Resiliencia Urbana

Julio-Agosto 2014

La vulnerabilidad de las ciudades: desastres naturales y resiliencia social

El libro “The vulnerability of cities” presenta un interesante enfoque sobre la vulnerabilidad de las ciudades, frente a diversos desastres naturales. Para ello resulta primordial definir los parámetros de qué es lo que entendemos por resiliencia y vulnerabilidad urbana. 
Revista Planeo Nº17 Resiliencia Urbana, Julio 2014. 

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[Por Piera MedinaArquitecta PUCV. Estudiante Magister Desarrollo Urbano, PUC]

Título Original: The Vulnerability of cities: natural disasters and social resilience

Autor: Mark Pelling

London ; Sterling, VA: Earthscan Publications, 2003.

Palabras clave: ecología urbana; desastres naturales; países en desarrollo; desarrollo sustentable; urbanismo ecológico; políticas urbanas; resiliencia urbana

El libro “The vulnerability of cities” presenta un interesante enfoque sobre la vulnerabilidad de las ciudades, frente a diversos desastres naturales. En tiempos donde la mayoría de la población mundial habita en las ciudades y se prevé que para el 2025 cerca de un 90% de la población viva en ellas (OCDE, 2013), es fundamental comprender cuales son los factores que hacen que algunos asentamientos urbanos sean menos vulnerables y más resilientes que otros. Para ello resulta primordial definir los parámetros de qué es lo que entendemos por resiliencia y vulnerabilidad urbana. Ambos son conceptos relacionados mayormente al estudio psicoanalítico de las personas, y a su capacidad de recuperarse o sobreponerse ante una crisis, o bien la capacidad de exponerse a situaciones de riesgo, respectivamente. Sin embargo, cuando estos conceptos se atribuyen a un contexto urbano cobran nuevos significados. Desde este punto de vista, resiliencia es aquella capacidad que tienen los ecosistemas urbanos de anticiparse ante afectos que afectarán su estructura y dinámica, ya sea eventos de carácter natural, como igualmente las implicaciones económicas, sociales o culturales que pudieran suceder. El grado de resiliencia de determinado sistema, le permitirá a éste responder ante estas adversidades que se puedan presentar en el proceso de gestión urbana, dependiendo de sus propias capacidades (Ultramari, Rezende, 2007).

El concepto de resiliencia asociado a los ecosistemas ecológicos y sociales fue introducido primeramente por C.S. Holling, quien en 1973 publicó “Resilience and stability of ecological system”, donde distingue dos propiedades fundamentales para comprender este fenómeno: por una parte la <estabilidad de los sistemas>, y su habilidad para retornar a un estado de equilibrio después de cierto evento, dependiendo de la rapidez en que el sistema retorne a su equilibrio, determina que tan estable es. La segunda propiedad, es la <Resiliencia>, o bien la habilidad de los ecosistemas para absorber cambios o disturbios generados por eventos aleatorios, que pudiera afectar de igual forma, a las relaciones entre poblaciones y variables relacionadas, presentes antes del fenómeno (Holling, 1973).

Este libro explora cuales son los factores que determinan la vulnerabilidad y la resiliencia de las ciudades, y lo importante que es considerarlo en las políticas públicas a nivel global, considerando que los efectos ante una catástrofe, puede ser mucho mas desastroso en un contexto urbano que en otros ecosistemas.

Para dar cuenta de este relato, el texto se divide en tres secciones:

1. En la primera sección, el autor realiza un análisis de los conceptos y el planteamiento en el que desarrolla su tesis, presentando diversos casos de estudio.

2. La segunda sección aborda las dinámicas políticas que afectan la capacidad de respuesta de un determinado ecosistema urbano.

3. En la última sección el autor sugiere tres cambios que podrían mejorar la resiliencia social frente a desastres naturales.

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Fuente: www.insurancejournal.com

En el primer punto, el autor entrega una introducción sobre los conceptos de peligros, desastres, riesgos y vulnerabilidad. Desarrolla un estudio que da cuenta que el rápido crecimiento de la población en las ciudades, asociado al crecimiento urbano a nivel global, no son los únicos factores que han contribuido a la degradación ambiental y los desastres asociados a ésta. Para esto, señala que el tema central de la vulnerabilidad humana es sociopolítica, financiera y asociada a una estructura física de la sociedad.

A través de este planteamiento, Pelling presenta un análisis sobre las ciudades de Manila, Bogotá y Bangkok, para demostrar que la implementación de una planificación, que se realiza con medidas a corto plazo y sin un plan estratégico, en respuesta al rápido crecimiento urbano, ha contribuido y sostenido la construcción de bajo estándar, asentamientos e infraestructuras construidas en zonas muy propensas al riesgo, convirtiendo a estas ciudades en zonas vulnerables.

Pelling realiza una fuerte crítica argumentando que la importancia del contexto político y de gobernanza, en este sentido los procesos legislativos y normativos, tienen gran influencia en la creación de condiciones de riesgo.

La inestabilidad financiera de los gobiernos tanto locales como nacionales, ha sido uno de los mayores revés para lidiar con los desastres. Según plantea el autor, en ambos niveles, la falta de recursos de los gobiernos ha permitido que personas con gran influencia y situación económica tengan acceso a una indebida influencia en la decisión sobre los procesos de distribución de los recursos urbanos, como valor de suelo, zonas de expansión urbana, usos de suelo, etc,, como también en el manejo de los riesgos ambientales. Este comportamiento, restringe la estabilidad de los niveles de organización de las comunidades, tales como organizaciones no gubernamentales y otras instituciones del sector privado, que de otro modo podrían trabajar sobre la base del mejoramiento de la resiliencia social de las comunidades en riesgo.

En la segunda sección Pelling propone cinco claves para el estudio sobre políticas nacionales: alcance de las reglas democráticas, régimen postcolonial, escala urbana, extensión de la pobreza y dependencia urbana, y la ciudad.

Pelling analiza el potencial de adaptación de las movilizaciones públicas y las acciones para reducir la vulnerabilidad de las ciudades con contrastantes estructuras políticas y ajustes en su desarrollo. A través de estos estudios, el autor señala que las nuevas estructuras políticas en países postcoloniales, ha contribuido al fracaso en el abordaje de los temas centrales del libro. Esto responde no solo a una falta de recursos o aumento de la población, sino también a la falta de capital humano y social para generar mejor soporte.

Por último, en la sección final el autor sugiere tres cambios que podrían condicionar la mejora de la resiliencia social ante desastres:

a. Organizaciones formales e informales que se reconozcan en todos los niveles.

b. Trabajo interdisciplinario y conjunto entre ONG’s y gobiernos locales.

c. Reconocimiento por parte de la estructura política – institucional, de las acciones a nivel comunal – local, como medida para incrementar la participación ciudadana en la toma de decisiones.

Los efectos producidos por el aumento de la población y expansión urbana, además de los estatus sociales, política y estabilidad financiera, son esenciales para determinar el grado de vulnerabilidad y resiliencia de una comunidad ante los impactos. Es importante, tanto como las técnicas de emergencia y su mitigación, considerar que los elementos sociales permiten a determinadas comunidades, poder resistir ante los desastres más eficientemente, y que esto también forma parte de estrategias de resiliencia en la estructura social urbana.