Barrio y Ciudad

Noviembre-Diciembre 2014

Más allá de los límites barriales y municipales. Estrategias de innovación política en la ciudad contemporánea.

La necesidad de innovación de estrategias políticas y territoriales en la ciudad latinoamericana contemporánea, representados en  una de las estrategias urbanísticas de moda requiere ser prioritario: el impulso a la bicicleta y la implementación de ciclovías como alternativa de movilidad.
Revista Planeo Nº19 Barrio y Ciudad, Noviembre 2014

Práctica 3a

Ciclovía en San Pedro.

Fuente: Municipio de San Pedro (2014).

[Por Javier Gómez. Arquitecto. Maestro en Diseño y Desarrollo de la Ciudad por el ITESM (México). Doctor (c) en Arquitectura y Asuntos Urbanos en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Actualmente hace una pasantia de investigación en el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile]

Palabras claves: barrio, proyecto urbano, movilidad

La sociedad actual, funciona como una serie de redes y nodos interconectados, incrementando así, la movilidad de personas. El hecho de que la ciudad ya no se organice en términos de centro y periferia, ha debilitado conceptos como “centro histórico”, “barrio”, o “municipio” y con ello, la identidad y sentido de pertenencia que ellos generaban. Así pues, esta nueva multipertenencia social, junto con la interacción multiespacial y multitemporal de la vida urbana, presentan el reto de pensar maneras diferentes de manejar un territorio urbano discontinuo y difuso, cada vez más complejo y heterogéneo, es decir, un desafío para el desarrollo urbano, que más que ser técnico, estético, o administrativo, es un desafío intelectual y político, un desafío de pensar más allá de los límites territoriales y administrativos de las regiones metropolitanas y de los partidos políticos que las gobiernan, es pensar en la manera de “hacer ciudad” mediante prácticas más democráticas, justas e integrales.

 

Jordi Borja (2013) afirma que construir la ciudad del siglo XXI implica tener un proyecto de ciudadanía y una gestión integral del territorio, y que esa nueva gobernabilidad exige una capacidad de innovación política que se ejecute más allá de los marcos institucionales tradicionales.

Es imperativo pues, ser creativos e innovar en los marcos, figuras y procesos actuales e introducir en ellos estrategias de coordinación multiescalar y multidisciplinar, flexibilidad, transparencia y eficacia para atender las demandas de la sociedad compleja y diversa en la que nos desenvolvemos.

A continuación se presentan dos casos en las ciudades de Monterrey, México y Santiago de Chile, para ejemplificar la necesidad de innovación de estrategias políticas y territoriales en la ciudad latinoamericana contemporánea, representados en  una de las estrategias urbanísticas de moda: el impulso a la bicicleta y la implementación de ciclovías como alternativa de movilidad.

 

Monterrey es una metrópoli de 12 municipios y más de 4 millones de habitantes. A finales del 2013, el municipio de San Pedro Garza García de esta ciudad, anunció un proyecto de ciclovías que esperaba transformar el modo de transporte dominante en la ciudad: el automóvil. Al paso de un año, es evidente su fracaso, lo cual no es sorprendente ya que San Pedro cuenta con alrededor de 100 mil habitantes (ni siquiera el 5% de la población  del área metropolitana), pero sin embargo, es un municipio donde se localizan hospitales, universidades, corporativos empresariales y grandes centros comerciales, lo que significa que los habitantes del área metropolitana diariamente se mueven hacia y dentro de dicho municipio, pero después de realizar sus actividades cotidianas, vuelven a salir de él hacia sus municipios de origen.

Así pues, implementar proyectos aislados como éste, pensados sólo dentro de los límites territoriales del municipio, como si fuese un fragmento separado, sin analizar la conexión e importancia que éste tiene con el resto del área metropolitana, provoca su fracaso inminente.

La falta de coordinación y visión metropolitana, pleitos entre partidos políticos, falta de organismos de planeación intermunicipal y coordinación entre ciudadanos, entre otros, impiden pensar el área metropolitana de Monterrey como una región que funciona a base de nodos y redes interconectadas de la cual todos los habitantes forman parte. A la fecha, los usuarios de las ciclovías mencionadas son casi nulos, lo cual es lógico, pues los habitantes del resto de la ciudad que se mueven en bicicleta no pueden llegar a este municipio si no es por medio de un automóvil.

En Santiago de Chile, con la implementación del sistema Transantiago, la utilización de la bicicleta se incrementa alrededor del 15% anual, lo que ha forzado la implementación de ciclovías. Durante años se han realizado estudios y hasta existe un plan maestro[1] que propone más de 1000 kilómetros de éstas a lo largo del área metropolitana, pero la realidad es otra: Por la falta de coordinación intermunicipal, o cuestiones político-administrativas, la red es de aproximadamente la mitad de los 1000 kilómetros propuestos, además de que está constituida por tramos discontinuos y desconectados, especialmente entre los límites de un municipio y otro, presentando sólo fragmentos que se terminan abruptamente, imposibilitando continuar con los trayectos deseados.

 

Práctica 3b

Terminación abrupta de ciclovía.

Fuente: Recicleta, 2014.

Sin embargo, a diferencia de Monterrey, en Santiago, debido a la problemática descrita en agosto de este año la Intendencia anunció la implementación de un sistema intermunicipal de bicicletas públicas[2], a partir del próximo año, que tiene la intención de dejar de realizar proyectos aislados, “rompiendo las barreras del límite municipal, con un esfuerzo de solidaridad que servirá como precedente para futuros proyectos”, según declaró la alcaldesa de Santiago[3]. El proyecto interconectará 11 municipios mediante la consolidación de ciclovías y la instalación de 140 estaciones de distribución, respectivamente.

Esta iniciativa marca un precedente de gestión intermunicipal y estrategias de innovación política que buscan derribar fronteras y consolidar una región más democrática. Sólo falta esperar a que el proyecto comience, para evaluar si cumple con las expectativas anunciadas, pero ya de entrada, nos muestra un ejemplo de que para “hacer ciudad” es necesario comprender las dinámicas de interconexión espacial de la sociedad contemporánea, y en base a eso, dirigir los esfuerzos y acciones de gestión urbana. En la medida en que se repliquen iniciativas como esta, avanzaremos hacia ciudades más democráticas con procesos y alcances integrales.


[1] Plan maestro de ciclovías, disponible en: http://2010-2014.gob.cl/santiago-2-0/programa-ciclovias/
[2] El modelo de bicicleta pública consiste en hacer un pago mensual para disponer de bicicletas que se encuentran a disposición de la ciudadanía en estaciones localizadas estratégicamente.

[3] Sistema público de bicicletas de Santiago, disponible en: http://www.intendenciametropolitana.gov.cl/n6369_14-08-2014.html

 

 

Referencias:

Borja, J. (2013). Revolución urbana y derechos ciudadanos. Madrid, Alianza.

Municipio de San Pedro. (2014). Proyecto Gran Vía. Recuperado en octubre de 2014. Disponible en:   http://sanpedrogranvia.mx/

Recicleta. (2014). Ciclovías absurdas. Recuperado en octubre de 2014. Disponible en: http://www.recicleta.cl/content/view/751786/Ciclovias-absurdas-Double-Almeyda-o-jugando-a-las-escondidas.html