Urbanismo Radical

Marzo - Abril 2015

“Ciudades Rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urbana”

Las ciudades han estado desde siempre en el centro de la reflexión de diversas utopías y revoluciones sociales, de la misma manera que han estado sujetas a transformaciones asociadas a los procesos de acumulación capitalista, que han detonado diversas demandas en relación al acceso de los recursos o bienes comunes urbanos. En el libro “Ciudades Rebeldes; del derecho a la ciudad a la revolución urbana” de David Harvey, presentamos la perspectiva de uno de los principales expositores sobre los temas relacionados al derecho a la ciudad, quien acuña en esta obra, sus principales textos y artículos escritos a lo largo de varios años. Este libro le permitirá al lector adentrarse a un marco teórico y práctico consistente, desde la mirada crítica marxista de Harvey; y profundizar los estudios sobre los conflictos de clases producidos en el contexto urbano, especialmente aquellos referidos al concepto de derecho a la ciudad, que el autor aborda en sus cuatro capítulos no como un derecho individual, sino como una propuesta de imaginar y construir un tipo de ciudad diferente, que refleje la forma que como sociedad queremos ser.
Revista Planeo Nº 21 Urbanismo Radical, Marzo-Abril 2015.

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[Por Piera MedinaArquitecta PUCV. Estudiante Magister Desarrollo Urbano, PUC]

Título: “Ciudades Rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urbana”

Autor: David Harvey

Edición: Akal; pensamiento crítico. Madrid, 2013; 240 páginas

Durante las últimas décadas, la creciente urbanización ha estado fuertemente ligada a los procesos de transformación de las ciudades, jugando un rol fundamental en el equilibrio de los excedentes de capital, y actuando como contenedor de las aglomeraciones tanto a nivel productivo como financiero. Esto sin duda, ha contribuido de manera sustancial en los modos de vida de las personas que habitan en las ciudades.

El libro “Ciudades Rebeldes; del derecho a la ciudad a la revolución urbana”, del geógrafo David Harvey, comienza con una breve introducción dedicada a quien fue el principal exponente del concepto de Derecho a la Ciudad, Henri Lefebvre, destacando su labor y aporte al incorporar el análisis marxista al fenómeno urbano, evidenciando los conflictos sociales latentes asociados a las desigualdades territoriales. El texto “La icaria de Lefebvre”, plantea los principales lineamientos para una nueva ciencia urbana, y prevé el declive de la ciudad tradicional y la emergencia del surgimiento de un nuevo urbanismo, desde el cual delinea los principales aspectos programáticos del Derecho a la Ciudad.

De esta manera, Harvey dedica la primera parte del libro a establecer lo que a su juicio es el Derecho a la Ciudad, articulado claramente con la perspectiva antes descrita de Lefebvre. De tal forma, avanza dando cuenta del impacto que ha tenido la urbanización en los procesos sociales de las ciudades, las cuales se han convertido progresivamente en un objeto mercantil para los intereses capitalistas de acumulación del capital. Para Harvey, el derecho a la ciudad se plantea como una posibilidad de reivindicar los poderes de producción urbana, haciendo partícipe a todos los actores que son parte de determinado contexto, con el fin último de cambiar la realidad actual y cuestionar la relación existente entre el sistema capitalista de producción urbana y gestión de los excedentes que confluyen en el territorio. Este ideal político propone además, restablecer las jerarquías de derechos, e incluir nuevos conceptos a las demandas urbanas.

Desde esta perspectiva, Harvey reflexiona sobre la idea de pensar la ciudad como un producto social, que no debe ser inseparable con la idea del tipo de ciudad que queremos, y qué tipo de relaciones y lazos sociales que queremos construir al interior de ella; por tanto el derecho a la ciudad es planteado como una posibilidad de participar en el proceso de producción de la ciudad de manera colectiva.

A lo largo del texto, el autor señala que al convertir la ciudad en un producto donde se decantan los excedentes del capital, se ha suscitado un proceso continuo de diferenciación de clases, pues el control sobre la utilización de estos excedentes, por lo general se encuentra radicado en pocas manos. Esto ha marcado un estrecho vínculo entre el desarrollo de las lógicas capitalistas y la urbanización en un contexto global, generando profundas transformaciones en diversos ámbitos que competen a lo social, tales como la estructura laboral, los derechos a la propiedad privada, los recursos naturales, entre otros, los cuales ejemplifica a través de distintas revoluciones urbanas, dentro de las cuales destaca la reconfiguración de la infraestructura urbana de París encargadas por Napoleón a Hausmann en el año 1853, y la posterior transformación urbana realizada por Robert Moses en Nueva York, entre otros casos.

En el segundo capítulo, el autor aborda el origen urbano de las diversas crisis del capitalismo, poniendo como ejemplo las burbujas inmobiliarias y el mercado de la vivienda, y cómo a pesar de la experiencia, esto sigue sucediendo en varias partes del globo. De la crisis del capitalismo da paso al tercer capítulo del libro, donde pone como centro de discusión los bienes comunes urbanos y el debate de la gestión de este tipo de bienes, que ha estado ligada fuertemente a la tensión entre la concesión de los privados y la gestión estatal. Para Harvey, la posibilidad de utilizar estos bienes comunes, significa un factor importante para la reivindicación del derecho a la ciudad, de tal manera que la democratización de la producción y utilización de los excedentes y bienes comunes, se convierte en un aspecto clave para la definición de tal concepto.

En el cuarto capitulo, da paso a una discusión teórica sobre la idea de apropiación por parte del capital a la renta que produce la ciudad, poniendo como ejemplo la “marca Barcelona” y los problemas de masificación turística, entre otros casos. Para finalizar, en los últimos capítulos se destaca la potencia del espacio urbano como lugar donde es posible la generación de una dinámica de conquista de éste, a partir de movimientos sociales concentrados en la cuestión urbana, como una lucha frente a los procesos capitalistas que han dado curso a la generación de ciudades desiguales. Desde aquí la importancia de la revolución urbana como apuesta para mejorar el entorno que creamos.