Planeo Digital

Número 56

La ciudad como derecho

Julio 2023

Entrevista a Miguel Almeyda: «Frente a la situación de pobreza que enfrentamos, nos organizamos con el fin de resolver nuestras carencias, donde cada uno colocaba lo suyo en igualdad de condiciones»

Frente a la situación de pobreza que enfrentamos, nos organizamos con el fin de resolver nuestras carencias, donde cada uno colocaba lo suyo en igualdad de condiciones

Revista PLANEO N°56 | La ciudad como derecho| Julio 2023


Por: [Gianfranco Borjas Cordero: Arquitecto egresado de la Universidad Ricardo Palma en Lima – Perú. Cursando el Magister en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente de la Universidad Católica de Chile

 

[Retatro] Miguel Almeyda Morales. Fotografía de Rafael Virhuez.

Miguel Almeyda Morales es actor, director, dramaturgo, escritor y docente, formado en la Escuela de Teatro y la Facultad de educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Ha trabajado con importantes grupos de artes escénicas como: Yuyachkani, Vichama, CIJAC, Teatre Parminou de Quebec, Odin teatret de Dinamarca y el elenco de la PUCP. Colaboró con el área social del Cirque du Soleil, en Montreal, Canadá. Ha sido miembro de la UNEQ, Unión de Escritores de Quebec, Canadá.
Creador del método MAO (Motivación Activa Orgánica) Enseña teatro para el desarrollo humano a niños, niñas, adolescentes y jóvenes en varias ciudades del país. Actualmente es director de la Escuela Itinerante de Teatro y participa en CIJAC, Casa infantil Juvenil de Arte y Cultura de Villa el Salvador como director creativo.
Ha publicado dieciocho libros en español y dos en francés: obras de teatro, cuentos, metodología, poemas, novelas sociales y policiales. Su literatura tiene como móvil las injusticias sociales del Perú, el racismo, la violencia política, la pobreza y la desesperanza de vivir en un estado continuo de crisis, donde los pobres son los mas afectados.

«Uno de los fenómenos presentes en la formación de Villa El Salvador, es la interculturalidad, generado por la presencia de personas provenientes de distintas partes del país, esto hizo que la situación de pobreza que enfrentamos, nos organice con el fin de resolver nuestras carencias, cada uno colocaba lo suyo en igualdad de condiciones.»

 

Palabras clave: Villa, Salvador, pueblo, joven, interculturalidad, identidad, organización, demanda.

PLANEO (P): Habiendo formado parte de la creación de Villa El Salvador y conocer de cerca su demanda social por el derecho a la vivienda ¿Podrías contarnos el contexto en que se gestó este movimiento social y su importancia para la historia del Perú? 

Miguel Almeyda: Consideró que es necesario entender el contexto en el que se dio el origen de Villa El Salvador, en su primer momento llamado pueblo joven, nombre característico de los asentamientos informales que aparecían en Lima. Matos Mara menciona la historia de migración del interior del país hacia Lima, entre los años 50 ‘s y 60’ s, en gran parte por la centralización de los bienes, servicios, instituciones políticas, empleabilidad y la cultura que se encontraba en Lima. Por otro lado, a finales del año 1970 el gran terremoto en Huaraz ocasionó muchas pérdidas de vidas y materiales, en este contexto se agudiza el fenómeno de migración hacia la capital.

Durante ese momento el Centro de Lima se encontraba tugurizado, habían muchas familias ocupando los cerros de San Cosme en el distrito de El Agustino, en general Lima afrontaba un déficit habitacional que se agudizaba y que generaba más informalidad. En el año 1968 se da el golpe militar por el General Velazco Alvarado, un momento histórico para el Perú ya que se instaura en el estado un sentido político nacionalista, en busqueda de construir una nueva nación con ideas afines a las políticas yugoslavas y cubanas. Considero que en ese momento nace un nuevo movimiento político de izquierda, que desarrolla y ejecuta políticas con el fin de reformar la manera en que el estado había venido administrando las actividades de agricultura, educación, acceso a la vivienda y otras demandas sociales.

En ese momento, mi familia y yo vivíamos en una casa de madera, muy pequeña y precaria, construida en la azotea de una vivienda en el distrito de Jesus María, por esto nos encontrábamos en búsqueda de una vivienda digna. En el año 1971, se dio una reunión entre traficantes de terreno y las asociaciones de personas en búsqueda de vivienda, yo pude conversar con Epifanio Perez Llarasca, él era un organizador de la asociación de personas en búsqueda de vivienda y tenían un objetivo, tomar posesión de terrenos que pertenecían al estado para ocuparlos como residencia. En este caso se tomaron terrenos frente a la urbanización de Monterrico, cerca a la universidad Ricardo Palma.

En ese conflicto, se genera una lucha por retirar a las personas que tomaron estos terrenos y se da la muerte de Edilberto Ramos. A partir de esa muerte cambia la actitud del gobierno frente a nuestras demandas y se detienen los intentos por retirarnos. La iglesia católica y sus representantes, muestran apoyo por la muerte de este joven y realizan actividades litúrgicas en apoyo a la familias y personas cercanas por la pérdida de Edilberto. Creo que este acto simbólico de reunión entre la sociedad civil y la iglesia, hizo que el gobierno del General Alvarado muestre interés en nuestras demandas, como personas en búsqueda de vivienda. Así el gobierno crea el plan de traslado de estas personas hacia el desierto de Lurín, lugar que posteriormente se conforma como Villa El Salvador.

P: Mencionas el derecho a la vivienda como la principal demanda y motivo de lucha de la comunidad de Villa El Salvador, ¿Cómo se resuelve esta demanda social en los primeros años habitando esta comunidad?  

Como toda América Latina, para los peruanos, el derecho a la vivienda siempre estuvo relacionado con la necesidad de una vivienda digna, ordenada, segura y con servicios básicos. Frente a esto, el proyecto de reubicación del gobierno, consistió en entregar lotes habitacionales de 160 m2, con un sistema de planificación que organizaba las manzanas con 24 lotes y cada 16 manzanas conformaban un grupo residencial; además, el equipamiento para cada grupo residencial consiste en: un local comunal, un local para niños y espacios deportivos como canchas de fútbol. Este modelo de planificación tuvo mucho reconocimiento e interés por más personas que se encontraban en búsqueda de vivienda, haciendo que la comunidad crezca rápidamente, expandiéndose y repitiendo el modelo de organización inicial.

Inicialmente Villa el Salvador no contaba con agua potable, servicios de transporte público, infraestructura vial y seguridad ciudadana, pasaron 5 años antes de contar con estos servicios. En un segundo momento, viene el tema de la organización comunitaria; Villa El Salvador alberga personas de distintas partes del país y mucha diversidad cultural, sobre eso se sostuvo el Sistema de Modelo de Organización Social, buscando la representatividad de los habitantes, eligiendo secretarios por manzanas para representar necesidades sobre temas como el deporte, cultura y seguridad.  Esto les permitía organizarse con otras manzanas y así en escalas más grandes, esta organización desde la autogestión mejoraba la resolución de conflictos que afectan a toda la comunidad.

Este modelo de ciudad y organización social se volvió la perla del gobierno de Velazco Alvarado, siendo el primer asentamiento de gran escala y con proyección en el sur de Lima, así fue hasta el año 1975 donde ingresó a la presidencia Morales Bermudes y sus intereses respecto a Villa El Salvador cambiaron.

Lamentablemente a la fecha no existe una política de vivienda verdadera y los intentos que los gobiernos han ejecutado, poco o nada representan frente al déficit habitacional nacional, menos aún en calidad sobre la ciudad que habitamos.

P: ¿En qué crees que radica el éxito de la planificación de Villa El Salvador durante esos primeros años?

 

«Creo que el arte y la cultura han sido elementos unificadores en Villa El Salvador, el proyecto de una ciudad con una planificación de carácter socialista, hizo que se formen líderes y discusión en torno a la utopía del socialismo»

Uno de los fenómenos presentes en la formación de Villa El Salvador, es la interculturalidad, generado por la presencia de personas provenientes de distintas partes del país, haciendo que debido a la situación de pobreza que enfrentamos, nos organizamos con el fin de resolver nuestras carencias, donde cada uno colocaba lo suyo en igualdad de condiciones. Creo que, a diferencia de los guetos en Lima que delimitan los territorios, en Villa el Salvador las personas aportan su riqueza cultural y la intercambian; por ejemplo: se heredó la minka y la reciprocidad, herencia de la cultura andina, gracias a esto se pudieron establecer jornadas para que los vecinos participen en la construcción de espacios comunales o ayudando en la construcción de otras viviendas. Creo que en la historia de formación de Villa El Salvador, todos pusimos nuestra cultura al servicio colectivo, en contraste con lo que pasa ahora con las manifestaciones de las comunidades del sur del país que vienen a Lima y no reciben apoyo.

En el año de 1983 lo que era un barrio popular, un pueblo joven, se convirtió en un distrito, el gobierno reconoce que por su tamaño y población requiere ser convertido en distrito y aunque el primer alcalde es de una postura política de izquierda, la organización comunal pierde fuerza con la aparición del municipio como ente regulador y administrador del distrito. Por otro lado, el ingreso del grupo terrorista Sendero Luminoso en el año 1983 penetra las sociedades y organizaciones comunitarias para poder ganar su guerra. Esos dos aspectos cambian la organización comunitaria y participación activa de los habitantes, sin embargo, se mantienen movimientos y espacios culturales para el arte.

P: Mencionas a la “interculturalidad” como una de las características importantes en la historia de creación de Villa El Salvador, desde tu rol de artista ¿Crees que los artistas y su arte son una forma de preservar esa historia?

Creo que el arte y la cultura han sido elementos unificadores en Villa El Salvador, el proyecto de una ciudad con una planificación de carácter socialista, hizo que se formen líderes y discusión en torno a la utopía del socialismo, ahí se gestaron grupos de personas que apoyaban la lucha contra la dictadura del presidente Morales Bermudez, recuerdo mucha educación en torno a la política y las revoluciones del mundo. En ese contexto iniciamos creando música de protesta contra la dictadura y en el año 1983 se crea el primer grupo profesional de teatro de Villa El Salvador, como parte del Centro de Comunicación Popular. En el año 1985 se estrena la primera obra de la historia del nacimiento de Villa El Salvador, “Diálogo entre zorros”, marcado por una historia política sobre el socialismo, esta obra hace 700 funciones en todo el país.

Considero que el origen de este lugar, bajo la utopía del socialismo, nos dio a todos y todas una identidad de lucha y activismo social, destacando el rol de la mujeres, de los niños y los jóvenes. A pesar de, las derrotas políticas de los grupos de izquierda en democracia, los grupos culturales se mantuvieron vigentes al no estar politizados y por no pretender tomar el poder del gobierno, sus objetivos eran generar memoria, generar espacios de reflexión y sentimiento de ciudadanía, esos objetivos se mantienen aún en el presente y dan lugar a la formación de nuevos grupos de teatro, como una acción en cadena de experiencias en torno al canto, danza y música. Villa ha tenido ese fenómeno sobre la cultura que ha generado liderazgo, ahora muchos de los líderes que iniciaron en la cultura, son líderes en otras áreas importante para la organización y planificación de la ciudad, ellos vienen ejerciendo cargos políticos y de representatividad de los ciudadanos, creo que el fenómeno cultural ha generado un fin también político.

Yo decidí estudiar teatro en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica del Perú, al finalizar mis estudios volví al barrio y formé un grupo de teatro con jóvenes, los cuales ahora han dado origen a otros grupos de teatro, como un efecto en cadena. Creo que los artistas deben conservar la memoria de las comunidades, a partir de la danza, la música, los murales y todos los productos culturales. Frente a esto creo que los artistas de Villa vienen haciendo todo por conservar su historia, memoria e identidad, pero también imaginando el futuro de Villa El Salvador.

P: ¿Crees que la historia y tus vivencias en Villa El Salvador han determinado parte de tu identidad?

Para mi la experiencia de haber crecido aquí me dio 3 cosas: 1) memoria, ser parte de la historia me ha brindando una memoria imborrable sobre la comunidad; 2) identidad, yo jamás he dicho: “soy de Lima”, siempre he dicho que soy de Villa el Salvador, para mi Lima es una ciudad que está a 20 km de Villa, esa identidad está relacionado con las formas de solidaridad de cómo se organiza y entiendo la ciudad, con los comedores populares, organizaciones de jóvenes trabajadores, de artistas comunitarios o con la parroquia, siempre he estado en algún nivel de organización comunitaria, eso me ha permitido creer en la democracia de la organización comunal; 3) solidaridad, para mi es un tema de supervivencia, la solidaridad de lo que no tengo, por eso debo organizarme con los demás para ver qué es lo que me falta, para mi la solidaridad es un modelo de, sin ningún principio cristiano, simplemente creo que si alguien no tiene, se debe compartir y yo soy solidario perse; 4) ciudadanía, cuando tienes un proyecto colectivo con miras de una ciudad justa para todos, creo que la ciudadanía resuelve los derechos y también las responsabilidades.

P: Hacia dónde crees que va el futuro de Villa El Salvador ¿Cuáles crees que son las nuevas demandas sociales? 

Tenemos muchas tareas ahora, la recuperación de la historia de la comunidad, una nueva propuesta política, la economía solidaria, la ecología, la creación de huertos comunitarios y el tema de recuperar nuestra participación política en el Perú, considerando que, actualmente las personas no creen en la representatividad de la política.

Yo he escrito una trilogia de libros que hablan de Villa El Salvador, del asesinato de Maria Elena Moyano por el terrorismo, temas muy duros hasta hoy sobre el conflicto armado interno y creo que han servido para recuperar y preservar nuestra identidad. Ahora otra vez estoy escribiendo obras de teatro sobre el barrio y mi experiencia de cómo me hacía sentir, esperando las nuevas generaciones puedan leerlas, interpretarlas y volver a vivir la historia. Tenemos a un cineasta que ha recuperado testimonios de líderes que participaron en la formación del barrio. Una de las cosas más importantes que Villa ha dejado en sus habitantes, es la memoria sobre su historia y los artistas nos hemos ocupado de conservar y preservar.

Actualmente, aún hay jóvenes que reconocen la historia de Villa y buscan preservarla, de igual manera los líderes comunitarios, escritores, grupos musicales y artistas plásticos, todos ellos son importantes porque la memoria de la ciudad se mantiene viva y se renueva con las nuevas generaciones, ahora tenemos chicos con los que he trabajado y que se están formando en carreras profesionales relacionadas al arte, la sociología, la antropología y comunicaciones. Confío firmemente que esas nuevas generaciones van a mantener la memoria de esta ciudad que apareció en un desierto y que siempre estuvo ligada a la organización social y comunitaria.