Planeo Digital

Número 49

Elites y ciudad

Septiembre 2021

Entrevista a Walter Brites: «Vinculados a la elite también aparecen otras figuras, (…) que están habilitadas para actuar en el mercado, y para producir ciudad para los sectores de mayor poder económico y político»

Revista Planeo Nº 49 Elites y ciudad; Septiembre 2021


[Por: Diego Carvajal]

Walter Brites es Doctor en Antropología Social y Master en Políticas Sociales (Universidad Nacional de Misiones). Investigador en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el Instituto de Estudios Sociales y Humanos (IESyH-UNaM). Investigador asociado a CLACSO. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Investiga sobre ciudades, políticas urbanas y ocupación del espacio, efectos de grandes proyectos de desarrollo, medioambiente y hábitat en sectores populares. Profesor de grado y posgrado en las áreas de Metodología de la Investigación, Sociología y Desarrollo Urbano-Territorial.

 

Walter Brites

Vinculados a la elite también aparecen otras figuras, las figuras de los desarrolladores inmobiliarios, empresarios de la construcción, operadores turísticos, fideicomisos, asociaciones empresariales que están habilitadas para actuar en el mercado, y para producir ciudad para los sectores de mayor poder económico y político”

 

1.- De acuerdo a su formación inicial ¿Cómo surge el interés por abordar temáticas relacionadas al territorio, y en particular en torno a la estratificación y las clases sociales en la ciudad?

Me viene el interés por esto hace unos veinte años, cuando en la ciudad donde resido, en la ciudad Posadas en el norte de Argentina, se comienzan a sufrir los efectos del Proyecto Hidroeléctrico Yacyretá (EBY), construido sobre el río Paraná a 90 km., de las ciudades de Posadas, Argentina y Encarnación, Paraguay. Estas ciudades se vieron totalmente transformadas, eran ciudades donde había una mixtura de clases sociales, sectores altos, medios y bajos conviviendo en el espacios urbanos. Pero después de estos proyectos de infraestructura y desarrollo, se tuvo que generar una revaloración urbana, un reordenamiento socio-espacial de la ciudad, ya que la ciudad quedo estratificada en términos de la ocupación del espacio urbano. Un centro urbano muy aburguesado, centralizado una nueva línea de costa en la costanera en la ciudad de Posada y Encarnación, y después una gran extensión urbana con todo un proceso de periferización, donde se extiende la mancha urbana, las políticas de vivienda y se van extendiendo las viviendas sociales y los conjuntos de viviendas para población relocalizada de estos grandes proyectos urbanos.

Después comienzo a indagar sobre la experiencia de otras ciudades y voy viendo que hay un panorama general en toda América Latina sobre estas experiencias, sea un gran proyecto hidroeléctrico, por una reposición de una infraestructura, programa de revalorización urbana, o por obras publicas y privadas que más o menos tienen los mismos efectos, generando una periferización, un desplazamiento y una revalorización. Aburguesamiento y elitización de algunos sectores de la ciudad . Así que le vengo siguiendo a este tema tanto en mi ciudad, como en otras ciudades y también compartiendo con otros colegas sobre experiencias de este tipo

 

2.- Desde el contexto de las desigualdades urbanas en la región ¿Cómo podría definirse a una elite en el contexto urbano? ¿Cuáles podrían ser los principales elementos que nos servirían para entender a estos grupos en el desarrollo de la ciudad?

Sobre teorías de la élite hay muchas cuestiones controversiales. Generalmente cuando se habla de una élite, se hace referencia a la cúpula del grupo de los ricos, un grupo muy selecto donde se imbrica el poder económico, social y político por sobretodo. Recuerdo que leí un libro de Grace Mills, es un libro viejo de los 50 y se llamaba “la elite del poder”, es un clásico ese libro donde estudia el funcionamiento de la élite norteamericana, donde se ve toda la imbricación entre los ámbitos y los miembros de una sociedad, hay ligazones de parentesco, de amistad, intereses económico y sociales. Tejen negociaciones con el poder político de turno, o sea independientemente de los gobiernos, las élites toman decisiones a las sombras de los gobiernos y de las ciudadanías. Yo creo que hoy en día, pensando a las élites que tienen las ciudades, las regiones, los países, hay varios elementos que nos permiten pensar a estos grupos, por un lado tenemos la construcción de grandes entornos embellecidos de la ciudad, grandes espacios de revalorización de lugares que son más seguros, que es donde viven los sectores sociales mas altos y donde se construyen espacios de homogeneidad social.

Cuando hablo de homogeneidad social no me refiere sólo a cuando la gente piensa en el country en que están todos viviendo ahí, sino que hay nuevas formas de construcción. Hoy en día están esas torres, estos emprendimientos residenciales que funcionan como un barrio privado, donde hay desarrollos inmobiliarios en altura, que tienen todo adentro, tienen gimnasios, salones de usos múltiples, cines, piletas, lavandería, estacionamientos de cortesía, etc. Se crea una especie de burbuja en estos grandes edificios que son lujosos, que muchas veces están cerca de la centralidad urbana o cerca del sector financiero de la ciudad, y que también son formas de pensar la acumulación de plusvalía que se generan en la ciudad.

Es decir, estos espacios de homogeneidad social sirve como criterio para pensar como la élite se repliega y se consolida. Vinculados a la elite también aparecen otras figuras, las figuras de los desarrolladores inmobiliarios, empresarios de la construcción, operadores turísticos, fideicomisos, asociaciones empresariales que están habilitadas para actuar en el mercado y para producir ciudad para los sectores de mayor poder económico y político. Y hay una cuestión interesante al menos yo lo vengo observando en la región de Argentina en donde estoy trabajando, donde hay funcionarios que devienen en empresarios y empresarios que devienen en funcionarios que son parte de la élite, y que por supuesto producen ciudad y espacio residencial.

3.- Por lo general, entendemos la “gentrificación” desde los efectos adversos que deja en los pobladores que deben salir, pero pocas veces desde las élites que se emplazan a estos territorios. Desde su experiencia ¿Cómo podríamos describir a las élites que llegan a habitar estos territorios?

 Es una buena pregunta esta, porque siempre cuando investigamos en Ciencias Sociales, en sociología urbana, siempre estudiamos de la forma más fácil y accesible que es estudiar a los pobres urbanos, pero es difícil estudiar a las élites. Hay algunos autores como Smith, para quien le resulta llamativo y acertado el planteamiento de que la “gentrificación” es más precisamente el retorno del capital a la ciudad que de personas, es decir junto con personas que ocupan unas zonas residenciales, también aparece el capital inyectando dinero, inversiones. Y concretamente las ciudades han generado y consolidado nuevas centralidades urbanas, fragmentando el espacio urbano en su conjunto, así entonces el fenómeno de la “gentrificación” también aparece de la mano de la periferización y la segregación socio-espacial de forma muy notoria y marcada.

La “gentrificación” tiene diferentes formas de aproximarse, como un proceso de transformación del espacio urbano donde hay sustitución social, inmovilidad residencial, es decir hay gente que se va y gente que viene, gente que deja algunos espacios y gente que comienza a ocupar esos espacios. Y también desde el punto de vista de las grandes élites, los grandes grupos económicos crean estos espacios para la acumulación del capital. Hay un arquitecto que hizo un trabajo muy importante en Colombia que se llama Jaramillo, el habla acerca del desarrollo de plusvalías urbanas y de rentas por monopolio de segregación, es decir, cuando los ultraricos se distancian, se diferencian en espacios exclusivos y el ingreso residencial a esos espacios tiene un plus o sobreprecio por los inmuebles.

También vinculado a esto me llama la atención y me atrae bastante unas ideas de David Harvey, él habla de la destrucción creativa y de la “acumulación por desposesión”, que son aplicables a las operatorias de cualificación urbana, los cambios en los perfiles de la ciudad, reinversión y revalorización funcional al mercado inmobiliario que genera inversión. Entonces esta noción de “acumulación por desposesión”, por un lado refiere a este proceso de desplazamiento de las fuerzas mercantilizadoras y privatizadoras que determinan la perdida de un espacio. Una desposesión y destrucción tiene una dimensión de clase, en la medida que la reestructuración urbana genera una violencia sobre los pobres, consolidando desigualdades socio-urbanas, es decir, cuando se comienza un proyecto urbano, se remodela una parte de la ciudad y los que son despojados de eso, son despojados del derecho a ocupar esas zonas de la ciudad.

Entonces hay sectores sociales que son desposeídos de la ciudad y otros sectores que acumulan esos espacios. Supongamos cuando uno piensa una familia que fue relocalizada de un lote urbano que tenía dimensiones de diez metros de frente por treinta de largo, 300 metros cuadrados, viene una torre y se construye, saca plusvalía urbana por piso a eso a una altura indefinida. Luego entran otros elementos a generar valor, la vista al río, la cuestión paisajista y medioambiental, mientras tanto el pobre ocupa otros espacios residenciales en la ciudad. Entonces la dimensión de la “acumulación por desposesión” es interesante para entender estas operaciones de reactualización urbana, llamada de “gentrificación”.

4.- Pensando en la relación de influencias entre política publica urbana, élite y mercado inmobiliario ¿Cuáles son las principales tensiones y desafíos que se deben tener en cuenta a la hora de planificar mejor nuestras ciudades?

Yo creo que hoy en día es necesario pensar a las ciudades desde las desigualdades urbanas y los efectos que estos generan, en lo que muchos llaman el “urbanismo neoliberal”. Aquí la entrada en escena del mercado torna más critica la accesibilidad al espacio urbano, cuando construye entornos urbanos residenciales, clasistas y elitistas, generalmente desfavoreciendo a los sectores populares y favoreciendo proyectos de rehabilitación y renovación urbana que reproduce estructuras urbanas precarias. Se ahonda la distancia entre clases en la ciudad, es decir, cuando se generan un conjunto habitacional en la periferia, a una o dos horas del centro urbano, se está generando una distancia física y social que obstaculiza la interacción entre las clases sociales. Esa es una gran cuestión para tener en cuenta.

Yo planteo que los valores del mercado dejan su impronta en el “urbanismo neoliberal”, generando nuevas materialidades urbanas que son residenciales, inmobiliarias, inclinadas más a la idea del consumidor que del ciudadano. De esta manera se reestructura un nuevo orden social, en donde la gran tensión tiene que ver con el “derecho a la ciudad”. Hoy muchos seminarios hoy hablan del “derecho a la ciudad” y el espacio urbano, y la producción inmobiliaria causa en este sentido un desmoronamiento del orden socio-espacial y de la planificación urbana tradicional, porque las intervenciones de este nuevo urbanismo crean y aprovechan las estructuras de oportunidades generadas en sinergia con la recualificación  del suelo urbano, es decir, la apertura de una gran intervención urbana que genera la revalorización de la tierra y una acción pública que genera conciliación con la acción privada y su actuar sobre suelo urbano.

Y acá hay una cuestión en la que me quiero detener con esta especie de planificar la ciudad al servicio de sectores más aburguesados, donde comienzan a aplicar la idea del “plan estratégico”. Suena mucho lo del “plan estratégico” que pasó a tener más importancia que el “plan maestro”, es decir, no se piensa más a la ciudad en su conjunto, en su totalidad como en otros tiempos, sino que se piensa solamente en partes. Algunos hablan de la “acupuntura urbana” o el “urbanismo a la carta”, donde se construye una parte de la ciudad para dejarla al mercado, y por tanto a las personas que tienen mayor poder adquisitivo para acceder a esos espacios. Hay una cosita en esto que uno puede a nivel ideológico pensar, porque las ciudades no sólo son materialidades urbanas, físicas, arquitectónicas, son construcciones sociales, económicas e ideológicas.

Acá hay una cuestión a tener en cuenta, que en este proceso aparece la legislación urbana y muchas veces son las élites las que transgreden la legislación urbana o más bien la dirigen o la construyen de acuerdo a sus intereses, poniendo su ideología dentro de la construcción urbana. Por ejemplo a veces se impone dentro del discurso técnico unas ideas peyorativas que construyen el habitar de los pobres conllevando potenciales acciones de desalojo, cuando se habla de “intrusos e ilegales” como una práctica de amedrentamiento legal y jurídico que vuelve más incierta la vida en algunos sectores de la ciudad.

Pero por otra parte los ultra ricos muchas veces son transgresores de las legislaciones urbanas y no son vistos como intrusos ilegales, cuando ocupan espacios físicos territoriales de distinción. Hay algunas veces en la ley Argentina, supongamos, esta el camino de sirga, son unos veinte, treinta metros de costa que deben ser públicos, sean arroyos, ríos, o el mar. Y por ahí uno ve una política urbana que va y con topadoras sacan a un asentamiento, los relocalizan, pero por otro lado vez una urbanización privada que establecieron la pileta y cerraron la salida al río, con sus propios muelles, Yate Club, y no son vistos como ilegales. Entonces se trabaja a nivel de la legislación, y los ultra ricos construyen las legislación urbana a su imagen y semejanza. Hay una selectividad en la aplicación de las normas urbanas.

5.- Pensando en el contexto de los movimientos sociales actuales y su critica al “neoliberalismo urbano” ¿Se observa algún proceso de rearticulación o deslegitimación de las élites que genere cambios futuros en la producción de la ciudad?

Esta es una pregunta bastante polémica, hay que ver desde que punto de vista. Yo creo que hay  resistencia a estas formas de producir la ciudad, pero son experiencias muy aisladas y depende de cada caso, cada país, cada región, de cada proyecto. Yo creo que la ciudadanía debe concientizarse en la construcción de un espacio urbano mas democrático, accesible e inclusivo para todos los ciudadanos. Y los movimientos sociales urbanos tienen la posibilidad de generar eso, pero yo creo que ahora están en retracción frente al avance de la ciudad  del mercado. Hay varios autores en América Latina, para mi hay uno en México que hace una observación muy importante, su nombre es Víctor Delgadillo. Para él resulta llamativo que a pesar de las características específicas que tiene cada ciudad y la orientación política de los diferentes gobiernos, se aplican las mismas políticas urbanas, planes y proyectos, más allá que las ciudades tengan un gobierno mas de derecha, más de izquierda, o de centro de izquierda, o centro derecha.

Mas o menos se viene aplicando esta misma  lógica de producción de ese orden urbano, entonces uno ve frente a esto, que es un panorama complejo que está en desarrollo y en avance. Incluso por ahí, para ser mas pesimista, la otra vez estaba viendo un documental de la cadena alemana DW  muy interesante, llamado “La lucha de la vivienda en China”, donde se cómo los sectores mas desposeídos en Pekín van perdiendo tierra frente a la demolición, la destrucción  y el avance de grandes desarrolladores que, necesita el suelo urbano para ultra ricos y para el capital. Así que ahí mi punto de vista sobre esa pregunta, no es tan optimista, creo que se necesita generar más conciencia ciudadana sobre el derecho a la ciudad, frente a esta forma de producir fragmentada y elitizada del espacio urbano.

 

Por último, si pudieras hacer un cierre de la conversación que tuvimos

Si, yo creo que la urbanización y la forma de producir la ciudad, está generando un paisaje más homologado en todo el mundo, hay un paralelismo en lo que sucede en Puerto Madero, Buenos Aires, proyectos en Río de Janeiro, Bogotá  y también en otras partes como Sydney, donde se ve el mismo proceso, la misma forma de producir ciudad. Uno ve algunos elementos, el embellecimiento estratégico o la revalorización, la cara oculta de la ciudad, también hay espacios muy degradados que no son vistos, un proceso de purificación de la ciudad, la “ciudad como marca” y como modelo de vinculación ligado a eso.

Creo que estamos asistiendo a un panorama muy complejo, donde también tenemos que ver la cuestión ambiental, porque cuando la segregación no sólo es urbana, sino de espacios de medio ambiente, los lugares más degradados y contaminados, son lastimosamente lo que ocupan  los sectores más pobres, más deprimidos, y los espacios de mayor calidad del entorno residencial, lo terminan ocupando los sectores que tienen mayor poder adquisitivo. Este tipo de desigualdad se reproduce tanto en países en desarrollo como en países en vía de desarrollo, y eso es una cuestión para tener en cuenta al planificar la ciudad y tratar de integrar un punto medio en la construcción de materialidades urbanas para la ciudad de todos.