La ciudad como escenario cultural

Junio 2015

“La gente dice que somos teatro popular”: referentes de identidad en la práctica teatral de la zona periférica de lima metropolitana

Reflejado en la intención que el autor le da al título, Malca revela una de las ideas centrales del libro reseñado a continuación para el número sobre «la ciudad como escenario cultural». Darle la voz a una escena teatral completamente fuera de la convencional, es la la apuesta cultural que se presenta a continuación.
Revista Planeo Nº 22,  La Ciudad como escenario cultural, Junio 2015.
[Por Laura Trelles, Socióloga, Pontificia Universidad Católica del Perú. Estudiante del Magíster Desarrollo Urbano, PUC]
Título: “La gente dice que somos teatro popular” Referentes de identidad en la práctica teatral de la zona periférica de Lima Metropolitana
Autor: Malcolm Malca
Edición: Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, 2011; 247 páginas

Palabras clave:
Teatro popular; escenario urbano; Lima metropolitana

Desde el título, Malca, revela que una de las intenciones centrales de su libro es darle voz a una escena teatral particular, alejada del circuito de las productoras y las vanguardias artísticas, de las salas de teatros tradicionales y centros culturales, circunscritos a los territorios céntricos y más globalizados de Lima Metropolitana.

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Im1. Portada del Libro

Se trata de un libro que es producto de una investigación empírica, de tipo cualitativa, sobre la experiencia teatral que se lleva a cabo en la periferia de Lima Metropolitana en la primera década del presente siglo. Sobre la base de 9 casos de estudio el autor más que generalizar los hallazgos encontrados, dedica gran parte del libro a describir, contrastar y comprender los discursos esgrimidos por los directores de las agrupaciones teatrales estudiadas.

Sin embargo, lo anterior no inhibe que el autor plante que ésta dinámica teatral tiene como rasgo distintivo, el hecho de estar estrechamente vinculada con las identidades urbanas locales en donde desarrollan sus acciones. Así, el contenido del libro se estructura bajo el siguiente argumento central: Las prácticas teatrales desarrolladas en territorios periféricos, así como los discursos inherentes a ellas, tienen la capacidad de ser reflejo y transmisora de referentes de una identidad social urbano-marginal.

En la primera parte del libro, correspondiente al marco conceptual de la investigación, el autor relaciona prácticas teatrales con las identidades sociales, desde enfoques comunicacionales. Para Malca el montaje teatral puede convertirse en un vehículo comunicativo de elementos referenciales de la identidad social de un grupo, en la medida que tenga la capacidad de reflejar y cuestionar a los individuos que integran estos conjuntos (p.40). Si bien este planteamiento es interesante, es parcialmente comprobable en el estudio, en la medida que no se cuenta con los discursos de los espectadores, es decir de los receptores de estas propuestas.

En la segunda parte, se abordan los procesos urbanos y sociales (migración campo-ciudad, explosión demográfica y la expansión no planificada del área urbana hacia periferias) que desde la década de 1940, transformaron por completo la ciudad. Este contexto, marcó el inicio de una fragmentación del espacio y del imaginario social de la urbe, que en su versión más simplificada quedaría escindida en el “centro” y (s) “periferia(s)”. Lo céntrico correspondería a zonas de la ciudad urbanizadas y planificadas, con acceso a todo tipo de servicios y con una población predominante de sectores medios altos y altos. En cambio, la ciudad periférica estaría compuesta por zonas que emergieron producto de grandes tomas o invasiones. Sin embargo, en ella también se incluyen zonas pericentrales, en donde predominan los estratos socioeconómicos medios bajos y bajos, de origen migrante andino, residentes en un entorno urbano precario. En estas condiciones, que también comparten la periferia más distante, se fueron configurando identidades sociales e imaginarios marginales que impregnaron las diversas prácticas culturales (pp.45-46). Así, la periferia que describe Malca es presentada como marginal, no solo en sentido socioterritorial, sino también cultural y simbólico, ya que se desliga y queda al margen de aquellos sectores céntricos de la ciudad en donde se desenvuelve el circuito cultural y artístico de la élite.

La tercera parte del libro es la más extensa y enriquecedora pues entrega una abundante información proveniente del trabajo de terreno. Es aquí donde Malca da la voz a los representantes de esta escena para que se expresen sobre su quehacer, sus discursos y propuestas caracterizando con sus relatos esta escena teatral.

En este punto quisiéramos resaltar la importancia que la calle y los espacios públicos tienen para las agrupaciones de éste circuito artístico. Más allá que una cancha de fútbol, un parque, o una calle sean usadas como escenario o lugar de ensayo, en ausencia de salas, centros culturales, etc. Existiría una suerte de vocación acercar a la población adyacente, a la obra irrumpiendo en las calles las dinámicas locales para integrar a la gente a la obra. En esta clave, grupos como “La Gran Marcha de los Muñecones,” plantean una propuesta estética y dramática concebida para una puesta en un pasacalle (p.170). Otro ejemplo son los festivales teatro, como los ya consolidados Festival Internacional de Teatro en Calles Abiertas (FITECA) y el Festival Itinerante y Encuentro de Teatro Popular, los cuales tienen como escenario las calles y espacios públicos abiertos. Estos, de acuerdo con Malca, fueron creados para el intercambio de experiencias principalmente de las agrupaciones periféricas.

Sobre la base de seis ejes discursivos, Malca concluye que existen suficientes elementos para hablar de una práctica teatral con una identidad propia en la periferia de Lima Metropolitana. Estos ejes, serían también referentes que nos hablan de una manera de entender la identidad social urbano-marginal de la periferia de Lima. Estos son:

  • La agrupación es percibida como la manera más eficiente de sostener su labor. Por ello, los procesos de formación actoral se vuelven indispensables para proveerse actores, convirtiéndose en una plataforma educacional a nivel del barrio o distrito en donde desarrollan sus actividades.
  • Periférico. Existencia de un fuerte sentimiento de no pertenecer a Lima o de pertenecer a otra Lima (la de su barrio o distrito). Se trata de una (auto) marginación de las áreas centrales, por razones de proximidad, social, cultural, política y/o económica.
  • De herencia andina. Estos referentes culturales son plasmados como fuente esencial de creación.
  • Transformación sociopolítica. A través de los montajes buscan la reflexión y el cuestionamiento de una realidad adversa y transmiten la posibilidad de cambios.
  • Desarrollo profesional escénico. Ejercen una labor educativa sería y abierta a quienes se quieren formar en el oficio.
  • Compromiso con el desarrollo social. Convencimiento que la práctica teatral es un medio integral para contribuir al logro de la integración constructiva de los miembros de la comunidad y la sociedad. (pp.201-220)

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Im2. FITECA 2011 / Fuente: http://escribidor007.blogspot.com/2011/05/un-festival-distinto.html

Finalmente, quisiéramos resaltar que así como las agrupaciones teatrales periféricas cumplen un rol fundamental como difusores, formadores y promotores culturales incidiendo en sus comunidades y re-escenificando los espacios urbanos; Investigaciones y publicaciones como esta también terminan cumpliendo un rol integrador. Ya que permiten que nuevos públicos conozcan estas escenas circunscritas a un espacio determinado.