Entrevista a Peatonito: «Cuando todo es caos es necesario sacar a los payasos»

Entrevista a Peatonito

La gestión urbana ha sido desbordada, de esta forma las ciudades y sus habitantes han pedido a gritos que todos o la mayoría sea escuchada en la toma de decisiones. En este canal el activismo social toma protagonismo para mostrar que la organización extra institucional también puede ser parte de la solución. De esta primera serie de entrevistas, PLANEO se contactó con Jorge Cañas, cientista político, quien está detrás de un personaje que ha dado mucho de qué hablar en la Ciudad de México: Peatonito.

 

Cuéntanos lo básico, ¿cómo surgió el proyecto?

De niño no me gustaba caminar. Después, justo cuando entré a la universidad, usé el sistema de transporte público. Aquí en México son los microbuses, que son muy incómodos. Llega lleno y no te puedes subir, tienes que esperar, de repente tarda una hora el camión. Esa pésima calidad del servicio del transporte público me convirtió en alguien que decidió trabajar por eso, aplicar los conocimientos de mi carrera; estudié Ciencia Política. Entonces me dije, bueno, a lo que me voy a dedicar es a políticas públicas de movilidad urbana y mejorar el transporte público.

Luego, en el 2012 o 2013, vino el congreso Walk21 a la Ciudad de México, que es el congreso más importante de caminabilidad y de peatones en el mundo. Yo quería presentar una idea que fuera irreverente y original. Unos amigos extranjeros querían ir a la lucha libre […] saliendo se nos ocurrió una idea, ¿por qué no que haya un luchador que defienda a los peatones? Denunciar obstáculos en las banquetas, denunciar donde no existen banquetas y pintarlas, pintar pasos de cebra, empujar coches que estorban el paso de cebra, ayudar a peatones a cruzar, etcétera. Activismo peatonal básico. Y así fue cómo surgió, nos vamos un día enmascarados y luchamos por los derechos de los peatones.

Todo empezó como una broma, sin ningún objetivo más que el de ser divertido, que sea ilustrativo, que sea comunicativo, pero en sus buenos tramos resultó ser una forma lúdica y atractiva de hacer un espectáculo de cultura ciudadana. Es una de las bases de cualquier política pública, en este caso de la seguridad vial. Haciendo este tipo de intervenciones lúdicas puedes comunicar un mensaje muy poderoso para que los ciudadanos interioricen la ley. Tengo varias inspiraciones, como Superbarrio que fue el primer luchador enmascarado en la historia del país que defendió una causa social. No era como El Santo, que iba contra las momias o los zombies, ahora se trataba de causas sociales reales. Él luchaba por los que se quedaban sin vivienda en el ’85 y por los que eran desalojados de su vivienda. Entonces dije, si existe Superbarrio, ¿por qué no hacer un luchador de los peatones también?

Foto 1. Cortesía Peatonito
Im. Fuente: Cortesía Peatonito

Antanas Mockus, en Bogotá, ha sido icónico en el sentido que tú planteas. Es decir, de plantear el tema de conciencia ciudadanía con un un lenguaje poco tradicional. En tu caso es una iniciativa totalmente ciudadana que intenta producir este cambio.

Antanas Mockus es una gran inspiración. Vi el documental de ‘Bogotá Change’ y me hice súper fan de Peñalosa y Mockus. Una vez le dije al Wall Street Journal que yo me inspiré en Mockus. Cuando le mencioné esto al periodista del Wall Street Journal me dice que me consiguió una llamada por Skype con Mockus. Fui a tomar la llamada y dos cosas se me quedaron grabadas. La primera fue el cómo se le ocurrió lo de los mimos. Dice que simplemente estaban en una junta decidiendo qué hacer con la policía de tránsito, alguien dijo en broma que cuándo todo es caos y no sabes qué hacer, tienes que sacar a los payasos. Es un dicho en el circo, cuándo todo se empieza a caer, se cae el trapecista o algo, para entretener a la gente, sacan a los payasos. Alguien dijo ese chiste y Mockus lo canalizó a sus teorías de cultura ciudadana y de ley moral y cultura.

La segunda cosa que me dijo Mockus y me quedó grabada es que una ley no solo se debe escribir y aplicar, sino también se debe comunicar. El gobierno tiene la responsabilidad de comunicar la ley de forma estratégica a los ciudadanos para que ellos sigan la ley de corazón.

Tienes un papel como ciudadano y como consultor del gobierno ¿percibes una limitación de llevar a cabo esta doble función?

Tengo las dos caras. Patonito es mi alterego, según las circunstacias puedo ser él o puedo ser Jorge Cañas, funcionario. Esto me ha dado mucha libertad de expresión, cuando soy peatonito puedo tener una postura más crítica. Los activistas ya estamos tomando puestos en la función pública, porque tenemos un fuerte compromiso con los temas sociales y la comunidad.

En mi caso no me he sentido limitado, cuando sucedió lo del Corredor Chapultec pude ir a las manifestaciones como peatonito y en mi situación contractual se estipuló que yo podía tener libertad de expresión y que peatonito velaba por intereses ciudadanos. Me considero un activista conciliador, que va más allá de la crítica. Una frase que me inspira es aquella que dice que hay que ser “duros con el problema y suaves con las personas”, no porque los funcionarios hayan hecho algo mal hay que caerles encima a ellos como personas, pero sí hay que centrarnos en los proyectos o actividades que han resultado problemáticas. Para ser un buen activista hay que tener disposición para generar cambios y para ellos es necesario tener una postura conciliadora. 

¿Tienes algunos planes futuros con el proyecto?

Personalmente, mis planes actuales son seguir contribuyendo desde el Laboratorio a la elaboración de programas de movilidad y seguridad vial. Con peatonito, no sé qué puede pasar. He pensado en hacer un videoblog, del cual ya tenemos un primer capítulo sin editar, con la idea de vincular a la ciudadanía (desde los niños, hasta los abuelitos) con los diálogos técnicos en temas de movilidad. Adicionalmente, tengo un grupo de punk en el que componemos canciones sobre temas de movilidad sostenible, peatones y el derecho a la ciudad.