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Título: Nuevas formas de participación ciudadana en la construcción de ciudad.
Autor: Camila Ronderos Bernal
Año: 2008
Tipo Tesis: Tesis presentada al Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile para optar al Grado de Magister en Desarrollo Urbano
Profesores Guía: María Elena Ducci
Relevancia del Tema:
Hoy existe de parte de la ciudadanía, un interés creciente por los temas que se vinculan al desarrollo de las ciudades. Los canales de información y las posibilidades de expresión de opiniones favorables y adversas en diversos temas, han facilitado la ampliación del campo de acción de los proyectos urbanos y de sus actores participantes.
En este sentido, es interesante evaluar el rol de la participación ciudadana en cuanto a la planificación urbana, su estado actual y las necesidades de reformulación de conceptos, procesos y metodologías participativas.
(Viene de la Introducción)
El interés por la temática de la participación surge de una observación de fenómenos sociales cada vez más recurrentes como son las marchas y las protestas asociadas a la construcción e implementación de infraestructuras y políticas en la ciudad. Se hacía cada vez más evidente la falta de mecanismos que recogieran esas demandas y las procesaran de una forma eficiente y real, por lo que planteé indagar formas novedosas de recoger las opiniones de ciudadanos e incluirlas en los proyectos finales. (…) La ciudadanía está cambiando, por lo que estos cambios deben ser integrados en las políticas públicas que deciden la ciudad. La segunda hipótesis es que la planificación participativa abre un camino para enriquecer y mejorar los sistemas tradicionales de participación y por consiguiente las formas de decidir en al ciudad.
La investigación busca analizar la participación ciudadana en la planificación urbana, su estado actual y las necesidades de cambio que plantean tanto los teóricos como los ciudadanos. Inicia el análisis haciendo un trazado histórico del concepto de planificación y las grandes tendencias que han marcado los espacios que se le dan al ciudadano para ejercer su derecho a participar. Luego analiza las formas de participación en los procesos urbanos en las leyes chilenas de planificación urbana.
A continuación estudia modelos de participación ciudadana novedosos que han sido planteados en las últimas décadas en Estados Unidos e Inglaterra, básicamente la “Charrette” y “Planificando para la realidad” respectivamente. Este análisis incluye la evaluación de la efectividad y los resultados que se han obtenido con la aplicación de estas metodologías. La selección de los dos modelos de estudio está asociada a la búsqueda de modelos de participación innovadores y que presentaran una participación activa y directa en los planes y proyectos para los ciudadanos.
(Viene de la Conclusión)
Hoy en día se evidencia una fuerte crisis en la democracia representativa, lo que se refleja en los nuevos y cada día más fuertes movimientos en oposición a diversos proyectos y políticas implementados tanto por el sector público como privado. La ciudadanía siente la necesidad de participar activamente en la toma de decisiones que le competen y surgen espacios de protesta cada día más visibles, por ejemplo en los medios de comunicación. Es claro, entonces, que los procedimientos formales de participación como las audiencias públicas, las encuestas y la exhibición de los proyectos, no representan espacios aceptables para la ciudadanía.
(…) Hoy en día los planes y proyectos no pasan fácilmente desapercibidos y los ciudadanos se sienten con mayores facultades para intervenir (…) sin embargo todos estos movimientos han surgido ex post a la implementación de una política o proyecto y por consiguiente, como una reacción contraria ya que no ha habido una consulta anterior o porque los espacios precedentes a la implementación no permitieron un verdadero diálogo entre las autoridades y la ciudadanía.
Los espacios como la charrette generan una colaboración entre la comunidad, el sector privado y los gobiernos locales, lo que permite conocer a cabalidad la realidad que viven los ciudadanos y tomar en cuenta sus inquietudes y propuestas al mismo tiempo.
Los instrumentos de representatividad planteados hasta el momento a través de la legislación presentan una efectividad muy baja que contrasta radicalmente con las innovaciones en temas de participación que se han llevado a cabo, aunque precariamente, en algunas comunas. Los presupuestos participativos , modalidad que está siendo ahora utilizada en varias ciudades latinoamericanas, demuestran igualmente los beneficios que surgen de procesos con una participación más amplia y transparente. En este caso se ha logrado una mayor y mejor focalización de los recursos y una clara disminución en la corrupción puesto que los ciudadanos participan y controlan activamente el uso y el fin de los recursos municipales (Klisberg, 2000).
(…) Otro gran beneficio de la planificación participativa asociada al aumento de la efectividad y aceptación de las políticas y proyectos, es la reducción de costos de mitigación que han experimentado los proyectos que la han incluido.
(…) Los modelos tradicionales de planificación y sus espacios de participación han representado siempre costos menores para los municipios que aquellos modelos novedosos planteados en esta investigación. Sin embargo, el surgimiento de movimientos ciudadanos que demandan mayores niveles de participación, han aumentado los costos normales debido a las medidas de mitigación que están teniendo que implementar tanto los municipios como el sector privado. Por consiguiente, en este nuevo orden social se puede plantear que una apertura de la participación tradicional puede ser rentable económicamente al eliminar la necesidad de discusión y readecuación de proyectos ya establecidos. Por otro lado si estos procesos de participación ciudadana no sólo entregan poder en el momento de decisión sino que logran crear un sentido de apropiación de su barrio. Los costos de mantenimiento de varios proyectos pueden ser reducidos, como se plantea en Planning for Real, donde las capacidades de cada miembro de la comunidad son puestas a disposición de todos.
(…) Al ampliar la participación a procesos donde se le da a la ciudadanía un rol proactivo y no solamente reactivo como hasta el momento, ellos mismos entran a jugar parte de este rol negociados y pueden llegar a entender las dificultades que este mismo plantea. Los ciudadanos asumen entonces un rol más responsable frente a las decisiones que se toman y las políticas que se implementan pues son cogestores de las mismas.
(…) La implementación de nuevas formas de participación ciudadana con mayor representatividad está basada en voluntades políticas. Sin embargo considero que aún subsisten fuertes obstáculos para lograrla. Primero las autoridades y la empresa privada tienen un gran temor a la participación ciudadana y al “caos” que puede crear.
La legislación chilena, y en general la de los países latinoamericanos, presenta espacios de participación básicos que no contemplan metodologías innovativas como las presentadas en la investigación. La implementación de éstas en el territorio se ha logrado únicamente en casos esporádicos por voluntad de los alcaldes locales o de algunas organizaciones sociales.