Política Pública y Ciudad

 Jul - Ago 2013

De la Política Pública a la Práctica: Proyectos de Integración Social (PIS)

Revista Planeo Nº11, Política Pública y Ciudad, Julio 2013

Proyecto de Integración Social, San Alberto de Casas Viejas

Resumen

Referido a la temática del número actual sobre Política Pública y Ciudad, Revista Planeo presenta dentro de su sección de Prácticas la temática de la integración social urbana y cómo se ha querido revertir desde las políticas de suelo, la tendencia a la segregación de los sectores mas vulnerables que habitan las ciudades de Chile.

Con el objetivo de mitigar la segregación urbana existente en las ciudades chilenas, generada en gran medida como consecuencia de anteriores políticas habitacionales, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), está impulsando una nueva forma de gestionar el desarrollo de proyectos habitacionales a través de los llamados Subsidios de Integración Social (SIS), destinados precisamente al desarrollo de Proyectos de Integración Social (PIS).

Palabras claves: política pública, vivienda, integración social.

[Por María Rene Noguera. Instituto Estudios Urbanos UC. Santiago, Chile.]

Como uno de sus objetivos, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) en el año 2006, estableció la promoción de la integración residencial, con la idea de revertir la tendencia de segregación en la ciudad[1]. Para esto, inicia la implementación de un conjunto de instrumentos y programas que garantizan suelo para vivienda social en zonas bien equipadas e integradas, con la idea de fomentar la integración social. Se han dado cuenta que ya no basta con entregar el acceso a una vivienda de calidad, sino que el entorno donde esta se inserta también tiene importancia. De esta manera surge el Subsidio de Integración Social (SIS), destinados al desarrollo de Proyectos de Integración Social (PIS). Los PIS consisten, en entregar un subsidio de 100 UF a familias de clase media o media baja que aceptan convivir dentro de un mismo conjunto habitacional con familias de menor condición social, y con al menos 30% de viviendas destinadas al estrato mas vulnerable. Actualmente, este subsidio de integración social, se rige por dos decretos, el D.S.49, que establece los parámetros y requerimientos técnicos dirigidos al Fondo Solidario de Vivienda I (clase baja); y el D.S.1 que incluye parámetros para el Fondo Solidario de Vivienda II (clase media baja) y el subsidio a la clase media, el cual anteriormente se establecía en el D.S.40.

La experiencia tras el establecimiento de los PIS es interesante desde varias perspectivas, por un lado, resulta importante que inmobiliarias se estén abriendo al impulso de proyectos integrados sin renunciar al negocio, cuando estas generalmente se inclinan a proyectos residenciales masivos, homogéneos y dirigidos a grupos vulnerables. Esto muestra de alguna manera que el negocio e inclusión social si son compatibles. Resulta de igual forma primordial la experiencia en términos de convivencia entre vecinos de distinto nivel económico, lo que suceda al interior de estos proyectos puede entregar la pauta para mejorar las estrategias y  lineamientos dirigidos a la integración residencial a futuro.

De esta manera nace el interés por conocer algunos logros y dificultades que enfrentan los proyectos inmobiliarios que promueven la mezcla social de familias de distinto ingresos. Asimismo, nos pareció interesante conocer el PIS de San Alberto de Casas Viejas en Puente Alto, el cual fue desarrollado por la inmobiliaria El Bosque y GEVENCO[2]. En el V Ciclo de workshops realizado por el programa ProUrbana del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, los representantes de esta empresa privada cuentan sus experiencias dentro de esta nueva propuesta inmobiliaria, que mostró buenos resultados a nivel de las utilidades obtenidas por sus promotores, esto se explica por las distintas innovaciones introducidas a nivel de gestión, diseño habitacional y urbano.

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Fuente imagen: María Rene Noguera

Con respecto a las innovaciones a nivel de gestión, se organizó la demanda en base a redes familiares y laborales, por ejemplo, buscaron a las personas en su lugar de trabajo, la empresa se acercó a la municipalidad, a la Corporación de Educación, a la Corporación de Salud, al Hospital Sótero del Río, a la empresa Subus, a las empresas de retail y a Carabineros de Chile; y a partir de esa construcción de redes, se empezó a reflejar la familia completa dentro del proyecto, logrando poco a poco que el proyecto llegara a ser conformado  por un 92% de familias del mismo Puente Alto (Centro de Políticas Públicas UC- Programa Pro Urbana-Lincoln Institute of Land Policy, 2010).

En relación al diseño urbano y habitacional, en el barrio de la segunda etapa hicieron una apuesta, en la que optaron por una distribución que el MINVU llamo “distribución pimienta”, la que considera un conjunto de vivienda lo mas diverso posible, de esta forma lograron que personas que ganan $150.000 hasta $700.000 pesos chilenos, se ubicaran en el mismo grupo de casas. Las áreas verdes confinadas entre casas, que no son condominios los transformaron en plazas interiores, logrando colocar todo el equipamiento posible. Para unificar el conjunto, utilizaron las mismas rejas del antejardín, los segundos pisos en fachadas son pintados del mismo color, solo cambian los colores del primer piso y no están asociados al valor de la casa, la única diferencia es el material del techo, además el diseño y ubicación de la vivienda permite que esta se pueda modificar en el tiempo; solamente variaban en tamaño y calidad de terminaciones. Es importante destacar que los espacios comunes, áreas verdes, calles y avenidas, han funcionado en San Alberto de Casas Viejas, como un elemento común que iguala la calidad del entorno, entregando soporte aún mas a la mixtura social que se busca con este tipo de proyectos.

Fuente imagen: María Rene Noguera

Sin embargo,  algo que podría significar un desincentivo para el futuro, es el alto desgaste de sus gestores, aspecto relacionado a problemas con los instrumentos ligados a los PIS. Como se explicó anteriormente, este subsidio se rige actualmente por dos decretos, esto genera dificultades a la hora de tomar decisiones, ya que cada instrumento establece normativas distintas para cada programa; un ejemplo de esta dificultad, esta ligado con los requerimientos técnicos de las viviendas, donde los desarrolladores se encontraron en la constante necesidad de resolver casos con la autoridad correspondiente, problemas derivados de tener que construir el proyecto bajo dos normativas distintas,  lo que indica la necesidad de simplificar y mejorar el instrumento en términos de su administración.

El aprendizaje que se puede extraer a partir de las experiencias de estos proyectos debe valorarse, y sobre todo, reconocer el hecho de poder replicar este tipo de iniciativas, siendo obvia la crisis que vive el sector como consecuencia de las tendencias de producción de vivienda social en Chile y posiblemente en el resto de Latinoamérica. Frente a este escenario, la reflexión se enfoca en instalar una administración del territorio en el que el Estado pueda tener una mayor incidencia, estableciendo de esta manera un proyecto de ciudad que permita atraer a diferentes actores para planificar la ciudad y entregar un territorio menos desigual.

Bibliografía

Centro de Politicas Publicas UC- Programa Pro Urbana-Lincoln Institute of Land Policy. (2010). Logro y dificultades que enfrentan los proyectos inmobiliarios que promueven la mezcla social de familias de distintos ingresos. Santiago, Chile.


[1] Fuente: Disponible en:  http://www.minvu.cl/opensite_det_20070926104627.aspx
[2] Gevenco, es una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS), definicion otorgada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo a organizaciones que asesoran a las familias en los aspectos necesarios para accedes y aplicar a un subsidio habitacional en la compra de sus viviendas. Disponible en :  http://www.gevecon.cl/quienessomos.html