Ciudades Inclusivas

Junio 2017

«¿Para quién se construye la ciudad?. Cities for people»

Revista Planeo Nº 32  Ciudades Inclusivas, Junio 2017


[Por Fernando Narváez Rodríguez Estudiante Magíster Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, Universidad Católica de Chile]

Título del Libro: Cities for people
Autor: Jan Gehl
Año: 2010

RESUMEN

Las ciudades latinoamericanas actuales se encuentran bajo un patrón de ‘ciudades 3D’: distantes, dispersas, y desconectadas. Con la consolidación del automóvil como principal medio de transporte, se potenció la localización de asentamientos humanos cada vez más lejanos a los centros urbanos. Generando un aumento del desplazamiento y la dispersión de las familias hacia las periferias. En este contexto se enmarca el libro “Cities for People” de Jan Gehl, en un esfuerzo de recuperar las ciudades para las personas. Un empoderamiento de la sociedad sobre lo urbano.

Palabras clave: Ciudades 3D, dimensión humana, inclusión

Cities for people

Im 1. Portada del Libro

Las ciudades latinoamericanas han pasado de ser pequeños núcleos urbanos a convertirse en grandes centros urbanos o también conocidos como metrópolis. Actualmente estas áreas se configuran como imponentes extensiones que contienen aglomeraciones poblacionales cada vez mayores, producto de diversos fenómenos sociales, tales como el vertiginoso crecimiento poblacional y la migración.

En su mayoría, estos núcleos urbanos se podrían caracterizar como “ciudades 3D”: distantes, dispersas, y desconectadas. Las innovaciones tecnológicas no solo aumentaron la conectividad mundial y fortalecieron la globalización, sino que éstas también modificaron las ciudades a través de uno de los “mejores” inventos del hombre: el automóvil. Este medio de transporte potenció, la localización de asentamientos humanos cada vez más lejanos del centro urbano. En este contexto se generó un aumento del desplazamiento y la dispersión de las familias hacia el límite urbano, impulsando así una configuración expandida y policéntrica de las urbes.

El escenario tendencial no parece que pueda cambiar. El uso del automóvil seguirá por varias razones: a) el crecimiento económico de las ciudades latinoamericanas; b) los mayores ingresos de la población que facilitan su compra; y, c) la necesidad de desplazarse de un lugar a otro para poder acceder a los “beneficios urbanos” en ciudades cada vez más grandes. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo establece al respecto, que el aumento de automóviles per cápita se debe a la comodidad, velocidad y flexibilidad de horarios y rutas que ofrece un vehículo privado frente a la baja calidad y eficiencia del transporte público (Mojica, 2015).

Bajo esta lógica pareciera que lo urbano tiende a organizarse cada día más en torno a los vehículos, dejando excluidas a las personas en el diseño y planeación de las ciudades. Actualmente se pondera de mayor manera la construcción de infraestructura para el transporte asociada a autopistas, vialidades y puentes, olvidando que este tipo de construcciones produce también externalidades negativas, como la segregación, la fragmentación y el deterioro del espacio público.

Todos estos factores han generado que el concepto de inclusión sea recurrentemente usado en el debate sobre cómo deberían ser las ciudades actuales. Es precisamente en esta discusión, donde se enmarca el libro “Cities for People” de Jan Gehl, que se centra en la idea de recuperar las ciudades para las personas y de brindarle un empoderamiento a sociedad sobre lo urbano. Este libro se compone de seis capítulos: (i) la dimensión humana, (ii) los sentidos y la escala, (iii) la ciudad vital, segura, sana y sostenible, (iv) la ciudad a la altura de los ojos, (v) la ciudad, el espacio y los edificios y (vi) ciudades en vía de desarrollo. Para esta reseña se tomaron en consideración, los primeros dos capítulos del libro dado que enriquecen con mayor énfasis la generación de una discusión en torno a los aspectos más relevantes de la inclusión.

En el primer capítulo la dimensión humana, Gehl centra su atención en establecer que esta escala peatonal es la más descuidada e ignorada en las ciudades contemporáneas. Esta situación no corresponde a una problemática que haya surgido hace diez años, sino que hace más de tres décadas Jane Jacobs se refirió a ello en su libro “The Death and Life of Great American Cities” (1961), externando su preocupación de cómo el automóvil comenzaba a invadir y apoderarse de las ciudades de Estados Unidos. Gehl, enfatiza en este capítulo la importancia de construir ciudades sanas, sostenibles y vitales, en donde visualizar al espacio público como una manera de fomentar la vida urbana y como lugar de encuentro, constituye una herramienta clave para llegar a conseguir dichas ciudades.

En la actualidad las personas han adoptado nuevos espacios de consumo (plazas y centros comerciales) como lugares de esparcimiento y de reunión donde cuentan con las comodidades necesarias para realizar sus actividades de ocio y/o recreación. Aunque algunos de estos espacios pueden ser inclusivos en la parte física por su accesibilidad, otros no lo son en el aspecto referido a la inclusión social. Por ello es lo valioso del espacio público tradicional, que ofrece una accesibilidad e inclusión universal. Es importante señalar que en la medida en que el espacio público se consolide como lugar de significación e identidad, se constituirá un vínculo con el territorio, pudiendo colaborar en la mejora y equilibrio de las condiciones de vida de la población, en un mundo cada vez más urbano (Caquimbo, 2008).

Durante el segundo capítulo los sentidos y la escala, el autor desarrolla el discurso en base la percepción que tienen las personas según la tipología de la ciudad. Establece que en lo urbano importa –y mucho- la calidad de experiencias y emociones que los habitantes perciben en el espacio público. A partir del diseño se pueden fomentar o inhibir las relaciones y comunicación intrapersonales; consciente de ello Gehl determina que la escala pequeña acompañada de actividades en el espacio público permite crear ciudades inclusivas, amigables, intensas, cálidas y excitantes. Por el contrario, el autor cierra el capítulo refiriéndose a las consecuencias de ciudades demasiado grandes, demasiadas altas y demasiadas rápidas, enfatizando, que este tipo de morfologías genera que los espacios se transformen en ambientes fríos, impersonales y alejados de las personas.

Para finalizar, es relevante destacar que este libro ofrece un enfoque valioso que permite concebir una alternativa para construir ciudades de una mejor manera, basadas en el confort, protección y placer de las personas. Dejando de lado el automóvil y toda su infraestructura asociada, que si bien es necesaria, también generan importantes externalidades negativas. El cambio debe venir pronto, dado que el Banco Interamericano de Desarrollo (2014) prevé que para el año 2025 América Latina contará con 80 millones de automóviles más de los que existían en 2010; este cambio provocará congestionamiento en la infraestructura, aumento en el estrés en las personas y por supuesto contaminación en el ambiente. Cabe preguntarse en este contexto, ¿para quién se construye la ciudad? ¿Las ciudades actuales cumplen con las expectativas y calidad que esperan las personas? En base a estas preguntas es preciso enfocar la construcción de la ciudad del futuro; sí con innovación y con una economía bien consolidad, pero también considerando la escala humana, inclusiva, consciente del medioambiente, culturalmente significativa y segura para todos. No debe olvidarse en este sentido, que la ciudad es un mapa que debe ser leído con los pies.

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Referencias bibliográficas
BID. (2014). América Latina y el Caribe en 2025. Banco Interamericano de Desarrollo
Caquimbo, S. C. (2008). La calidad del espacio público en la construcción del paisaje urbano. En busca de un hábitat equitativo. Revista INVI
Mojica, C. (2015). ¿Cuánto vale mi comodidad? Moviliblog