Revista Planeo Nº13, Ciudad y Género, Diciembre 2013
Fuente: Macduff Everton© Corbis, 2001
“Mujeres en la ciudad: De violencia y derechos” es un libro editado por Ana Falu el año 2009 con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la mujer en el cono sur UNIFEM y la Agencia Española de Cooperación Internacional AECID . El libro es un compendio de artículos que relaciona la ciudad con la violencia de género y el espacio público con la convivencia.
ISBN 978-956-208-085-9
[Por Ximena Galdo]
“Violencias y discriminaciones en la ciudad”
Los artículos que componen el libro fueron el resultado de la interacción de los actores sociales a partir del programa regional “Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para todos”. Este programa plantea que las ciudades globalizadas son los escenarios en los que las desigualdades, la criminalidad y la violencia dan como resultado una vivencia de la ciudad poco homogénea, donde la violencia hacia las mujeres es central y más visible. Por ello, su propuesta es incluir los derechos de las mujeres en las políticas de seguridad ciudadana, la perspectiva de género en la planificación de las ciudades y la promoción del derecho de las mujeres en la ciudad. El programa plantea construir ciudades más inclusivas para todos comprometiéndose en la erradicación de la violencia hacia la mujer como factor central. Las reflexiones directrices del programa regional nos llaman a la reflexión sobre: ¿cuáles son los desafíos para construir ciudades sin violencia de género?, ¿Qué lecciones se tienen de la formulación de las primeras propuestas destinadas a fortalecer los derechos de las mujeres en las ciudades?
La primera parte del libro aborda cinco artículos sobre la ciudad y la violencia de género. En esta reseña se resalta el artículo “Violencias y discriminaciones en la ciudad” escrito por la editora, debido a que este artículo desarrolla el tema de la violencia de género a través del espacio público y las nuevas territorialidades urbanas en la ciudad globalizada. Estos temas aportan a una reflexión crítica sobre la planificación urbana y la inclusión de la visión de género en la misma, siendo que esta visión de género parte del imaginario urbano particular del espacio mismo se convierte en un reto y condición de diseño.
El tema transversal del artículo es la violencia urbana que impacta de manera distinta a las mujeres, ya que limita su vida en el espacio público urbano. Siendo que “el espacio urbano es el soporte físico y cultural” (Falú,2009: 16) donde se vive la violencia urbana, la perspectiva de género debe incluirse en la planificación urbana. Por ello el artículo se desarrolla en tres secciones que abordan: las transformaciones urbanas en el marco de los procesos globales reconociendo los impactos de estos procesos en el territorio y los nuevos problemas que emergen; la violencia en las ciudades con sus diferentes formas de expresión, impacto, sensibilidad y diferenciación entre hombre y mujer; y finalmente una perspectiva crítica de los temas nodales de la violencia. Así mismo esta reseña desarrolla los temas en el mismo orden.
El año 2007 a partir del informe de la UNEPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) se reconoce que más del 50% de la población es urbana. Este crecimiento de habitantes en las ciudades hizo que las mismas se densificaran, complejizaran, fragmentaran y segregaran social y económicamente hablando. Las ciudades Latinoamericanas urbanas actuales han modificado sus comportamientos sociales, el uso del tiempo, la movilidad y la comunicación. Hoy es evidente el contraste entre el atraso y la modernidad que se expresa en la revolución de la comunicación, la tecnología y el mercado.
La forma de crecimiento de la ciudad latinoamericana actual es segregativa. “El resultado de esa segregación pone en tensión la calidad de vida urbana y los derechos de la ciudadanía” (Falú, 2009: 19). Las políticas urbanas actuales que tratan la movilidad y el uso del suelo contribuyen también a la polarización social, la violencia y la desigualdad.
La violencia en las ciudades con sus diferentes formas de expresión, impacto, sensibilidad y diferenciación entre hombre y mujer es el segundo tema que aborda el artículo de Falú. Desde el reconocimiento de que la violencia se ejerce más sobre las mujeres tanto en el ámbito privado como en el público (Viena, 1993; Beijing, 1995), se ha avanzado en la instalación de la violencia de género como una cuestión pública y política.
En lo que concierne al urbanismo es importante observar como el espacio público culturalmente se considera masculino y por ello está vedado a las mujeres. Pero, ¿Por qué se encuentra vedado a las mujeres? El espacio público a partir de determinada hora pierde la vitalidad potenciadora de las inter- relaciones, de la socialización, del tejido social y del ejercicio de la ciudadanía como parte coyuntural. Por otra parte y sumada a la anterior idea, las construcciones sociales hacen que las mujeres se sientan inseguras y responsables por cualquier riesgo que puedan sufrir por transitar a horas consideradas inapropiadas en estos espacios estigmatizados. Siendo que la inseguridad cambia lo cotidiano y es un límite a la libertad. Actualmente hay dos respuestas a este temor por el espacio urbano: la creación de estrategias colectivas para no mermar la propia libertad o el retraimiento y abandono del espacio urbano.
Por ello unas reflexiones generales sobre el espacio público importantes serían: ¿Cómo se conciben los espacios públicos?, ¿Son proyectados como espacios de libertad? Según Foucault los espacios son expresiones de poder que imitan las antiguas ciudades griegas, en las que el espacio público era propicio para ejercer un “poder disciplinario”. En contraposición Habermas desarrolla la esfera pública que expresa la construcción de la ciudadanía en los espacios públicos, ya que en estos lugares se construiría teóricamente el diálogo, la democracia y hasta la confrontación. Segovia y Descal plantean que el espacio público es una construcción social y que el abandono y el retraimiento hacia áreas protegidas son procesos circulares y acumulativos que el temor refuerza.
Fuente: John Stanmeyer/VII Corbis, 2012
Finalmente el artículo nos da una perspectiva crítica de los temas nodales de la violencia urbana. Una estigmatización se refiere a la vinculación de la pobreza con la violencia, en la cual no hay una correlación clara que se constata con el ejemplo de que los países más pobres no tienen los índices más grandes de violencia. Otro nodo es la baja credibilidad en la legalidad, la transparencia y la justicia que experimentan los habitantes de la ciudad, en los que se incluye a los pobres. Los jóvenes son sujetos de sospecha y en cierta manera de estigmatización, este factor ligado con otros de pobreza, domicilio, opción sexual raza o etnia se agrava en el contexto. Los medio de comunicación ejercen influencias en los imaginarios urbanos (Silva, 1999 en Falú, 2009; 31), así también incrementa la tendencia a ver la violencia como una falta individual y no como una construcción social.
En síntesis la visión de género en las políticas públicas que ordenan y planifican la ciudad se encuentra recién construyéndose, sobre este tema existen muchas interrogantes y retos que comienzan por darnos la oportunidad para “reconstruir y repensar” el conjunto de acciones para luchar contra la violencia desde la agenda urbana en tres dimensiones: espacio público, seguridad ciudadana y género.
Referencias:
Silva, A. 1992. Imaginarios urbanos: cultura y comunicación urbana. Bogotá: Tercer Mundo Editores.
Falú A. 2009. Mujeres en la ciudad “De violencias y derechos”, LOM Ediciones. Chile.