Fronteras urbanas y territoriales

Septiembre 2016

«Valparaíso más allá de sus fronteras urbanas: movilidad peatonal y apropiación a escala humana»

La movilidad es un término que permite traspasar en los análisis las fronteras urbanas y territoriales. A continuación exponemos el caso de la ciudad de Valparaíso, que a través de la movilidad peatonal, permite reconocer la distintiva morfología de esta ciudad. Elementos peatonales que se transforman en hitos urbanos, soportes de un orden espacial y de particulares formas de sociabilidad.
Revista Planeo Nº 29  Fronteras urbanas y territoriales, Septiembre 2016.
[Por María Elisa Donoso Araya; Arquitecto PUCV, Magister en Arquitectura y Diseño, mención Ciudad y Territorio (PUCV)
Adriana Marín Toro; Socióloga, Magister en Desarrollo Urbano (UC)
María Paz Urrutia Silva; Arquitecto PUCV, Universitá degli Studi di Roma Tre, Italia]

Resumen: La movilidad es un término que permite traspasar en los análisis las fronteras urbanas y territoriales. A continuación exponemos el caso de la ciudad de Valparaíso, que a través de la movilidad peatonal, permite reconocer la distintiva morfología de esta ciudad. Elementos peatonales que se transforman en hitos urbanos, soportes de un orden espacial y de particulares formas de sociabilidad.

Palabras claves: movilidad peatonal, hitos urbanos, Valparaíso.

La movilidad es un término que permite traspasar en los análisis espaciales los límites de fronteras urbanas y territoriales; pues en los movimientos que las personas realizan cada día por distintos espacios de la ciudad, van integrando lugares, actividades y relaciones sociales (Jirón y Mansilla, 2014), que no responden necesariamente a fronteras administrativas, políticas o geográficas. Ante una dimensión multiescalar de la movilidad, en esta ocasión haremos referencia a la movilidad de menor escala, la del recorrido a pie, como aquella capaz de dar forma al espacio urbano.

Consideramos que la experiencia del peatón, en particular su movilidad, se transforma en una capacidad generativa del espacio urbano, es un conocimiento práctico como lo entiende Bourdieu (2005), es decir, un orden que viene de lo cotidiano y que se valida en la interacción social. En Valparaíso, la movilidad peatonal transgrede límites morfológicos y es “un estilo de aprehensión táctil y de apropiación cinética […] sistemas reales cuya existencia hace efectivamente la ciudad” (De Certeau, 1996, p.109).

Es así, que esta capacidad de originar un orden espacial traspasa una configuración racional y otorga formas a la existencia social, estructuras que vienen de dinámicas históricas-culturales, y que vinculadas a su propio contexto orientan esquemas de percepción y valoración socio-territorial. La movilidad peatonal revela huellas y pistas sobre los modos de habitar en el pasado que perduran hasta el día de hoy; atravesar un espacio caminable, es rememorar el origen del individuo que busca comprender el lugar que habita en relación con su entorno.

Este tipo de movilidad queda reflejado en elementos peatonales, los que quedan inscritos como obras de arquitectura en la ciudad, y su importancia radica en cómo los modos de habitar y el paisaje urbano otorgan una imagen de ciudad (Lynch, 2015), esto es, un valor social de identidad y arraigo.

En este contexto, se trata de un hito urbano que le es propio al habitante, en donde existe una relación mutua, entre lo social y el objeto. Tiene la particularidad de que además de ser referencial, es apropiado por quien lo habita. Consecuentemente, en una ciudad que se conforma a partir de la pendiente, el hito urbano goza de cierta singularidad social, espacial y cultural, que lo convierte en una imagen de identificación que construye una idea fuerza de pertenencia espacial en quien lo habita, cuestión que difiere de otras ciudades de topografía regular.

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Im1. Reconocimiento de un elemento peatonal estructurante en el Cerro Merced, Valparaíso Fuente: Maria Elisa Donoso, 2014
La imagen corresponde a una escalera del Cerro Merced, afectado por el mega incendio de abril del año 2014. Es un ejemplo que revela aquello que queda después la catástrofe: la infraestructura peatonal. Se perfila como un trazado estructurante de la ciudad, pues permite develar los elementos fundantes de la permanencia de habitar la pendiente.

Antes que una planificación o diseño urbano, es la movilidad peatonal la que se transformó en una estrategia para habitar Valparaíso, marcó señales, otorgó límites y generó hitos. El cuerpo del que habita guarda relación con el tiempo, y en Valparaíso es un tiempo caminable (Sabatini, Forno, Mora y Bustos, 2013). En ese sentido se trata de un trazado que proviene del hábito, capaz de dar forma a hitos urbanos, donde la geografía impone maneras propias de ser habitada.

Las quebradas como primer elemento constitutivo de la pendiente de Valparaíso, corresponden a un medio natural que queda inserto dentro de la trama urbana, podríamos decir a modo de parque, pero que al mismo tiempo son un soporte de la unidad habitacional.

2Im2. Quebradas de Valparaíso / Fuente: Maria Elisa Donoso, 2014
Plano general de Valparaíso y sus quebradas, que contrasta en blanco los accidentes topográficos que presenta la ciudad. Se observa cómo las quebradas se insertan y se confunden dentro del tejido urbano, son límites naturales que se sobreponen a la especialidad urbana.

En este contexto, los elementos de movilidad peatonal de los que hablamos son costuras urbanas, que permiten convivir con la pendiente y de esta manera habitar la particular morfología  de Valparaíso, transformando el aspecto negativo de estar en la ausencia de un suelo horizontal, en una virtud identitaria de esta ciudad, que es la relación constante con el paisaje (Pino, 2014).

El cuerpo se convierte en el protagonista del orden urbano, como elemento clave para entender la forma de la ciudad y su organización. La distancia entre un lugar y otro es algo que se puede contar, en el caso de las escaleras, sabemos cuántos peldaños nos separan de un lugar a otro, es una medida otorgada por el cuerpo, y que se ha quedado inserta dentro de la trama urbana. En particular estos elementos peatonales, cumplen la función de un lugar de tránsito que además de conectar, permiten la detención y el emplazamiento de las personas, y al mismo tiempo se trata de un mirador innato, cotidiano, distribuidor y articulador de las distintas viviendas contiguas.

En los cerros de Valparaíso también se reflejan cómo estos elementos dan cuenta de una voluntad de hacer accesible el territorio para romper fronteras urbanas y territoriales.

3Im3. Elementos peatonales identificados en Valparaíso / Fuente: Maria Elisa Donoso, 2015
En línea continua se destaca el área de influencia de la Conservación Histórica según el Plan Regulador de Valparaíso, y los tramos destacados corresponden a paseos y escaleras de movilidad peatonal identificados. Se clasifican en los siguientes elementos peatonales: escaleras, en pendiente, horizontales y mixtos.

Los elementos peatonales que son habituales al individuo: las quebradas, senderos, pasajes, miradores, esquinas, plazas, todos ellos serían hitos urbanos en Valparaíso. Son signos que enriquecen la vida social, proporcionando un sentido de comunicación entre comunidad y paisaje; pero su importancia, no radica necesariamente en un tamaño monumental (Lynch, 2015), sino por el sentido de identidad y permanencia que generan. En el caso de Valparaíso podríamos decir que son creadores de memoria espacial y social del lugar que se habita, particularmente en contextos que tienden a desaparecer frente a desastres naturales o descuidos humanos e institucionales; estos elementos peatonales permanecen fijos por un largo tiempo y otorgan un paisaje urbano permanente, frente a los límites de una ciudad que son variables y efímeros (Puentes, 2013).

La movilidad cotidiana del que habita en Valparaíso aprovecha estos elementos peatonales como puertas intrínsecas de sociabilidad, que en general pasan desapercibidos, pero que al reconocerlos permiten acceder a la intimidad de las formas de habitar y del trazado. Adentrarse en los hitos urbanos de Valparaíso es ingresar en el interior de la ciudad. En este sentido, es la escala humana la que revela y manifiesta un orden a quien observa y recorre, más allá de una ciudad que a primera vista parece tener una organización espontánea.

Todos los planteamientos e ideas recientes sobre los nuevos desafíos para la movilidad en las ciudades del siglo XXI apuntan tanto en Europa como en América Latina a la revalorización de la movilidad peatonal como clave del desarrollo urbano (Gehl, 2010), en tensión frente a una sociedad acelerada cuyos desplazamientos rápidos se vuelven cada vez más relevantes. Por lo tanto, el reconocimiento de los elementos peatonales como espacios urbanos-arquitectónicos y de transición, cobran sentido en las actuales ciudades, ya que son elementos que contribuyen al diseño de dispositivos de transportes que contienen, definen y permiten el habitar cotidiano.

Referencias:

  1. Bourdieu, Piere. (2005). Una invitación a la sociología reflexiva. 1a ed. – Buenos Aires: Siglo XXI Editores. Argentina.
  1. De Certeau, Michel. (1996). La invención de lo cotidiano 1. Artes de hacer. Ed. Serie el Oficio de la Historia. Editoral Universidad Iberoamericana. Instituto tecnológico y de estudios superiores de occidente.
  1. Gehl, Jan. (2010). Cities are for people. Washington: Island Press.
  1. Jirón, Paola, & Mansilla, Pablo. (2014). “Las consecuencias del urbanismo fragmentador en la vida cotidiana de habitantes de la ciudad de Santiago de Chile”. EURE (Santiago), 40 (121), 5-28. https://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612014000300001
  1. Lynch, Kevin. (2015). La imagen de la ciudad. Barcelona: Editorial GG.
  1. Pino, Andrea. (2014). Quebradas de Valparaíso: memoria social autoconstruida. Santiago de Chile: Gráficas LOM.
  1. Puentes, Mauricio. (2013). La observación arquitectónica en Valparaíso, su periferia efímera. Valparaíso: Ediciones Universitarias.
  1. Sabatini, Francisco; Forno, Stefanía.; Mora, Pía; Bustos, Marco. “Valparaíso: cerros de gente, cultura de diversidad”. (2013). En Sabatini, Francisco, ed.; Wormald, Guillermo, ed.; Rasse, Alejandra, ed. y Trebilcock, María Paz, ed. Cultura de cohesión e integración social en las ciudades chilenas. Santiago de Chile: Colección Estudios Urbanos UC, pp. 174-204