Mega Urbanismo

Junio 2018

«Fábrica de ciudades: de la fábrica 420 a ciudad 24»

Revista Planeo Nº 36  Mega Urbanismo, Junio 2018


[Por Edna Rojas; Magíster en Desarrollo Urbano por la Universidad Católica de Chile]

Película: Ciudad 24
Dirección: Jia Zhangke
Año: 2008

Resumen

Bajo un formato de documental y grandes dosis de sensibilidad, Jia Zhang-ke expone el costo social de los cambios que aborda China en la actualidad a través de entrevistas a trabajadores reales de la antigua fábrica 420; un recuento de experiencias que los unen emocional y materialmente a la planta. Abarca tres generaciones: los cincuenta, momento de arribo de la fábrica en Chengdu; finales de los setenta, década en la que la producción aeronáutica decae; y el presente, momento crítico en el que la fábrica es vendida a una empresa inmobiliaria para promover la rehabilitación física y económica del lugar.

Palabras Clave: Ciudad industrial, Globalización, Destrucción creativa

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La película Ciudad 24 expone las situaciones generadas alrededor de la desmantelación de una fábrica obsoleta de componentes aeronáuticos para dar paso a la construcción de un complejo residencial, de oficinas y servicio de alta gama sobre los restos de la Fábrica 420 del Grupo Chengfa. Este lugar fue hogar de quienes en 1958 fueron trasladados a Chengdú desde muchos lugares del país para crear de la nada una ciudad industrial, para posteriormente ceder paso a la especulación inmobiliaria y los servicios financieros en un contexto de globalización y apertura económica que poco espacio deja para los habitantes tradicionales de la antigua ciudad industrial.

Al fin de la guerra civil china y como parte de una estrategia militar y política para preservar la fuerza de la nación y alejarse de la vulnerabilidad de la tierra costera, se inicia un proceso de migración de la industria pesada hacia el oeste del país y la construcción de más de 640 fábricas en una región remota y montañosa. Bajo el modelo de una economía planificada, y con la inversión de más del 80% del presupuesto nacional, Chengdú se logró posicionar como el comando central de la región suroeste, consolidando una fuerte industria aeronáutica albergada en talleres de gran escala que conformaban la Fábrica 420.

Este proceso de industrialización acarreó grandes obras de ingeniería e infraestructura que soportaba una amplia demanda de operarios y materiales. El sistema de operación especializado e intensivo logró rápidamente una gran rentabilidad, los operarios y sus familias recibían prestaciones sociales y beneficios como áreas residenciales, calefacción, educación, clubes de ocio, pensiones, hospitales y empleo permanente. La fábrica 420 funcionaba como un microcosmos autosuficiente, una ciudad dentro de la ciudad, en el que la vida diaria de los empleados y su familia se desarrollaban plenamente; sus vidas estaban indisolublemente ligados a la ciudad industrial.

Años mas tarde, y tras el fracaso de las fuertes medidas socialistas, el país comienza a enfrentar una profunda crisis desencadenando conflictos internos y como resultante, un estancamiento económico y una industria cada vez menos rentable. Tras la obsolescencia de la industria pesada armamentista se evidencia la transformación de la fábrica 420 hacia una industria ligera orientada a generar productos de consumo manufacturados; incorporándose nuevos métodos de trabajo intensivo (acotados a tiempos semi-globalizados de productividad horas hombre), como también los primeros indicios de la exportación en masa. Atestiguándose así la entrada de la nueva fábrica 420 en Chengdu, y de China al mercado global.

Paulatinamente se establece una apertura económica general, que logra el establecimiento de regiones económicas especializadas para captar la inversión extranjera, principalmente atraída por la mano de obra barata. En este contexto, la apertura al capitalismo global, así como la progresiva financiarización de la economía de la mano de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), condujo a una sostenida pérdida de competitividad de la Fábrica 420 de Chengdú que finalizó en su inminente cierre.

La clausura de la fábrica 420, escenario y punto neurálgico de la ciudad industrial, trajo consigo insoslayablemente el fin de un estilo de vida sostenido a lo largo de varias generaciones de habitantes, para quienes la fábrica y su ciudad asociada constituyeron los límites de la cotidianeidad en todas sus aristas: trabajo, ocio, educación, relaciones sociales, etc. El cierre de la fábrica condujo a la relocalización de su población y la inminente reconversión de sus terrenos para otras actividades, principalmente el desarrollo inmobiliario (y posterior especulación asociada al mismo) a través de fuertes procesos de destrucción creativa, alejándolos de la posibilidad de mantenerse en su ciudad, toda vez que la modernidad que se abre paso no permite lugar para ellos.

Chengdu City aún se encuentra en expansión, la fábrica 420 se ubicaba en el centro de la ciudad vieja la cual ya no es una zona adecuada para una fábrica (…) Pronto, una moderna zona residencial de viviendas denominada “Ciudad 24” se levantará en este lugar. La fábrica 420 utilizará las ganancias de esta venta para modernizar su tecnología, lo que asegurará que la industria aeronáutica será pionera en los próximos 50 años – (Zhao Gang en City 24, 2008)

Lo que el documental “Ciudad 24” indica, más que la caracterización precisa de cierta forma de industria es el proceso de evolución social y territorial durante el momento de destrucción creativa, la transformación del ambiente construido. Lo trascendental del relato es principalmente el componente humano o costo social existente como consecuencia de cada una de las macrodecisiones políticas o económicas del país en general, o bien de las estructuras financieras globales. Dentro de estas irrupciones consecutivas a la vida cotidiana, lo que en general persiste es el sentido de arraigo de la población al territorio, incluso ante la demolición física de un pasado común.