Revista Planeo Nº 55 | Territorios Ferroviarios| Abril 2023
Puesta en valor del ferrocarril Antofagasta Bolivia
Visión Patrimonial de FCAB
[Por: Jaime Henríquez Valenzuela. Gerente de Sustentabilidad y Desarrollo Territorial de FCAB. Abogado de la Universidad de Chile y Magíster en Desarrollo Urbano y Gestión Ambiental, en donde desempeñó su tesis en Patrimonio Ferroviario. Postítulo en Antropología Jurídica y Derecho Indígena]
Resumen
FCAB busca activar y valorar los recursos patrimoniales ferroviarios a partir de una gestión participativa y colaborativa, con el fin de integrarlo a la vida urbana a través de un uso permanente y cotidiano, en las 5 comunas de la Región de Antofagasta en las que opera la compañía.
Palabras clave: Desarrollo, Legado, Historia, Patrimonio material, Patrimonio inmaterial, Ferrocarril.
El Patrimonio ya no es considerado solo como símbolo de conservación de los vestigios del pasado. Hoy se alza como una herramienta poderosa de redes integradas. Ya no es suficiente solo resguardarlo, se requiere vivirlo, activarlo y regenerarlo a través de su uso cotidiano y ciudadano, lo que requiere una gestión participativa y colaborativa de sus protagonistas.
El Ferrocarril de Antofagasta constituye un testimonio de los elementos patrimoniales con que cuenta la región y la dimensión internacional que caracterizó a la industria del salitre en el norte del país. En la actualidad, aún existen barrios e inmuebles que dan cuenta de la vida que transcurría en aquellos tiempos del salitre y luego con la industria del cobre.
Con orgullo, FCAB cuenta con una de las estaciones mejor conservadas del patrimonio ferroviario chileno, y eso es lo que deseamos para el resto de las instalaciones patrimoniales de la región. Por lo anterior estamos trabajando basándonos en la Estrategia de Patrimonio de FCAB, que busca activar y valorar los recursos patrimoniales ferroviarios a partir de una gestión participativa y colaborativa, con el fin de integrarlo a la vida urbana a través de un uso permanente y cotidiano, en las 5 comunas en las que operamos. Esto lo hacemos a través de tres ejes estratégicos:
- Activos Ferroviarios: Busca desarrollar planes de activación, revitalización y rescate de inmuebles patrimoniales. (material rodante, edificios y estaciones) (Ej. Ex hospital inglés)
- Patrimonio y territorio: Plantea rescatar y proyectar los valores ferroviarios (compromiso con la sustentabilidad), que forjaron a las ciudades e identidades barriales de los territorios donde somos parte.
- Educación y fomento cultural: Posicionar a FCAB como un actor regional que apalanca la formación escolar, los desafíos sociales, culturales, productivos y tecnológicos de la Región de Antofagasta.
La historia de la Región de Antofagasta está profundamente conectada con FCAB y sus 134 años de trayectoria. El tren nace como medio de transporte y es parte de la cadena logística para el desarrollo económico de la región, la industria necesitaba un medio para sacar su producción y las ciudades se formaron y crecieron en torno a las instalaciones ferroviarias.
El crecimiento de la actividad ferroviaria y portuaria trajo consigo el desarrollo que necesitaba las ciudades para erigirse como capital minera de Chile. El paso del tren acarreó consigo no solo la riqueza del mineral, sino que también se transformó en un motor de construcción social, que llenó de vida a la zona.
Este desarrollo se transformó no solo en la cara de las ciudades, sino también es parte de cada una de las vivencias de los hombres y mujeres que, con su esfuerzo, construyeron el ferrocarril que es hoy, dejando un gran legado en la identidad en cada uno de los territorios en donde operamos.
Para el Ferrocarril el patrimonio es la huella que ha dejado en el territorio y en las personas que han sido parte del crecimiento de nuestra región. Un legado que se ha traspasado de generación en generación.
Para quienes vivimos en la Región de Antofagasta es común encontrarnos con variados elementos físicos que son parte de la historia y que se asocian a la actividad propia del ferrocarril, como lo son las estaciones de trenes, maestranzas, talleres mecánicos, grúas, cocheras, parrillas de líneas férreas, acueductos e inmuebles patrimoniales.
Algunos ejemplos de ello:
- La Estación de FCAB: Construida entre 1885 y 1887, ubicada en calle Bolívar, fue Declarada Monumento Histórico Nacional por Decreto Supremo N° 74, el 12 de enero de 1981. El edificio tiene con un balcón corrido que permite comunicar sus distintas dependencias, en donde actualmente funcionan las oficinas administrativas. Lo rodean casas de estilo inglés y conforman el edificio del FCAB.
- Coche histórico N°48: Fue reacondicionado por FCAB e instalado en la comuna de Sierra Gorda. Entre 1907 y 1940, el FCAB contaba con vagones destinados a transportar pasajeros de primera clase, que luego pasaron a ser parte del patrimonio ferroviario.
- Locomotora 34: Del año 1927 (restaurada el 2004), diseñada en Mejillones por los ingenieros británicos Hilary Hood y Eduard Gerrard. El año 1927 la fabricó North British Locomotive & Co LTDA en Glasgow, Escocia. Prestó servicios desde los años 1927 a 1962 entre Antofagasta y las fronteras con Bolivia y Argentina. Finalmente, el año 2004 fue reparada y puesta en servicio para viajes especiales. La cual hoy se encuentra en un nuevo proceso de reacondicionamiento.
- Ex Edificio Patiño: El edificio ubicado en la calle Washington 490, colindante al ex Banco Mercantil de Bolivia, forma parte del Barrio Histórico de Antofagasta y es reflejo de lo que fuera la época de auge experimentado por la ciudad, en el marco de la economía salitrera. Aunque no existen datos concretos sobre su edificación, se estima que data de la década de 1920, coincidente con las obras del edificio del ex Banco Mercantil de Bolivia. Fue declarado Monumento Histórico en 1991 por sus méritos arquitectónicos y por conformar, junto al edificio del Ex Banco Mercantil de Bolivia, una perfecta unidad estructural que enriquece el patrimonio cultural del Barrio Histórico.
- El Paseo Estación en Calama: Ubicado en pleno centro de Calama, constituye un espacio de encuentro para la comunidad, integra rieles, durmientes, una tornamesa, un mini museo y coches restaurados y habilitados para que emprendedores de la zona puedan dar muestra de sus creaciones.
- Viaducto de Conchi: Se encuentra ubicado aproximadamente a 66 kilómetros de la ciudad de Calama, a una altura de 3.048 metros sobre el nivel del mar, y fue construido entre los años 1886 y 1888 por la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta. La construcción de este bien se enmarca en el desarrollo de la minería en la Región de Antofagasta, que desde mediados del siglo XIX generó un crecimiento económico sin precedentes para el país apoyado necesariamente por un sistema de transporte como el ferrocarril, que permitía desplazar grandes cantidades de material desde su lugar de extracción a las plantas de refinerías y “oficinas” y desde allí a los puertos en donde se embarcaba para ser distribuido al resto del mundo. Fue declarado Monumento Histórico a través del Decreto N.º 156 en el año 2015.
- Ex – Hospital Inglés: Conocido como Ex colegio inglés o Ex Colegio Antofagasta, fue inaugurado en 1907, su servicio médico iba dirigido inicialmente a los funcionarios de la compañía ferroviaria, siendo el primer hospital “moderno” con el que contó la ciudad, a partir de ese momento y fue conocido en aquel entonces como el Hospital Inglés de Antofagasta. En 1926, los niveles superiores fueron reacondicionados y convertidos en las dependencias educativas del Antofagasta British School, el célebre Colegio Inglés de la ciudad, disponiendo sus salas para los hijos de los ejecutivos de la Compañía de Ferrocarriles y algunos de la colonia británica en la ciudad. Actualmente, a través de un trabajo colaborativo, se entregó a la Sexta compañía de Bomberos, Bomba Ferrocarril, en una asociación pública-privada que busca volver a dar vida al edificio a través de la habilitación de un nuevo cuartel para la compañía y espacios de uso público.
Para FCAB el trabajo mancomunado con la comunidad, trabajadoras y trabajadores, es clave, pues son el espíritu de todas las iniciativas que tengan como objetivo reactivar y poner en valor los espacios patrimoniales.
Con ellos seguiremos construyendo valor, porque tenemos un testimonio vivo, que es nuestro patrimonio material e inmaterial, y que habita en el norte de Chile. Es el propio territorio y nuestra gente quienes narran cómo fue la vida a la usanza de las salitreras y el nacimiento de las localidades adyacentes a la línea del tren.