Revista Planeo Nº 40 Ciudad Informal, Junio 2019
[Por: Gina Rivera Torres, Arquitecta, Magister en Desarrollo Urbano por la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Erick Renato Serrano Fernández de Córdova, Arquitecto, Magister en Asentamientos Humanos y Medio Ambiente por la Pontificia Universidad Católica de Chile]
Resumen: Las ciudades ecuatorianas han experimentado en las últimas décadas fuertes procesos de informalidad en la ocupación del suelo, que ha derivado en importantes inequidades socio-territoriales. En Cuenca esta problemática ha comenzado a tomar vital relevancia en las últimas décadas, donde junto con el acelerado crecimiento urbano se ha producido una importante reproducción de los denominados “asentamientos de hecho”, donde paulatinamente las intervenciones realizadas por las administraciones de turno, han legitimado una ocupación que lejos está de alcanzar el “Buen Vivir” o el anhelado “Derecho a la Ciudad”.
Palabras claves: asentamientos informales, derecho a la ciudad, informalidad.
Im. 1. Asentamientos informales emplazados en áreas de riesgo en la ciudad de Cuenca.
Fuente: Erick Serrano, 2018
En las últimas décadas por su rol de mediación e intermediación urbana y territorial, así como por sus estándares urbanísticos, la ciudad Cuenca se ha convertido en un referente para la región; permitiéndole inclusive a nivel Latinoamericano posicionarse como uno de los modelos de desarrollo para ciudades intermedias. Ello la ha convertido en un polo de atracción de un importante número de personas; quienes en su necesidad de “tener un techo”, han dado lugar a acelerados procesos de ocupación formal e informal. Si bien, estas segundas ocupaciones difieren en número, tamaño e intensidad respecto de las grandes metrópolis como Guayaquil y Quito; no dejan de ser preocupantes los problemas socio-territoriales, ambientales, políticos y económicos que de ello se deriva.
Con la promulgación de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial Uso y Gestión del Suelo (2016), la informalidad en la ocupación del suelo ha tomado especial relevancia en la ciudad y en general en el Ecuador, al establecer la obligatoriedad de los Gobiernos Autónomos Descentralizados municipales o metropolitanos la gestión de los denominados “Asentamientos de Hecho”[1]; mismos que en Cuenca a más de situación “ilegal” se caracterizan por la manera improvisada y orgánica de ocupación principalmente de áreas en riesgo por pendientes que superan el 50%, áreas de inundación, de inestabilidad y en márgenes de protección de ríos y quebradas; donde la accesibilidad y conectividad son deficientes, los equipamientos comunitarios, espacios públicos e infraestructura en general son limitados y en los casos más comunes, éstos simplemente no existen.
Como señala Abramo (2012) estos asentamientos son resultados de la “lógica de la necesidad”, pues para la población de clase baja, la ocupación informal se ha convertido en casi la única solución para adquirir suelo a bajo costo y acceder a la añorada vivienda propia, que bajo regímenes legales como el incentivo a la vivienda social promovida por el gobierno desde los años 90, ha sido prácticamente imposibles de alcanzar. Primero porque los costos de las viviendas superan la capacidad de pago, y segundo porque las soluciones habitacionales se ubican en las áreas menos deseadas por el mercado, lejos de las zonas de empleo y estudios (Mena, 2010); lo que acentúa las inequidades socio-territoriales y fomenta la segregación socio-espacial.
Varias administraciones en su intención de mejorar las condiciones de habitabilidad de estos asentamientos, han emprendido proyectos principalmente dirigidos a la dotación de infraestructura básica, mitigación de riesgos y mejoramiento de la accesibilidad; pero que, al no ir acompañadas de una visión de integración urbana, ambiental y social; se han convertido en soluciones paliativas que, a más de favorecer la reproducción de estos asentamientos; han fomentado la inserción a un “mercado informal del suelo” (Jaramillo, 2008); que ha impulsado a sus habitantes a exigir paulatinamente al Estado la legalización de su situación, así como sus derechos a los servicios y demás oportunidades que brinda la ciudad; lo que ha conllevado importantes costes económicos, sociales, y ambientales.
Lo que han hecho las administraciones de turno con este proceso, es legitimar esta ocupación que transgreden todo lo establecido en las normativas vigentes y sobre todo en el modelo de territorio que se persigue; lo que ha derivado en una reconfiguración morfológica acompañada de una reorganización social (Torres, 2018); que en el caso de Cuenca, ha pasado de estar caracterizada por una heterogeneidad de estratos socio-económicos a evidenciarse en mayor grado, áreas completamente segregadas con importantes conflictos de inequidad.
Intervenciones que finalmente ponen en evidencia las visiones neoliberales que imperan al momento de actuar sobre estos asentamientos, y que no son más que la aplicación de las ideas impuestas por De Soto y generalizadas para todas las ciudades latinoamericanas desde la publicación del aclamado libro “El otro Sendero” (1987), en donde la informalidad no es concebida como un atraso, sino por el contrario, es una “solución” para las ciudades; al contribuir a una verdadera economía de mercadeo.
Planteamientos que tal como lo expone Pradilla (1995) han sido ampliamente criticados por diversos investigadores latinoamericanos, principalmente por su carácter “encubridor e ideológicamente burgués” (p. 7); que niega deliberadamente las verdaderas razones de ser de estos asentamientos, evidenciado con ello la incapacidad estatal para brindar condiciones de vida digna a los sectores más pobres.
Para Cuenca la informalidad en la ocupación del suelo se ha convertido en su talón de Aquiles, pues siendo una de las ciudades pioneras en los procesos de planificación urbana en el país iniciada en los años 40; la complejidad que conlleva el crecimiento urbano ha puesto en evidencia las limitadas herramientas de planificación y gestión urbana, la visión neoliberal que impera en las intervenciones, pero sobre todo, deja ver el grado utópico que tiene el concepto del “Derecho a la ciudad” promulgado en la carta magna del Ecuador (2008); pues en los últimos años, más allá de su mera declaración en los modelos territoriales, objetivos y visiones, éste no han logrado ser territorializado.
Si bien es cierto que las ciudades se construyen a través de narraciones, historias y visiones de un futuro sostenible, siendo prácticamente la imagen que se “vende” al resto del mundo; parte de entender la complejidad urbana, es reconocer que existen procesos que superan estos imaginarios y que requieren ser visibilizados, reconocidos y aceptados. En este sentido, es necesario como apunta Torres (2018), abordar la informalidad urbana como un modo de urbanización que existe y seguirá aumentando en el mismo grado e intensidad, de no encontrar los mecanismos que permitan, desde la planificación y gestión urbana, dar una solución real a los conflictos socio-territoriales.
Dejar de negar ese otro lado de la moneda, el de los asentamientos informales tildado como la “no ciudad”; es el primer paso que debe dar Cuenca, para alcanzar un crecimiento urbano sostenible y amigable con todas las formas de habitar la ciudad.
Bibliografía:
Abramo, P. (2012). La ciudad com-fusa: mercado y producción de la estructura urbana en las grandes metrópolis latinoamericanas. Revista Eure, 38(114), pp. 35-69
Escoffié, C. (2018). Mitos sobre la población en asentamientos informales. Recuperado Mayo 2019 de: https://www.animalpolitico.com/columna-invitada/prejuicios-sobre-la-poblacion-en-asentamientos-informales/
Harvey, D. (2007). Espacios del capital. Hacía una geografía crítica. Barcelona, España: Akal.
Jaramillo, S. (2008). Reflexiones sobre la “informalidad” fundiaria como peculiaridad de los mercados del suelo en las ciudades de América Latina. Territorios, (18-19), pp. 11-53.
Morales, J. (2016). Informalidad y Derecho a la Ciudad en Ecuador. Recuperado Mayo 2019 de: http://investigaciones.puce.edu.ec/handle/23000/966
Pradilla, E. (1995). El mito neoliberal de la informalidad urbana. Recuperado Mayo 2019 de: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Ecuador/ciudad/20121009040840/mito.pdf
Torres, D. (2018). Informalidad urbana en la era neoliberal ¿Una categoría en crisis? Recuperado Mayo 2019 de: https://www.researchgate.net/publication/332448963
[1] Art. 74 Asentamientos de Hecho: están conformados de lotes subdivididos sin autorización legal, consolidado por los posesionarios que no cuentan con título de propiedad individual, encontrándose en una situación irreversible y que necesitan legalizar la tenencia de la tierra y el desarrollo de obras de infraestructura; y no están dentro del margen y normas establecidas por las autoridades encargadas del ordenamiento territorial.