Título: Integración y participación comunitaria en la recuperación del espacio público: efectos sobre la seguridad urbana. Autor: Guillerno Fernández Lores Año: 2006 Tipo Tesis: Tesis presentada al Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile para optar al Grado de Magister en Desarrollo Urbano Profesores Guía: María Elena Ducci Relevancia del Tema:
En los últimos años, la población chilena ha experimentado niveles de inseguridad notablemente altos, lo que se ha materializado en conductas preventivas por parte de la población, que han significado un progresivo abandono de los espacios públicos. Sin embargo, una de las claves para revertir este proceso se encuentra justamente en la ocupación de los espacios públicos por parte de los miembros de la comunidad, de manera de avanzar respecto a los temas de seguridad en el espacio público. Por una parte, produce cambios positivos en la percepción de inseguridad y por otra, contribuye a la integración y al empoderamiento de la comunidad, así como también favorece la identificación de los vecinos con el territorio en el que habitan. La presente investigación, vincula los conceptos de seguridad urbana con la apropiación de la comunidad, proponiendo una participación más activa en la seguridad de sus barrios.
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(Viene de la Introducción)
El espacio público enfrenta en la actualidad una serie de procesos que estarían provocando el abandono de este tipo de áreas. Dentro de estos fenómenos destaca fuertemente la inseguridad urbana, la cual se ha convertido en una de las principales características de la vida urbana moderna.
Esta creciente inseguridad que se vive actualmente en las grandes ciudades, está fuertemente asociada a los espacios públicos. Ante ello, se produce un retraimiento de las personas a los espacios privados –considerados como seguros-, y el espacio público comienza a ser evitado por la población.
(…) En los últimos años, la población chilena ha experimentado niveles de inseguridad notablemente altos, los cuales han ido en aumento y están muy por encima de los niveles de criminalidad existentes en el país. Existe entonces, una falta de correspondencia entre lo objetivo y subjetivo.
(…) En lo que se refiere al espacio público, la inseguridad se materializa en una serie de conductas preventivas por parte de la población, las cuales comprenden, en mayor o menor medida, un abandono de este tipo de espacios o la autoimposición de ciertas restricciones temporales o espaciales a su uso. Esto se hace aún más evidente en los espacios públicos de pequeña escala de los sectores que viven procesos de exclusión.
(…) La apropiación exclusiva del espacio público (por grupos dominantes), no influye solamente en la percepción de inseguridad de los residentes de un sector, sino también en la desintensificación de los espacios colectivos. Los individuos no se identifican con mayormente con sus lugares de residencia, principalmente debido a que no los sienten propios.
Lo anterior sucede porque la seguridad no se refiere solamente a la existencia o no de hechos delictuales o violentos, sino que está referida a una serie de elementos comunitarios. Así, al perderse los espacios de interacción social y los lugares donde se construye la identidad colectiva –en un contexto de individualización y de construcción social de la inseguridad- se estaría perdiendo la solidaridad y el interés hacia los otros, lo que aumenta la inseguridad ya que el territorio colectivo pierde precisamente esa característica.
Es por eso que resulta sumamente importante desplegar iniciativas de recuperación del espacio público. Sin embargo, esta recuperación no debe responder a algo meramente físico sino que debe estar incorporada la comunidad en cada una de las etapas, al punto que, la forma en que ésta sea involucrada en el diseño e implementación de estas intervenciones, determinará en gran medida los resultados que se obtengan.
(…) La presente investigación ha sido desarrollada en base al estudio de 3 proyectos de recuperación de espacios públicos que, enmarcados en el Programa Comuna Segura –promovido y financiado por el Ministerio del Interior-, son ejecutados en la Ciudad de Santiago, específicamente en la Comuna de San Ramón.
(…) Los proyectos elegidos responden a espacios públicos de pequeña escala, de carácter vecinal, ubicados en las denominadas “poblaciones históricas”, aquellas que surgieron como “Operaciones sitio”. Ello fue motivado por la importancia que reviste la participación comunitaria en esta investigación, unido al reconocimiento e identificación de estos sectores como reductos de participación, al menos en un pasado cercano. Por esta misma razón, fueron dejados de lado aquellos espacios públicos correspondientes a la vivienda social edificada en los últimos años.
Dos de estos proyectos corresponden básicamente a la remodelación de espacios públicos (una plaza y una serie de patios interiores de una villa de departamentos) mientras que el tercero responde a un proyecto de animación itinerante de espacios colectivos. Sin embargo, la animación es también uno de los propósitos de los proyectos de remodelación señalados.
Por otra parte, en los tres casos de estudio se constata la ocupación del espacio por ciertos grupos no deseados (destacándose en ello el consumo de drogas) así como también los deseos de expulsar a estos individuos y así recuperar el espacio para el libre uso de la comunidad. También habría consenso en que la solución es que la comunidad utilice mayormente el espacio público, pues ante ello, los ocupantes no deseados se replegarán.
Sin embargo, esta recuperación responde a un mayor número de elementos que la sola seguridad, entre los que destacan la integración comunitaria y, especialmente, la participación.
(Viene de las conclusiones)
Desde el punto de vista formal, la lógica preventiva de los impulsores de los proyectos estudiados, incorpora el elemento del uso comunitario del espacio público como una estrategia de prevención del temor. Ellos constatan la presencia de un proceso de apropiación, inseguridad y abandono en las áreas que desean intervenir, y aspiran a recuperar estos territorios colectivos a través de la reapropiación que de ellos haga la propia comunidad.
De este modo, los ejecutores ven en la reapropiación comunitaria, la oportunidad de revertir aquella tendencia de apropiaciones no deseadas que llevan al abandono, forzando con la misma lógica –pero en forma inversa-, procesos de ocupación que lleven a la expulsión de estos grupos y por tanto, al aumento de la seguridad asociada a ellos. Para esto, es fundamental la organización y participación comunitaria, pues solamente a través de una comunidad activa, podrán ser expulsados aquellos individuos que se han apropiado de los espacios colectivos.
Este razonamiento coincide con la “pedagogía de la alteridad” señalada por Borja (2003) y con la mayoría de los postulados de las otras investigaciones a las que hemos hecho referencia en este estudio, especialmente en lo relativo a que ciertas pautas de apropiación del espacio público se relacionarían directamente con los altos niveles de inseguridad existentes en ellos. (Saravi, 2004; Ducci, 2000; Carrión 2004; Dammert, Karmy y Manzano, 2004; entre otros),
(…) La inseguridad asociada a los espacios colectivos, no es la única falencia detectada. Junto a ellos, los ejecutores perciben un bajo nivel de participación, la comunidad se encuentra desintegrada, y no existe una buena convivencia entre los vecinos, lo que también contribuye en el proceso de abandono y subutilización de estas áreas.
De esta manera, el fortalecimiento de la participación comunitaria se transforma en un elemento clave en este tipo de intervenciones. Si lo que se quiere es disminuir la sensación de inseguridad asociada a los espacios públicos a través de la participación, debe realizarse un trabajo previo: reconstruir el tejido social e integrar a la comunidad.
Este objetivo de la integración comunitaria está presente en la formulación de los proyectos estudiados, y es el que mayores efectos o beneficios ha reportado. Esto se relaciona en primer lugar, con el hecho de que para la comunidad, este elemento resulta más perceptible que la disminución de la sensación del temor, y en segundo término, con que genera más expectativas en cuanto a los resultados esperados, pues para la comunidad es más factible integrar que lograr una sustancial disminución del temor o bien que mejore la seguridad de sus respectivos sectores.
(…) Al ser la participación un elemento central en las materias de seguridad ciudadana, estos proyectos consiguen el objetivo de disminuir el temor, porque así como la participación sirve para que la comunidad se reúna y conozca, y de esta manera se integre, ésta mayor integración se materializa en el espacio físico e incide fuertemente en la disminución de la sensación de inseguridad de los vecinos al facilitar el proceso de ocupación de los espacios colectivos y, especialmente, al colaborar en el desarrollo de los procesos de asociatividad y del empoderamiento comunitarios. Con ello, aumenta la autopercepción de los vecinos como sujetos activos de la sociedad.
De este modo, la comunidad toma la seguridad como una tarea que también les compete comenzando a tener una participación más activa en la seguridad de sus barrios.
(…) La participación se presenta entonces como elemento clave en este tipo de intervenciones, porque sin ella no se podrá integrar a la comunidad y sin integración será difícil recuperar el espacio. Así, se busca la participación de la comunidad con el objetivo de que dejen sus espacios privados, se integren y ocupen el espacio público integrándose y participando.
(…) De este modo, quedan validadas las hipótesis que señalan que la ocupación de los espacios públicos por parte de los miembros de la comunidad, por una parte, produce cambios positivos en la percepción de inseguridad y por otra, contribuye a la integración y al empoderamiento de la comunidad, así como también favorece la identificación de los vecinos con el territorio en el que habitan.