Las fronteras son aquellas líneas reales o imaginarias que delimitan territorios y separan países. “La Jaula de Oro” es un largometraje que muestra el viaje de tres jóvenes guatemaltecos que emigran hacia Estados Unidos y la relación de éstos con las fronteras.
Revista Planeo Nº 29 Fronteras urbanas y territoriales, Septiembre 2016.
[Por Fernando Narváez; Licenciado en Diseño Urbano y del Paisaje, Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Estudiante Magíster Asentamientos Humanos y Medio Ambiente, Universidad Católica de Chile]
Título: La Jaula de Oro
Dirección: Diego Quemada-Díez
Año: 2013
Resumen: Las fronteras son aquellas líneas reales o imaginarias que delimitan territorios y separan países. “La Jaula de Oro” es un largometraje que muestra el viaje de tres jóvenes guatemaltecos que emigran hacia Estados Unidos y la relación de éstos con las fronteras. En esencia, el filme trata de las diferentes situaciones a los cuales se pueden enfrentar los que realizan el viaje a través de México. Entre los distintos riesgos se encuentran: la discriminación, corrupción, violencia e incluso la muerte. Se retrata de una forma clara y detallada las circunstancias que acompañan este tipo de viajes.
Palabras claves: Fronteras, inmigrantes, calidad de vida
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Las fronteras son aquellas líneas reales o imaginarias que delimitan territorios y separan países. Estos límites permiten demarcar hasta dónde llega la soberanía y jurisdicción del Estado. “La Jaula de Oro” es un largometraje realizado en México por el director español Diego Quemada-Diez donde se relata la historia de tres jóvenes guatemaltecos que atraviesan la frontera con México con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Primero que nada es necesario preguntarse: ¿por qué se generan estos movimientos de emigración? Por lo general estos se producen por la necesidad de buscar mejores condiciones laborales y de vida que las del país de origen. Las migraciones se tienden a dar con mayor frecuencia en contextos de crisis económicas y situaciones de conflicto, dos fenómenos bastante frecuentes en los tiempos actuales. Según un reporte de las Naciones Unidas (2002), el porcentaje de inmigrantes en el mundo corresponde al 3% de toda la población.
Dentro del contexto latinoamericano, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (2005), más de 40 millones de latinoamericanos residen fuera de su país de nacimiento. Siendo Estados Unidos y Canadá los principales polos a los cuales se desplazan en el hemisferio norte; mientras en el hemisferio sur, Brasil y Chile sobresalen entre los demás países fundamentalmente por su poder económico.
El filme inicia mostrando a las personas de estratos más bajos como las más propensas a emigrar. Además presenta que la edad no es una determinante para realizar el viaje, ya que pueden encontrarse desde jóvenes hasta personas de edad avanzada que lo hacen. Esta situación representa uno de los mayores problemas por la desintegración del núcleo familiar y supone un riesgo por la pérdida de identidad y arraigo con sus países de origen.
Por otro lado, se evidencian los peligros a los cuales se exponen los guatemaltecos conforme avanzan a su destino. Una de las primeras dificultades que enfrentan los jóvenes es cómo llegar a su destino, y para ello utilizan el tren conocido como “La Bestia” que lleva mercancía hacia Estados Unidos y que es comúnmente usado por los inmigrantes de Centroamérica para atravesar México.
El filme muestra que en México se encuentran la mayor cantidad de amenazas del recorrido, entre ellas destacan; robos de las pertenencias personales por parte de organizaciones criminales y principalmente el abuso de autoridad de la policía local por su condición de ilegales, lo que se traduce en un mal trato de parte de las autoridades hacia quienes intentan cruzar la frontera y con ello deportaciones discriminatorias (sin razones justificadas). Sin embargo, el filme también muestra que Estados Unidos es un escenario adverso, con personas que “cazan” inmigrantes en el desierto, con un trabajo extenuante y que nadie más quiere realizar.
Si bien el filme se enfoca en las repercusiones que afectan a los inmigrantes, cabe preguntarse también por ¿cuáles son las externalidades para los países de origen y destino? Sin duda alguna los procesos migratorios traen consigo una serie de factores que impactan el territorio. Entre ellos, uno de los efectos más directos corresponde al hecho de que los países de destino reciben grandes flujos de inmigrantes, obteniendo una fuerza laboral significativa de bajo costo lo cual por un lado puede traer beneficios económicos, sin embargo este mismo hecho también puede llegar a impactar negativamente a la economía ya que puede llegar a reducir el campo laboral para los locales.
Junto a ello, estos procesos de migración suelen estar relacionados a transformaciones de índole cultural debido a que los migrantes llegan al país de destino con sus costumbres locales, las cuales en la mayoría de los casos buscan ser mantenidas. Asociado a ello, también se dan importantes transformaciones sociales; en este sentido un fenómeno recurrente en los procesos migratorios es la segregación voluntaria, es decir la concentración de los extranjeros en un territorio acotado. Esta situación facilita la estigmatización por parte de los residentes locales, habiendo así una discriminación hacia los inmigrantes.
El filme retrata perfectamente que las fronteras y límites físicos segregan, excluyen y pueden llegar a generar intolerancia, discriminación y una percepción de inseguridad. En la actualidad existe una constante e intensa búsqueda de seguridad en las fronteras de los países, lo que parece absurdo teniendo en cuenta las repercusiones que se han mencionado y el discurso que tiene la globalización de libre tránsito de capital y mercancías. Estados Unidos gasta billones de dólares para fortalecer los más de 3.000 kilómetros de frontera con México. Según datos del Departamento de Seguridad Nacional (2016) el presupuesto para el borde fronterizo es cercano a 13 billones de dólares.
Esta cifra tuvo un crecimiento exponencial del 75% en la última década. Si se suma el presupuesto de la Patrulla Fronteriza y del Control de Aduanas e Inmigrantes corresponde al 30% del presupuesto total destinado por el Departamento de Seguridad Nacional. Dicha cantidad es más que lo que recibe la DEA, el FBI y la Armada de los Estados Unidos en conjunto. Con el incremento de presupuesto, se abasteció el Borde Fronterizo con una mayor cantidad de cámaras, armas, drones y equipo para los agentes fronterizos, los cuales entre el 2004 y 2015 se duplicaron pasando de 10.000 a más de 21.000 agentes (US Customs and Border Protection, 2016). Con tal despliegue de seguridad en la frontera, pareciera que se pretende llegar más a una militarización que brindar mayor seguridad al país.
En cierta medida la táctica de disuasión usada por los Estados Unidos (mediante la fuerza) ha funcionado ya que se han reducido los flujos de inmigrantes; sin embargo en la última década más de 3.500 personas han muerto intentando cruzar la frontera (US Customs and Border Protection, 2016), por lo que surge la pregunta: ¿Qué pasaría si en lugar de invertir billones de dólares en la militarización de la frontera se invirtiera en programas para llevar familias y regularizar inmigrantes? Probablemente se podrían reducir las muertes en la frontera y con los impuestos de los inmigrantes se podría compensar el gasto realizado.
Sin duda hay tareas pendientes para todos, pero en la medida en que los Estados fomenten fronteras más abiertas se favorecerá el desarrollo económico del país receptor y la expansión de la cultura al tener habitantes de distintas naciones. Para ello es necesario tener claro que esta no es sólo una responsabilidad del Estado, sino también de los diferentes actores tales como el sector privado y la sociedad civil. Entre todos deben permitir la inserción de nuevas personas a su contexto, sea cual sea su condición física o social. Las fronteras crean miedo, injusticia y dolor, la única forma de combatirlas es con la solidaridad y tolerancia.