Fronteras urbanas y territoriales

Septiembre 2016

«Población Aurora de Chile: ¿ la última frontera a derribar por un modelo expulsor?»

Se plantea el análisis en términos de su particularidad para explicar cómo en el actual contexto de planificación desregulada el Estado supedita su enfoque de participación al cumplimiento de los objetivos del desarrollo urbano neoliberal. En ese marco se analiza el caso de Aurora bajo la metáfora de constituir una “última frontera” a doblegar para implementar la renovación urbana de la Costanera de Concepción.
Revista Planeo Nº 29  Fronteras urbanas y territoriales, Septiembre 2016.
[Por Christian Matus Madrid; Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2010, y Antropólogo Social de la Universidad de Chile (1997). Especialista en el desarrollo de investigación e intervención en temáticas de urbanismo participativo, patrimonio e identidad, planificación integrada y desarrollo territorial. Investigador Postdoctoral CEDEUS Hub Concepción, Fondap Nº 15110020 participante de los Clúster de Planificación Construida y Entorno Construido.
Camila Barraza HuaiquimillaLicenciada en Arquitectura Universidad de Concepción (2013). Parte del equipo profesional CEDEUS, Fondap N°15110020, Universidad de Concepción. Coordinadora territorial e investigadora asistente de Iniciativas Urbanas caso Aurora de Chile]

Resumen: La presente práctica sintetiza algunas reflexiones frente a la experiencia de acompañamiento desarrollada entre 2015-2016, como parte del equipo asesor de la Junta de Vecinos de Aurora de Chile. Se plantea el análisis en términos de su particularidad para explicar cómo en el actual contexto de planificación desregulada el Estado supedita su enfoque de participación al cumplimiento de los objetivos del desarrollo urbano neoliberal. En ese marco se analiza el caso de Aurora bajo la metáfora de constituir una “última frontera” a doblegar para implementar la renovación urbana de la Costanera de Concepción. En síntesis, el caso del conflicto de Aurora de Chile y el Puente Bicentenario permite develar cómo el Estado chileno a través de sus políticas urbanas continúa produciendo y reproduciendo el orden neoliberal develando una tendencia a la “neoliberalización de las prácticas de participación”, donde el ente estatal resigna su rol público de velar por la equidad urbana y el derecho a la ciudad de los pobladores, aportando su experticia técnica para que los procesos de participación resuelvan en términos de gobernanza, los conflictos sociales que dificultan la implementación de los planes y proyecto de desarrollo como la renovación urbana de la Costanera.

Palabras clave: conflicto urbano, planificación, desplazamiento


Imagen 1_PracticasMatus BarrazaIm1. Población Aurora de Chile / Fuente: Gentileza elresumen.cl

El presente texto busca abordar críticamente el conflicto urbano de Aurora de Chile, analizando cómo éste involucra la tensión y desplazamiento de una frontera urbana tanto territorial como simbólica. Por un lado, Aurora de Chile constituye el último “territorio vivo” de una frontera geográfica, como la Costanera, que divide y separa la “ciudad oficial” de lo que la planificación penquista construyó simbólicamente como un espacio no conquistado. Por otro lado, el lugar central que ocupa en la ribera del río, configura un espacio estratégico para implementar la visión de futuro de un “Concepción Metropolitano”, constituyendo una frontera simbólica necesaria de superar para implementar la ansiada renovación de un sector que adquiere una nueva condición de espacio de flujo e interacción.

La consolidación de la Costanera como frontera urbana

La Población Aurora de Chile configura un asentamiento urbano instalado en la Costanera del Bío Bío hace más de 85 años, ocupando un área de 11 manzanas, en las que viven un número aproximado de 3500 (Catastro MINVU 2015). El sector tiene la particularidad de haber generado nuevos suelos urbanos mediante el relleno del río, proceso que dio lugar a tres poblaciones históricas: Pedro del Río, Aurora de Chile y Pedro de Valdivia Bajo.

ImprimirIm2. Esquema Costanera Concepción y área renovación PRN / Fuente: Elaboración propia

A partir de los sesenta, la Costanera comienza a proyectarse como territorio de gran potencial urbano, donde los asentamientos populares configuran espacios “indeseados”, que se requiere suprimir, para lograr “reconciliar la ciudad con el río”, lo que propicia la implementación de planes modernistas de higienismo urbano. En los noventa, el sector es priorizado como foco para el desarrollo de un plan urbano emblemático: Rivera Norte -PRN, ejemplo pionero en Chile de aplicación temprana de un modelo de gestión público-privado, que se propuso como objetivos dar solución habitacional a cerca de 1500 familias que residían en el área; desarrollar un plan de renovación urbana que integrara el río con la ciudad; y promover la inversión inmobiliaria en el área (Memoria PRN, 2001).

En el marco del PRN, la población Aurora de Chile, constituye una “anomalía”, al decidir voluntariamente no participar de la propuesta de erradicación, desarrollando importantes procesos de resistencia que con el tiempo la fueron convirtiendo en una “isla” en medio de un espacio de renovación urbana que simbolizaba la “cara” del desarrollo urbano penquista de Post dictadura.

Plan Aurora de Chile: ¿socio-técnica participativa para derribar la frontera?

En la Costanera se aplica una estrategia de renovación urbana no explicitada en un proyecto de planificación (Matus et al. 2016), utilizando el terremoto como recurso de shock (Klein, 2007) para gatillar, a través de la construcción del Puente Bicentenario, la aceleración del proceso de renovación urbana pendiente, naturalizando la necesidad de que los aurorinos “sacrifiquen” su territorio por el bien común y desarrollo de la ciudad.

El proceso de diálogo con la comunidad pos PRN está marcado por una trayectoria de vulneraciones a los pobladores, que trasciende los gobiernos de turno, donde destaca el rol de la clase política y la prensa local en un abordaje estigmatizador de violencia simbólica (Janoschka & Sequera, 2014). En respuesta, la población comienza a organizarse para oponerse a la construcción del puente denunciando el actuar del Estado, desarrollando entre 2012 y 2014, un movimiento de fuerte resistencia al proyecto. Posteriormente, con el cambio de gobierno, los procesos sociales de resistencia dan paso a una estrategia de negociación, propuesta por el MINVU, que plantea solucionar el conflicto mediante la creación de un equipo territorial que diseña el denominado Plan Integral Aurora de Chile. El enfoque que promueve este nuevo plan reduce la participación de la población a su organización en comités vivienda para su relocalización habitacional, dejando de lado la inclusión de los aspectos simbólicos que le dan unidad como comunidad, promoviendo no solo el desplazamiento efectivo de un tercio de los pobladores para formar nuevos barrios, sino que plantea un desplazamiento indirecto que modifica de su estilo de vida y homogeniza su espacio residencial y público al patrón general de otros barrios ofertados a sectores medios. Es en el plano de los efectos socio-territoriales que plantea el cambio forzado de modo de vida, que se pueden vislumbrar los mayores impactos que generará la transformación de un territorio que favoreció durante más de ochenta años la sociabilidad y el desarrollo de estructuras familiares, disolviendo violentamente las fronteras territoriales y las articulaciones espaciales necesarias para dar vida a una población como la Aurora.

Reflexiones y aprendizajes

En síntesis, el caso Aurora permite develar cómo el Estado chileno a través de sus políticas urbanas ha desarrollado una tendencia a la “neoliberalización de las prácticas de participación”, donde el ente estatal resigna su rol público de velar por la equidad urbana y el derecho a la ciudad de los pobladores, aportando su experticia técnica para que los procesos de participación resuelvan en términos de gobernanza los conflictos sociales que dificultan la implementación de los planes y proyecto de desarrollo urbano.

Un aprendizaje relevante que plantea el análisis del conflicto es develar cómo el actual modelo de desarrollo urbano otorga un rol central a la participación como técnica de gobernanza, que atenúa y encubre la violencia simbólica ejercida sobre los sectores que deben desplazarse o ser expulsados para que se consoliden procesos urbanos excluyentes y segregadores. En ese marco pareciera ser que el conflicto urbano ha generado un contexto de oportunidad eficaz para derribar la última frontera que ponía límite a un postergado proyecto de renovación

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CEDEUS Bases Fundamentales para un Proyecto Integral Aurora de Chile. Documento de Trabajo CEDEUS, 2015.
JANOSCHKA, M. & SEQUERA, J Procesos de gentrificación y desplazamiento en América Latina, en Desafíos metropolitanos. Un diálogo entre Europa y América Latina, 2014, pp. 82-104. Catarata. Madrid.
Klein, N. La Doctrina del Shock. El Auge del Capitalismo del Desastre. Paidós. 2007.
Matus, C., et al. (2016). Renovación urbana y gentrificación post-catástrofe en Concepción: el caso Aurora de Chile. Revista Urbanismo , 0 (34) , 89-110.