M. Castells en “La cuestión urbana”, como H. Lefevbre en “El derecho a la ciudad”, señalan la importancia del rol de este tercer actor en la producción y transformación del espacio urbano. En palabras de Castells (1974), los movimientos sociales urbanos tenderían a provocar una transformación estructural del sistema urbano, apuntando a una nueva relación entre sociedad civil y Estado. Luego, el objetivo general que podría resumir a las llamadas “organizaciones de base”, tiene que ver con la idea original de Lefebvre de concretar el dominio de la libertad y la afirmación de un nuevo humanismo, un nuevo tipo de hombre para el cual y por el cual la ciudad y su propia vida cotidiana en la ciudad se convierten en obra, apropiación y valor de uso, contraponiéndose muchas veces a la dinámica estructural de la producción del espacio urbano.

Así, aunque no estamos ante un fenómeno nuevo, de un tiempo a esta parte se observa un creciente interés de la ciudadanía por manifestar su voluntad para intervenir procesos urbanos, generando iniciativas en pos de conseguir sus objetivos y donde la política institucional, como espacio tradicional de participación pública, ha perdido protagonismo. En este escenario, los “nuevos movimientos sociales” amplían los límites de injerencia política y cuestionan las formas de participación y las alianzas tradicionales (Offe, 1996). La solidaridad de los movimientos sociales contemporáneos (Melucci, 1998), estaría dada por una suerte de convergencia en un contexto de individualización y subpolitización, lo que algunos autores entienden como “la política al margen y más allá de las instituciones representativas del sistema político de los estados-nación. (…) La subpolítica quiere decir política directa, es decir, la participación individual (y colectiva) en las decisiones (…) En otras palabras, subpolítica quiere decir, configurar la sociedad desde abajo”. (Beck, 2002: 58).

¿Qué temas movilizan a las bases?P9

En este contexto hemos querido revisar los aspectos coyunturales que están moviendo a la ciudadanía a organizarse. Para ello, realizamos un primer catastro de organizaciones ciudadanas con presencia en internet[1], analizando lo que cada una declara como misión, visión y/o objetivos, entendiendo que, en general, prácticamente todas apuntan al sistema de decisiones que rige la ciudad en diferentes dimensiones. Así, cada organización aparece como una formalización de diferentes expresiones ciudadanas, motivadas originalmente en torno a algún conflicto urbano o territorial.

La diversidad de conflictos urbanos, tanto en actores, objetivos, como permanencia en el tiempo, ha sido monitoreada entre otros, por la corporación SUR[2], a través del “Mapa de conflictos urbanos en Santiago”, definidos como “acciones colectivas que manifiestan públicamente los problemas y tensiones subyacentes al modelo vigente de producción de ciudad […] donde (1) existen actores que  se movilizan frente a una determinada problemática que los afecta y que los sitúa frente a otros actores o intereses antagónicos, y (2) el contenido de su problemática es primariamente respecto a la ciudad, respecto al uso y apropiación del espacio urbano”. Si bien, no todo conflicto se traduce en un movimiento, y no todo movimiento termina en una organización de base, podemos observar cierta correspondencia entre los conflictos y las organizaciones surgidas desde la ciudadanía.

Este ejercicio ha permitido identificar tres tipos de enfoques en el universo de organizaciones catastradas: propositivo, defensivo y fiscalizador (ver Tabla n°1), principalmente, en torno a problemas de Crecimiento urbano, Uso y apropiación de espacios urbanos, Medio ambiente, Vivienda y Daños post terremoto (SUR, 2012). No obstante, a pesar de esta distinción existen cruces entre ellas y ámbitos de acción que superan la sola promoción, defensa o fiscalización.

Tabla n°1_ Organizaciones de base según Tipo de Enfoque

TIPO

Cantidad

%

Promoción

31

65%

Defensa

13

27%

Fiscalización

4

8%

Las organizaciones promotoras de iniciativas dominan el panorama, evidenciando que es una voluntad principalmente constructiva – no reactiva – la que mueve a la ciudadanía, por ejemplo, aquellas que promueven modos de transporte sustentables o iniciativas de mejoramiento de barrios. En segundo lugar se observa una relevante presencia de organizaciones de tipo defensivo, las que se caracterizan por perseguir objetivos que buscan mantener las características propias en su área de interés. Ejemplo de ello son aquellas organizaciones de conservación patrimonial. Finalmente, de manera relevante también aparecen iniciativas de tipo fiscalizador, cuyo rol es monitorear el actuar de las autoridades para asegurar el respeto de los intereses de las comunidades.

Adicionalmente se detecta la existencia de tres ámbitos de acción principales en los que se desarrolla la labor de las organizaciones analizadas (ver Tabla n°2): físico, social y político-institucional.

Tabla n°2_ Organizaciones de base según Ámbito de Acción

ÁMBITO

Cantidad

%

Físico

32

67%

Social

10

21%

Político – Institucional

6

13%

La gran mayoría de las iniciativas ciudadanas se enfocan en el ámbito físico, persiguiendo objetivos con una directa consecuencia espacial, sea ésta de tipo ambiental, barrial, patrimonial o modal. Entre ellas predomina un enfoque promotor-propositivo (ver Tabla n°3), que trabaja por construir desde cero – sin necesariamente mediar un conflicto de por medio – procesos de desarrollo urbano fundados en una visión ideal de construcción de realidad orientada al bien común.

Otra fracción persigue objetivos vinculados al ámbito social, con foco en los individuos y comunidades. Aquí se inscriben las organizaciones que promueven la participación ciudadana, la labor de ciertos sectores productivos o la defensa de derechos ciudadanos. Entre éstas el enfoque defensivo cobra fuerza hasta equipararse al propositivo, predominando demandas por mayor integración y respeto hacia los ciudadanos menos favorecidos.

Finalmente, una fracción no menor se desenvuelve en la esfera público – institucional, buscando incidir en la generación de políticas públicas y la gestión urbana. Entre ellas predomina fuertemente el tipo fiscalizador, buscando operar como “contraloría” ciudadana del accionar de los estamentos de poder.

Tabla n°3_ Organizaciones de base según Tipo y Ámbito

TIPO

AMBITO

FÍSICO

SOCIAL

POLÍTICO-INSTITUCIONAL

PROMOCIÓN

24

5

1

DEFENSA

8

5

0

FISCALIZACIÓN

0

0

5

De lo anterior podemos concluir que son los fenómenos asociados al medio ambiente urbano los que principalmente movilizan a la ciudadanía, evidenciando tanto la relevancia que las condiciones físico espaciales adquieren en la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, como el espíritu propositivo y reivindicativo que motiva la acción de los ciudadanos.

Conclusiones

La opinión general muchas veces plantea que la ciudadanía se organiza sólo de manera reactiva y ante conflictos urbanos que la afectan directamente. Sin embargo, se observa un giro hacia demandas colectivas que apuntan a una forma diferente de concebir la ciudad. En palabras de O. Mongin (2007), se trataría de la materialización, cada vez con mayor fuerza, de un imperativo político de recuperación del lugar, es decir, de la recuperación de la ciudad como una experiencia polifónica, como un lugar finito que permite prácticas infinitas.

 

Referencias

Beck, U. (2002). La sociedad del riesgo global. Siglo XXI, Madrid.

Castells, M. (2004 [1974]). La cuestión urbana. Siglo XXI, Madrid.

Lefebvre, H. (1968). El derecho a la ciudad. Ediciones Península, Barcelona.

Melucci, A. (1998). Las teorías de los movimientos sociales, en Cohen, Jean; Touraine, Alain; Melucci, Alberto y Jenkins, Craig. Teoría de los Movimientos Sociales. Cuadernos de Ciencias Sociales nº17. San José de Costa Rica: FLACSO.

Mongin, O. (2007). La condición urbana. La ciudad a la hora de la mundialización. Paidós, Colección Espacios del Saber 58. Buenos Aires.

Offe, C. (1996). Los nuevos movimientos sociales cuestionan los límites de la política institucional. En Offe, C. “Partidos Políticos y nuevos movimientos sociales”. Editorial Sistema. Madrid, España, 1996. Páginas 163-239.

SUR Corporación de estudios sociales y educación (2012). Mapa de los conflictos urbanos en Santiago. http://mapadeconflictos.sitiosur.cl/index1.php


[1] Las conclusiones de este artículo se construyeron en base a la información de las siguientes organizaciones: Andha Chile a Luchar, Arriba e’ la chancha, Asociación Chilena de Barrios y Zonas Patrimoniales, Automovilistas Unidos de Chile, Barrio Italia, Barrio Matta Sur, Barrio Viel, Bicicultura, Chao Pescao, Chiloé cómo vamos, Ciclismo Urbano, Ciclistas Furiosos, Ciclorecreos, Ciudad Emergente, Ciudad Viva, Ciudadanos por Valparaíso, Colectivo BLA!, Comuna Activa Conchalí, Coordinadora de Pobladores y Allegados de Arica, Corporación de Dirigentes También somos Chilenos, Corporación La Matriz, Cultura Mapocho, Fundación Casa de la Paz, Fundación Decide, Fundación Defendamos la ciudad, Fundación Mi Parque, Futbol más, Futuro de Curacautín, Happy ciclistas, Hecho en Casa, Inclusivo, Junto al Barrio, Mapocho 42k, Movimiento de Defensa del Medio Ambiente de La Higuera, Movimiento Nacional de Recicladores de Chile, Movimiento Pobladores en lucha, Movimiento Sur de Pobladores, Mujeres arriba de la cleta, Museo a Cielo Abierto San Miguel, Nueva Región cómo vamos, Plan Cerro, Recicleta, Red ciudadana de Villarrica, Red de Territorios Ciudadanos, Santiago como vamos, Urbankit, Vecinos Barrio San Eugenio, Vecinos por la Defensa del Barrio Yungay.
[2] SUR Corporación de estudios sociales y educación