Revista Planeo Nº2, La participación en disputa, Marzo 2012.
Como una de las personas expertas que asesoran el Plan de Regeneración del Barrio Mapocho – La Chimba, y habiendo estado en Chile muchas veces vinculada a proyectos urbanos, Dominique habla con la voz de alguien que conoce la realidad local y puede compararla con la de otros sitios. Haciéndose un momento para nosotros en su agenda, pudimos conversar de sus impresiones respecto del proyecto y de las lecciones que de él pueden extraerse para Chile y Francia.
Nos interesaría saber tu opinión acerca de qué, a partir del caso de La Chimba, ¿qué elementos ves tú que son interesantes de conocer? De la manera de hacer ese tipo de proyectos en Francia ¿qué sería interesante traer a Chile? Y viceversa, ¿qué elementos hay en Chile que son quizás distintos a lo que se hace allá, y que pueden tener un cierto valor? De manera de tener en perspectiva lo que tenemos que resguardar.
Sí, la pregunta en La Chimba es sobre la regeneración de un barrio central en un contexto de aglomeración. Central, porque es frente al centro de Santiago y se va hacia el norte, hacia el cementerio.
Es geográficamente central, pero no respecto de la organización de la ciudad. Tiene el cementerio, y otros servicios urbanos que usualmente se ubican más lejos del centro. Así, tiene un status ambiguo, de centralidad geográfica pero no de rol.
Tampoco esa centralidad se ilustra por el metro. Finalmente, tiene calidades muy distintas…cerros, cementerio, espacios abiertos muy grandes, y una de las principales funciones, el hospital. Por otro lado, tiene estas piezas muy largas, de los mercados, con sus alrededores, que también son mercado, pero de ropa, de tela, etc. Es como el gran mercado del centro de la ciudad. Con vivienda de alto valor patrimonial y, diría yo, muy degradada.
Para poner en valor un barrio así, en Francia, lo primero a considerar es su situación geográfica. La presencia del metro, la presencia de estos grandes parques que son San Cristóbal y Cerro Blanco. Se buscaría generar un movimiento habitacional, residencial, por un lado, y actividades más densas del centro por otro.
La diferencia que vemos así con la realidad chilena, y santiaguina más que chilena, es que la supervivencia del mercado y su adaptación, se da en su cambio de mercado mayorista a un mercado finalmente minorista y de clase media. En la tarde, cuando fuimos, las señoras no eran precisamente pobres. Eran de clase media y media alta.
Para nosotros es algo raro querer tomar a la clase media y hacerla ir a un barrio que está desvalorizado. Desarrollamos actividades artísticas, ponemos un equipamiento público de alta calidad, y acá yo pensé que se debía hacer lo mismo. Pero la gente ya conoce [el lugar], porque va a comprar para allá. La atracción se hace desde este mercado por toda la ciudad y todas las clases sociales, o casi todas.
Así, el lugar es conocido y no se requiere algo nuevo en términos de equipamiento. Lo que dijo la gente de La Vega es que en Francia mataron las vegas. Esa sería la diferencia. Para poner en marcha un proyecto de centro de ciudad, la primera diferencia es conservar esta Vega, pero controlar de mejor manera sus impactos negativos alrededor –ese es un proyecto de gestión-, y quizás en el tiempo un proyecto de cambio de comercio, con gestión de limpieza, y de espacio público pero adaptado al uso de los camiones de abastecimiento, no con vereditas y florecitas, pero que podría ser muy simpático de todas formas.
Un ejemplo de otras ciudades, si pensamos en Nueva York, es con el mercado de la carne. Éste se transformó, en algunas partes, en el barrio de moda. Es como una mezcla hoy día de carne y de moda, y con lugar muy caros. Restaurantes caros, hoteles, etc. Este cambio existía de antes, pero lo que le dio este desarrollo fue la Highline, el hotel que se construyó arriba. Así se desarrolló más, porque el desarrollo ya había empezado desde antes.
Yo diría que no tenemos acá una “highline”; no es la misma escala de ciudad, no son las mismas mentalidades, y los cambios que vimos en Santiago, como el mejoramiento de los espacios públicos, la atracción de la función residencial, la protección del patrimonio –que no existía quince años atrás, quizás veinte-, con mantención de la densidad residencial; transformó el centro, o más bien el pericentro.
Me parece que una manera más suave, así, de cuidar el entorno, podría ser algo que ampliaría esta frecuentación del centro más hacia el Mercado. Hacia el norte tenemos algo más clásico como situación. Cerro, espacio abierto, hospitales…la diferencia yo diría entre nuestros dos países, quizás, aunque ya no más, es que ahora los hospitales se abren a la ciudad, y la gente los quiere. Este es un muy buen punto para desarrollar vivienda cerca del cerro. Esa es una situación más clásica.
La diferencia quizás en el desarrollo de vivienda es que en Francia tenemos un vínculo quizás demasiado grande hacia el patrimonio, demasiado central. Al revés de acá. Se pone en valor el norte, se botan las maravillosas casas que existen…es una diferencia que tenemos, que ustedes necesitan cuidar, porque da una escala, si se abren los hospitales, se mejoran los espacios públicos, se atraen inversiones de vivienda, se necesita una gestión cuidadosa de apertura de las vistas hacia los cerros y de cuidado al patrimonio, sin impedir la construcción nueva.
Ustedes tienen una fuerza bastante grande, una energía de transformación de la ciudad, desde cada actor. Vimos que La Vega se adapta, negocia, discute con el Transantiago, los hospitales se abren…ustedes tienen actores activos, que quieren desarrollar algo. Quizás es por un lado una fuerza muy grande, y por otro lado conduce a los responsables del territorio –las alcaldías- a dejarlos, a hacer sin una coordinación.
La diferencia con Francia sería que cuando se toma la decisión de poner en valor 200 hectáreas de la ciudad, se arma un ente que tiene un rol de coordinación, pero también un rol de proposición. Lo que veo de útil en estas entidades es que depende de y representa a las alcaldías. Así, mantiene un diálogo permanente con ellos, en un sentido de coordinación. Porque sería una lástima que al norte se desarrolle algo, y que en el sur, por falta de diálogo –o de presión-, no se limpie, no se hagan los espacios públicos, y finalmente se divida el sector.
Involucrar una Vega a la que todos van a comprar, pero que genera molestia, va a empeorar su relación con el entorno. Yo diría que es mejor involucrarlos, y que vean bien cómo se desarrolla el norte, qué beneficio hay para ellos, qué tipo de adaptación, etc. Yo diría que una de las diferencias es que la fuerza que ustedes tienen en la acción fuerte de los actores, es que eso mimos les dificulta coordinarlos.
Y respecto del comercio particular de las Vegas, hubo un proceso de evolución. Ya que te señalaron a ti que en Francia mataron La Vega –se referían a LEAL, porque sacaron el mercado- ¿qué riesgo ves tú que en un proceso de recuperación de estos barrios, de valorización, de puesta en valor, incluso de aumento del precio del suelo, en que esa actividad se vea amenazada por expulsión?
La amenaza podría ser de dos maneras. Una amenaza de cambio de actividad comercial –que no sé si es una amenaza, porque podrían cambiarse de la alimentación hasta no sé qué, diseño, galerías de arte-, pero eso depende de las mentalidades santiaguinas, porque las galerías de esta ciudad suelen estar en el oriente.
No sé dónde está en Santiago el barrio donde se pueden abrir lugares bohemios. En París, que está consolidada, no puedes salir más en la noche tranquilo, hacer las fiestas a las seis, porque los vecinos se enojan, porque es una ciudad tan cara y los vecinos son de avanzada edad…y en otras ciudades tienes los barrios que se transforman, y van los artistas, y van las galerías, y van los jóvenes, salen en la noche, hacen ruido, nadie se enoja, porque nadie duerme allá…y poco a poco se desarrolla un barrio de jóvenes y poco a poco llegan los inversionistas, porque saben que tienen clientela.
Acá no lo vi nunca. Finalmente, es un funcionamiento diferente. Si tomamos como ejemplo el barrio universitario de Santiago, finalmente es uno de los actores con la municipalidad, con una muy fuerte orientación de la municipalidad por la preservación del patrimonio, del barrio, negociación con un sector de la actividad que es la educación, y tomaron otra forma de funcionamiento. Más allá de decir “tenemos actores involucrados en su propio proyecto”, sería también buscar y encontrar muy rápido la idea compartida por todos. El objetivo común.
¿Qué sería lo mejor para los hospitales, los inmobiliarios y La Vega? Para traerlos a un proyecto común.
¿Algunas lecciones para Francia de todo esto? Actualmente Francia conoce una crisis severa, más bien de carácter estructural; no es una crisis liviana. ¿Cuáles son las lecciones, si es que las hay, de una realidad como la chilena para una realidad como aquella? ¿Cuál sería el diálogo posible a la luz de este proyecto o de otros?
Para Francia, quizás, apoyarse más en las energías, porque sabe coordinar, pero por el momento tiene mucho involucramiento del financiamiento público. Quizás apoyarse más sobre energías privadas, y coordinarlas. Pero de coordinación sabe Francia.
Coordinar energías privadas finalmente, con objetivos de interés público, que son viviendas de buena calidad, buena calidad ambiental, menos segregación en la ciudad, y por cada proyecto una idea que lo hace existir dentro de la ciudad, porque siempre te van a preguntar ¿qué hay de nuevo? ¿qué va a aportar?
* Nombre: Dominique Petermüller
Nacionalidad: Francesa
Disciplina: Arquitectura
Dominique Petermüller es arquitecta francesa especialista en proyecto urbano y paisajismo, y académica en el área. Ha desarrollado su actividad profesional tanto en Francia como en varios países en Europa, Medio Oriente, China y América Latina. Es así como entre 1985 y 2001 se desempeña en el Atelier parisien d’urbanisme (APUR, Agencia de urbanismo del Municipio de París), y en ese contexto desarrolla varias colaboraciones internacionales. Entre otros realiza una intensa colaboración con la Municipalidad de Santiago, participando en el concurso de la Plaza de Armas (1998) y en el Estudio de desarrollo urbano y patrimonio de Santiago Poniente (1999-2000).
Entre 2001 y 2004 dirige el equipo de Taller de Proyecto Urbano en la Agencia de urbanismo de la Municipalidad de Bordeaux. Entre 2004 y 2008 se asocia con el arquitecto-urbanista Philippe Panerai (Premio de Urbanismo francés 1999). Y a partir de 2008 funda su propia oficina, ATelier Petermüller (ATP) dedicada al Urbanismo y Paisajismo. Como conocedora privilegiada del contexto urbano chileno y particularmente de Santiago de Chile, Dominique Petermüller es asesora del Estudio para la Elaboración del Plan Maestro de regeneración del sector Mapocho La Chimba entre 2011 y 2012. Es en ese contexto que ofrece la presente entrevista a principios de marzo de 2012, su particular visión y puesta en perspectiva de esta actuación con respecto al desarrollo urbano nacional en el actual escenario internacional del urbanismo.