Revista Planeo Nº 31 Desarrollo Local, Marzo 2017
[Por Martin Montes. Licenciado en Ciencias Sociales, Sociólogo y Magíster en Desarrollo Urbano PUC]
Fundación Urbanismo Social es una organización sin fines de lucro que desarrolla proyectos de vivienda, barrios y ciudad en base a un modelo propio de urbanismo social preventivo que detona procesos de desarrollo urbano y social, participativos y sostenibles, a partir de una intervención física, buscando que las personas se sientan felices de vivir en el lugar que habitan. Entre ellos se destaca el proyecto de Núcleo Ochagavía de Pedro Aguirre Cerda.
En representación de la Fundación, quienes respondieron esta entrevista fueron Pilar Goycoolea (Directora Ejecutiva) y Pía Monardes (Directora del Área Gestión Ciudad y Territorio).
“Nuestro rol como Fundación es ser quienes aunamos los intereses legítimos de los actores involucrados, y establecemos consensos para articular y gestionar acciones sociales que aporten a lograr un objetivo común para el territorio”
- Para empezar, cuéntanos de qué se trata el proyecto Núcleo Ochagavía.
Núcleo Ochagavía es un proyecto de la empresa Red Megacentro, quien compra el terreno del emblemático edificio, conocido como el “elefante blanco” de Pedro Aguirre Cerda, construido durante el gobierno de Salvador Allende para albergar el más grande y moderno hospital público de Latinoamérica. Sin embargo, en 1973 –durante la dictadura militar– las obras fueron paralizadas, dejando a la comuna con una infraestructura abandonada de 84 mil metros cuadrados, en su etapa de obra gruesa. Durante 40 años el edificio cargó con las expectativas y frustraciones de toda una comunidad. Para los habitantes de Pedro Aguirre Cerda y de la ciudad de Santiago en general, este edificio pasó a formar parte de la identidad y memoria histórica de la comuna.
En este contexto, Red Megacentro apostó por convertir y resignificar este espacio y encargó el proyecto al Premio Nacional de Arquitectura, Juan Sabbagh, quien decidió recuperarlo mediante un proyecto de “reciclaje urbano” que mantiene su estructura, y la adecúa para convertirse en un centro logístico y empresarial. Para darle sentido al proyecto, era necesario el involucramiento activo de todos los actores del territorio, y el trabajo colaborativo entre ellos. Así, el proyecto se fue transformando, y se fueron incluyendo diversos servicios solicitados por la propia comunidad, los cuales permitieron que el proyecto se transformara en una oportunidad de desarrollo urbano y social para el sector.
Im. 1. Elefante Blanco de Pedro Aguirre Cerda
Fuente: www.nucleoochagavia.cl
2. Entendiendo el contexto de gran frustración por parte de la comunidad, ¿cómo lograron involucrarlos en el proyecto?
El proceso que vivimos al llegar al territorio implicó enfrentar una comunidad que albergaba un sueño frustrado, 40 años de abandono, promesas no cumplidas e inseguridad. Para que la comunidad se involucrara en el proyecto tuvimos que construir una estrategia concreta y racional en donde la esencia fuera sintonizarnos y conectarnos con las emociones que tenían las personas que vivían en la comuna alrededor del edificio.
Desde ahí iniciamos un proceso de resignificación del proyecto haciéndonos cargo del imaginario que tenía este edificio para las personas, partiendo por explicar el hecho de que ya no sería un hospital y se convertiría en algo nuevo. Aquí se generó una acción sensible en la que, a través de visitas guiadas, se realizó una especie de “duelo” del edificio.
3. ¿Cómo fue el proceso en participación ciudadana? En lo concreto ¿cuáles fueron las acciones que se implementaron?
Megacentro es una empresa que se ha destacado por considerar a las comunidades en sus proyectos y fomentar la colaboración público privada. En esa línea, ellos estaban convencidos de que este edificio, dada su carga histórica, no podía ser tratado como cualquier proyecto. A raíz de ello, convocaron una alianza estratégica orientada a convertir a Núcleo Ochagavía en un centro cívico y empresarial, capaz de generar desarrollo económico y social para la comuna. Desde un inicio se conformó un gran equipo técnico social, siendo fundamental la presencia y activa participación del Municipio de Pedro Aguirre Cerda representando los intereses de sus vecinos y de un equipo social, liderado por nosotros como fundación, haciéndonos cargo de articular a los distintos actores involucrando a la comunidad durante todo el desarrollo del proyecto.
En lo concreto, diseñamos un Plan Social Integral para la participación y el involucramiento centrado en las personas y el territorio. Las acciones contempladas en su implementación fueron:
– Información, difusión e inserción territorial: Entendiendo que la comunidad tenía que mantenerse al tanto de todo lo relacionado al proyecto, de manera transparente y permanente, se consolidó un relato común entregado de primera mano por los actores líderes del proceso, los que a su vez también recibían retroalimentación de parte de los vecinos para que el desarrollo del proyecto incluyera sus visiones.
– Resignificación del edificio: Dado que era necesario que la comunidad hiciera un duelo del edificio y recibiera este nuevo proyecto, hicimos visitas guiadas, un concurso de cuentos y fotografías, entre otras actividades. Si bien creíamos que era una buena noticia, teníamos que ser muy respetuosos con los procesos de la comunidad.
– Oportunidades laborales locales: Se hizo un proceso de intermediación laboral con la OMIL, donde se logró que el 70% de la fuerza laboral del proyecto sea de la comuna.
– Mejoramiento del entorno: El proyecto no sólo se concentró en el edificio, sino que también transformó el entorno de éste. Para ello, la comunidad, municipalidad y el arquitecto Teodoro Fernández –premio nacional de arquitectura 2014– de manera participativa diseñaron diversos espacios públicos, incluyendo una futura Plaza Cívica para la comuna.
4. ¿Cuál es el resultado de todo este proceso?
Actualmente este edificio se ha convertido en un polo de atracción para diversos actores, dado que gracias a la participación de la comunidad ahora éste alberga múltiples servicios, de los cuales muchos de ellos antes no existían en la comuna. Entre ellos encontramos dependencias municipales de la Municipalidad de Pedro Aguirre Cerda, Registro Civil, farmacia, notaría, gimnasio, banco, correo, la Fundación Nuestros Hijos (especialistas en la rehabilitación de cáncer infantil), Núcleo Salud (centro de salud Fonasa Nivel 2 con servicios de laboratorio de primer nivel) y emprendimientos sociales como Algramo.
Luego de más de tres años de trabajo colaborativo este lugar no sólo se ha convertido en un nuevo polo de desarrollo económico para la comuna, sino que también, y principalmente, se ha convertido en un nuevo centro social. Hoy Núcleo Ochagavía atrae a nuevas empresas, emprendedores y servicios públicos a instalarse en Pedro Aguirre Cerda y generar valor.
Im. 2. Núcleo Ochagavía actual
Fuente: www.urbanismosocial.cl
5. ¿Cuáles son los principales aprendizajes que ustedes rescatan a partir de este proyecto?
Algo que durante todo el proceso fue clave, es el interés y la disposición de los diversos actores por comprender, aprender y aportar al desarrollo urbano-social del territorio. Para que un proyecto inmobiliario se instale de manera adecuada en el territorio, respetando y ofreciendo oportunidades de desarrollo a la comunidad local, exige la voluntad de que todos los actores se escuchen y trabajen en conjunto por un objetivo común. A partir de eso, podemos recatar principalmente tres grandes aprendizajes:
– Poner a las personas en el centro: El hecho que todos los actores entendiéramos el valor político y social que tenía el edificio para las personas fue lo que definió la forma de trabajo. Para ello fue clave sumar a la comunidad desde un principio y entender que el proyecto no apuntaba a favorecer intereses particulares, sino más bien a construir un proyecto común para el territorio.
– Creación de confianza: Para lograr proyectos de gran envergadura como lo es el de Núcleo Ochagavía, es fundamental contar con la voluntad política, los tiempos y los recursos para generar confianza entre los distintos actores. Sólo así, logramos un desarrollo urbano capaz de generar valor en el largo plazo, a partir de acciones de comunicación transparente que inviten a las comunidades a representar a su territorio, y transformen la participación ciudadana en un involucramiento activo.
– Oportunidad de revitalización del entorno: Núcleo Ochagavía muestra cómo una empresa privada puede ser un actor clave en la creación de valor y desarrollo para los territorios. Lo que amplía el espectro de recuperación urbana a fin de posibilitar iniciativas que aunque no siempre provengan del Estado, sí tienen que articularse con el sector público para mantenerse en el tiempo.
6. Muchas veces ustedes se refieren a “construir ciudad desde lo local”. ¿Qué quieren decir con eso?
Construir ciudad desde lo local significa respetar y fomentar las características, lógicas y dinámicas propias del territorio, y en especial dar cuenta de su identidad. Aquellos proyectos que cumplan con esto, tendrán sentido para sus habitantes y para dicho territorio. Para ello, es fundamental que exista una contraparte ciudadana representativa y comprometida que valide y le dé seguimiento a todo el proyecto. Con alianzas locales fuertes, se pueden realizar proyectos con sentido para el territorio y su gente.
7. ¿Cuáles son los principales barreras o desafíos para “construir ciudades desde lo local”?
Normalmente se le otorga poco valor a lo local. En general se tienden a priorizar las decisiones que toman las instituciones superiores que están más alejadas de las realidades locales. En ese sentido, aparatos burocráticos tan centralizados como el chileno, suelen descuidar y pasar a llevar los espacios locales. Para avanzar en esta línea, es necesario darle mayor protagonismo y autonomía a los actores locales de los territorios, junto con articular de mejor manera los diálogos entre los distintos actores, estableciendo alianzas y evitando que las opiniones de unos pasen a llevar a otros. Para lograrlo, nosotros como fundación apuntamos a transitar desde la participación ciudadana a un involucramiento comunitario. Es decir, que no basta con que los actores opinen, sino que es necesario que se involucren en un proyecto común.
8. Para terminar ¿cómo defines el rol de la Fundación Urbanismo Social en los procesos sociales de desarrollo urbano?
Nuestro rol como Fundación es ser quienes aunamos los intereses legítimos de los actores involucrados, y establecemos consensos para articular y gestionar acciones sociales que aporten a lograr un objetivo común para el territorio. Para ello es fundamental considerar desde los aspectos más concretos tales como la ejecución, diseño y servicios, hasta otros más abstractos como la historia, los vínculos y la emocionalidad de las comunidades locales.
Im. 3. Actores involucrados en el proyecto
Fuente: www.urbanismosocial.cl
Para más información sobre el proyecto ver: https://vimeo.com/182738847