Planeo Digital

Número 11

Política Pública y Ciudad

 Jul - Ago 2013

El diputado Patricio Hales y la Política Nacional de Desarrollo Urbano.

Revista Planeo Nº11, Política Pública y Ciudad, Agosto 2013 Patricio_Alejandro_Hales_Dibs

 Arquitecto de la Universidad de Chile y diputado del PPD por el distrito N°19 (Independencia y Recoleta). Participó desde abril del 2012 en la Comisión Asesora presidencial para el desarrollo de la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Actualmente participa de las comisiones permanentes de Vivienda-Desarrollo Urbano y Defensa Nacional. También ha sido llamado a participar de la coordinación del programa de gobierno de la candidata Michelle Bachelet en las áreas de Ciudad y Territorio.

¿Cuál fue su rol al interior de la comisión asesora?

Yo aprecio que el presidente de la República me haya invitado en abril del año 2012 a esta atractiva iniciativa en mi rol de diputado (PPD) y miembro actual de la comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano. Allí trabajamos para discutir el futuro de las ciudades nacionales, haciendo hincapié en problemáticas como la segregación. Asimismo, me reuní con otros actores que no estaban considerados en la Comisión para ampliar la discusión respecto al desarrollo de las ciudades nacionales, trabajo que se resume en un texto de 21 páginas titulado: “Una política nacional de ciudades justas y sustentables”.

¿A su juicio cuáles son las diferencias entre la Política Nacional de Desarrollo Urbano y los otros intentos que la anteceden?

Lo que existía anteriormente no tuvo tal relevancia en el territorio como se pretende en la Política Nacional de Desarrollo Urbano. Es decir, los primeros intentos bajo el gobierno de Ibáñez del Campo respondieron a los desastres producidos por el terremoto de Talca, concretado en la Ley de Construcciones y Urbanización y la Ordenanza General. Hasta entonces no ha existido lo que podríamos llamar una política de desarrollo urbano propiamente tal sino que sólo reglamentos de ordenamiento de las ciudades tanto en lo constructivo como en territorial o usos de suelo. Posteriormente bajo la dictadura hubo otros intentos de generar una “Política”, sin embargo, nunca fue una “hoja de ruta” para el desarrollo de las ciudades en nuestro país. Ya en el año 2001 y 2009 se presentaron nuevas propuestas y reformas, pero que no se concretaron como políticas. Una de las cosas que debo destacar de la Política Nacional de Desarrollo Urbano es que considera estos avances o intentos por discutir el desarrollo urbano en nuestro país.

¿Qué pasos cree usted que se deben seguir para la materialización de una política como esta?

Esto es un aporte muy valioso para el país, el que debe ser aprovechado. En ese sentido, esta es una matriz doctrinaria que establece principios fundantes para los instrumentos de planificación, para las normas, para proyectos de ley e incluso para posibles transformaciones institucionales. Si lo observamos desde otra perspectiva, lo que se publicó recientemente no tiene aplicación si no existe un seguimiento, iniciativas de ley o acciones normativas por parte del Gobierno. La Política Nacional de Desarrollo Urbano no es una ley que manda prohíbe o permite sino que esto es un vector de desarrollo, pero no es una ley que tiene imperio. De allí que es necesario que esto se traduzca en proyectos de ley, que sean discutidos en el Congreso y que el Gobierno comience a enviar sus medidas.

¿Cree usted que es momento de discutir en  el período eleccionario que se avecina los problemas urbanos? ¿Qué rol jugaría la Política Nacional de Desarrollo Urbano?

Yo he aceptado el encargo de la ex presidenta Bachelet para ser el coordinador de las temáticas de Ciudad y Territorio para su programa junto a Pablo Navarrete. Entiendo que hay que cumplir de aquí hasta octubre con un programa, el que justamente debe recoger las grandes inquietudes, preocupaciones y dramas del 90% de chilenos que viven en ciudad. Por lo tanto, lo considero una tarea extremadamente motivadora, es la candidata quien me ha hecho esta encomienda y es ella quien parte de la base de que es necesario mejorar la calidad de las ciudades. En ese sentido, me alegro que en el desarrollo de la Política Nacional de Desarrollo Urbano algunas miembros de la comisión -quienes éramos minoría- entre los que estaban Leopoldo Prat, Bresciani padre y Mathias Klotz. Fuimos unos luchadores incansables para establecer allí materias fundamentales como la equidad en la ciudad, batallar para que temas como la integración social, segregación, políticas de suelo, hayan influido de una manera clara y enfática. Logramos establecer los principios para corregir los abusos tributarios, principalmente a través de los terrenos dedicados a la “engorda”, los que terminan dañando o generando ausencia de  terrenos para la vivienda social y finalmente expulsando a los pobres a la periferia. Me siento contento por esos resultados, prolongamos el debate algunos meses hasta que finalmente logramos que la Cámara de la Construcción colocara una nota al pie con sus discrepancias hacia algunos puntos del documento. De allí que cueste tanto legislar o generar políticas urbanas, porque no son un simple tema de académicos sino que el debate normativo de ciudad expresa tremendas contradicciones con gigantescos intereses económicos. Esto ocurre hoy, en el año 1931, en la España colonial, en el Imperio Romano, es decir, desde que existen asentamientos urbanos organizados. La normativa de ciudad expresa contradicciones de intereses que se juegan en el espacio.

Fuente imagen: http://goo.gl/HCy85X