Revista Planeo Nº8, Crecimiento Urbano, Noviembre 2012
Entrevista a Andrea Gómez, directora ejecutiva de la Fundación Mi Parque.
Resumen:
En este número de Planeo, destinado a crecimiento urbano, hemos querido dar a conocer la iniciativa que está desarrollando la Fundación Mi Parque en distintas comuna de nuestro país.
Hemos dado especial valor al modelo participativo y experiencia que ha desarrollado la fundación para lograr recuperar, construir y transformar áreas verdes, generando nuevos espacios públicos al interior de la ciudad. Estas pequeñas –pero múltiples- intervenciones urbanas son un ejemplo de revitalización social y espacial dentro del territorio, las cuales permiten constituir entornos sustentables en el amplio sentido.
Esta práctica muestra la relevancia de aspectos como la administración de los espacios públicos, la participación de la comunidad en el diseño y ejecución de las obras, los cuales deberían ser considerados dentro de un modo de gestión y política pública.
Es especialmente destacable un proceso en el que la metodología se ha ido construyendo sobre la base de la experiencia real de muchos proyectos ya realizados.
[Por Pablo Contrucci y Ana Rojas]
Planeo: Para ir contextualizándonos en el tema, cuéntanos ¿Cuál es la misión y visión de la Fundación Mi Parque?
Andrea: soñamos con una comunidad empoderada de sus áreas verdes. En la cual todas las personas sientan que el espacio público es propio, donde puedan hacer acciones para cuidarlo, mejorarlo y proponer nuevas cosas, y de esta manera superar esta desigualdad que tenemos hoy en día en la calidad del espacio público en las distintas comunas.
Tenemos comunas como Vitacura donde hay una superficie de 18 m2 de áreas verdes por habitante: Por donde uno camine hay pasto, árboles a los lados. En cambio, en otras comunas como San Bernardo, Puente Alto, Pudahuel no se encuentra una plaza consolidada, un espacio verde, un árbol, salvo en algunos puntos muy específicos, sumando una superficie entre 1 a 3 m2 de área verde por habitante. Por lo tanto es muy bajo el acceso que tienen esas personas a las áreas verdes, sumado a ello que son familias de escasos recursos y que viven en casas o departamentos pequeños sin patios. En este contexto, es aún más necesario contar con lugares de recreación en la ciudad.
Esta visión se concreta en recuperar áreas verdes en conjunto con las comunidades. Para nosotros no es una tarea solamente ambiental sino que también es social, estas acciones van de la mano. No nos basta con construir áreas verdes, si no que lo tenemos que hacer participando con las personas. Esto es de suma importancia, ya que en esta acción, los futuros usuarios comienzan a dar valor a estos espacios como también se dan cuenta que son capaces de recuperar su entorno.
Planeo: Las áreas verdes no tienen solo un aporte de biomasa, sino que también como espacio público. Es decir un árbol aporta la sombra constituyendo un espacio público que promueve la actividad social. Estas dos visiones son muy específicas y valiosas. Cómo surge esta visión?
Andrea: lo que pasa es que creemos que hemos ido construyendo una ciudad que es súper gris, densa y muy tensa, esto ha generado que la gente esté descontenta en las ciudades. Muchas veces nos preguntamos ¿porqué tantas destrucciones, grupos que reclaman que no les gusta nada y este ánimo general de descontento en la sociedad? Entendemos que una de las causas es que la gente está viviendo en un lugar que no le es agradable y eso va afectando en el día a día. Por eso creemos que las áreas verdes son una vía que puede aportar a solucionar esta problemática, y de esta manera construir una ciudad con una mejor calidad de vida.
Planeo: Desde tu punto de vista ¿con qué tipo de proyectos han logrado revertir esta situación?
Andrea: Estamos recuperando terrenos que son sitios eriazos y plazas abandonadas, transformándolas en nuevas plazas. Este trabajo se ha focalizado en barrios de escasos recursos, vulnerables, donde muchos de los espacios públicos han sido tomados por el narcotráfico, pasando a ser muchas veces campos de batalla, focos de micro basurales y delincuencia en general. Nuestro propósito es que estos lugares vuelvan a ser espacios públicos para la familia, de juegos para los niños, para la señora que sale con el perro, viejitos, los vecinos.
También hemos analizado el tema de la conducta de los jóvenes hacia los espacios públicos, que muchas veces es muy violenta. Se acostumbra ver a jóvenes que van y rompen las cosas, otro fenómeno reiterativo es que las mamás intentan que sus hijos no salgan a la calle, mientras son pequeños los pueden mantener dentro de la casa, viendo tele. Se comparte el pensamiento “el niño que no es de calle es un buen niño”, de lo contario se le asocia a la pandilla o a algo negativo. Desde esta convicción, la madre le enseña a creer al niños que salir a la calle es malo. Cuando son adolescentes ya no los pueden retener en la casa y salen a la calle, demostrando una conducta hacia el espacio público de destrucción, porque “no es un lugar bueno”“el espacio público es un espacio negativo”, hay un estigma. Creemos que ésta es una condicionante, hemos revisado literatura y estudios al respecto que corroboran el tema.
En este escenario hemos tenido que romper algunos mitos que tenían los vecinos, como “nono hagamos una plaza sino se van a ir a tomar”, entonces le explicamos: “no será así, porque si usted sale a la plaza, estos jóvenes se van a ir a otro lado”. Hay que demostrarle y hacerles entender a los vecinos que ellos son los mejores vigilantes.
Planeo: ¿Ustedes han podido corroborar que efectivamente en un espacio público que antes estaba deteriorado y apropiado por actores sociales negativos, una vez que es recuperado y construido se transforman en un espacio positivo?
Andrea: en la mayoría de estos proyectos los comentarios que nos llegan de los vecinos son esos. Hay tres proyectos que fueron estudiados, donde se hicieron encuestas, pre y post la construcción, y los resultados demostraron que 60% de los vecinos creía que después de la construcción de la plaza, el barrio era más seguro, además de los comentarios generales: “ahora usamos la plaza”, “vamos todos”, “salimos con los niños”. Por ejemplo, en una plaza que hicimos en Colina, una señora nos decía que antes de la intervención de “mi parque” ella pensaba que en el barrio no existían niños, una vez construida la plaza aparecieron un montón de niños, salieron de todos lados. Efectivamente estaban los niños limitados a estar en sus casas.
Planeo: Cuéntanos ¿Cuál es la estrategia de trabajo, los lugares están identificados por la Fundación o también hay municipalidades que se acercan a ustedes? ¿Cómo se consolida un proyecto y cómo en este proceso integran a la comunidad?
Andrea: Tenemos un modelo de trabajo participativo en el cual participan tres actores fundamentales. Los vecinos del sector diseñan y construyen las plazas junto a nosotros. Las empresas que financian los proyectos a través de RSE y que también participan junto a los vecinos en la construcción. La municipalidad, que se compromete con la mantención posterior de las plazas.
Este proceso consiste: en primer lugar se elige un lugar, en esta etapa los vecinos pueden postular las plazas de sus barrios a través de la página web, al igual las municipalidades y así también salimos a buscar terrenos, están estas tres opciones. Después no cercioramos que la municipalidad pueda mantener estas áreas verdes. Y posteriormente, buscamos aportes de las empresas. Comenzamos a trabajar con los vecinos cuando ya sabemos con certeza que se va a financiar la plaza y así, no generar falsas expectativas.
Planeo: ¿Cuál es la duración de este proceso de diseño participativo?
Andrea: mínimo un mes, máximo dos. En general este proceso completo es de dos a tres meses.
Planeo: ¿Tienen problemas con el financiamiento de la municipalidad?¿Éstas son proclives a aceptar este planteamiento o les dificulta porque después no tienen recurso para mantener las áreas verdes?
Andrea: Ese es el problema, hay municipalidades que no quieren ampliar su contrato de mantención de áreas verdes, porque no tienen más recursos para hacerlo. Este es uno de los puntos que debería tratarse no solo desde el gobierno local, sino que debiese abordarse desde el gobierno central o gobierno regional, ya que no puede ser que la municipalidades que reciban menos recursos, las más pobres por lo demás, sean las que no tengan posibilidades de mantener sus áreas verdes por la falta de recursos, siendo que son los lugares donde más se necesitan.
Planeo: ahí hay un punto bien clave referido al financiamiento, ya que las municipalidades reciben recursos de la SUBDERE, recursos definidos en términos generales, pero no dirigidos a espacio público ni área verde. En este contexto, es donde existe la necesidad de que haya una política a nivel central, que asegure una parte de los recursos a áreas verdes.
Andrea: incluso se podría ir más allá. Por ejemplo, las municipalidades que demuestren que son eficientes en el uso de este recurso, que no desperdicien agua, que tienen un buen contrato de mantención con alguna empresa, sean premiadas y puedan ampliar al año siguiente su fondo de mantención para áreas verdes.
Planeo: Entonces el problema es con la mantención y construcción del área verde. ¿Tienen dificultades también con la disponibilidad de superficies para construir áreas verdes?
Andrea: hay algunas comunas que tienen problema en superficie, en especial las más antiguas, cercanas al casco histórico. En esos casos hemos visto la posibilidad de arborizar calles y platabandas, las cuales también se pueden transformar en pequeño huertos, en lugares de estar, ya que el área verde no se refiere solamente a plazas.
Planeo: volviendo al esquema de operación que ustedes tienen, constituido por vecinos, empresa y el municipio. ¿Cuál es el rol de la empresa? ¿Cómo captan a las empresas para que aporten a los proyectos y ejecución?
Andrea: Estas son las auspiciadoras, financian el diseño y la construcción, y también son participantes del proceso constructivo junto con sus trabajadores. Este modelo les parece atractivo a las empresas, ya que les permite hacer participar a todo su equipo de trabajo mediante una actividad totalmente distinta en un día. Nos dividimos en cuadrillas. Cada una tiene un trabajo específico. Llegamos en la mañana y encontrando un sitio eriazo, y luego, después de almuerzo dejamos una plaza verde, con niños jugando, todo funcionando. Cualquier voluntario puede darse cuenta ahí mismo del trabajo que realizó.
Este aporte la empresa lo hace bajo el sistema de Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Podemos entregar certificado de donaciones en algunos de nuestros proyectos, o más bien en su mayoría, ya que ellos están certificados por el Ministerio de Desarrollo Social. En este proceso le presentamos los proyectos al Ministerio, y de esta manera las empresas reciben el certificado de donaciones bajo la ley 19.885 con fines sociales, pudiendo descontar entre un 35 y un 50% de la donación.
Hasta el momento han trabajado con nosotros alrededor de 40 empresas y alrededor de 20 de ellas están repitiendo el proyecto año a año. Tenemos empresas que ya han hecho 3 a 5 plazas.
Planeo: ¿Cuántos proyectos y superficies lleva construida la fundación?
Andrea: más de 65 proyectos en una superficie de 100.000 mt2 de plaza. El 2007 obtuvimos la personalidad jurídica y así el año 2009 hicimos la primera plaza.
Planeo: ¿Quienes financian la fundación, como partió este proyecto?
Andrea: nadie, esto nació a pulso, con la donación del tiempo de todos los que trabajamos hasta que logramos conseguir el primer financiamiento para un proyecto. Nunca hubo un capital semilla. Cada proyecto aporta una mínima parte a la administración, ya que hay que considerar que todo es en base a donaciones, solo 14 personas de la fundación son pagadas. El equipo está formado por un área de proyectos, comunidades, administración, marketing y la dirección ejecutiva.
Planeo: ¿La metodología de trabajo participativa surge de otros proyectos o ha sido desarrollada en el proceso de trabajo con la comunidad?
Andrea: sí, creo que del proceso de trabajo con los vecinos, esto ha sido en base a prueba y error. La forma de trabajo se sostiene de una relación arquitecto / cliente. La idea es entender cuáles son las necesidades de los vecinos, donde muchas veces hay que explicarle que lo que está pensando no es lo más correcto, pero con respeto, y dando argumentos se llega a acuerdos.
El proceso de trabajo considera cuatro reuniones, cada una de ellas tiene una finalidad. La primera da a conocer la fundación, el proyecto y busca derribar el mito de que “estas cosas no funcionan”, mostrando otros proyectos exitosos. En una segunda reunión, se realiza un diagnóstico del lugar con impresiones proyectuales y con lo que se puede hacer. En el tercer encuentro, hacemos una propuesta en maqueta. En la cuarta reunión ya mostramos el proyecto acabado y organizamos la construcción.
Planeo: En cuanto al diseño, ¿han ido ustedes descubriendo ciertos claves para que el proyecto sea sustentable y querido por sus vecinos? Ya que en temas de espacio público siempre se genera un impacto en las personas. ¿Han estudiado este tipo de temas?
Andrea: bueno ahí hay hartos temas, no hay una receta, se han hecho varias veces manuales del diseño del espacio público, pero yo creo que la receta no es tan estricta, ni general. Hay temas complejos como por ejemplo, los autos, generalmente cuando logramos ponernos de acuerdo con la mayoría de los vecinos, y si estos están en contra que estacionen los autos en la plaza, ahí se determina colocar barreras para mantener los autos afuera. Otro tema relevante es la vegetación, esta no debe superar alturas libres de vistas. Son una serie de detalles, pero finalmente todo está en ponerse de acuerdo en la configuración de la plaza. Ver si en la plaza se juega fútbol o si una vez al año se hace un festival de música, estas actividades son relevantes a la hora de considerar el diseño. Este tipo de determinaciones son fundamental.
Planeo: ¿ustedes creen que debería haber una normativa de espacio público? Desde tu experiencia ¿qué elementos te ocuparías que tuviera esta normativa? ¿Qué tú crees que debe trascender a normativa?
Andrea: trabajamos con los conjuntos de vivienda social, hay una normativa referida a porcentaje de áreas verdes. Antes se hacían conjuntos sin espacio de plaza, que era gravísimo, ahora está el espacio disponible, lo que es un avance, pero el problema está en que estos espacios no se materializan. En general, en el espacio público hemos visto que los problemas son más de administración que de normativa. Esta situación no pasa solo con las plazas, también sucede con las sedes sociales, un estadio, cualquier espacio de uso público. Por esta razón, más que normativa se necesita que estos espacios de uso público tengan asociado un modo de gestión.
Por ejemplo, en el caso de las plazas y parques, yo creo que son los municipios quienes deben administrar. El gobierno central debería buscar un mecanismo para transferirle recursos a los municipios, uno específico de mantención de áreas verdes, no creo que lo correcto sea que el Ministerio de Vivienda y de Urbanismo u otra entidad debiera preocuparse de las áreas verdes de manera externa, ya que cuando el municipio pierde control de sus funciones o de algunas de sus funciones, lo único que se está haciendo es debilitarlo, por lo que hay que potenciar el municipio para que tenga esa función.
Planeo: pero ¿qué sucede con respecto a la evaluación de recursos?, estos llegan desde el nivel central al municipio, el consejo hace la evaluación final para destinar los recursos, donde en la mayoría de los casos las áreas verdes no son una prioridad para la municipalidad. Si existiera una evaluación social desde nivel central que pueda determinar el valor social que aporta la mantención de las áreas verdes, ahí se podrían asegurar los recursos a esta área específica.
Andrea: hoy en día está clarísimo cuantos mt2 de área verde tiene cada comuna por habitante y también cuanto gastan en mantención en esos m2, pero el problema está en que actualmente no existe una metodología que muestre el impacto social que generan las áreas verdes.
Estamos haciendo una investigación que busca generar este tipo de datos. El instituto de estudios JPAL y la fundación IMTRUST están evaluando el impacto de 30 de nuestros proyectos, antes y post su construcción, además existe un grupo control de otros 30 proyectos que tienen características similares. Esto partió a raíz de que queríamos buscar algún número del impacto social que tienen las áreas verdes. Se analizó todo tipo de paper e investigaciones al respecto y no se encontró información, por lo que decidimos hacerla.
Planeo: Con respecto a otro tema, Santiago tiene poca superficie de áreas verdes para plazas, pero al parecer tiene mucho para realizar arborización lineal en las calles comparado con otras ciudades ¿Es así? Si es así ¿Qué aporte generaría esta arborización lineal? ¿Tienen proyectos de este tipo?
Andrea: no hemos trabajado en muchos proyectos de arborización. Realizamos uno en algunas calles de Coronel en el sur, y también lo hemos hecho en Santiago en algunas comunas. En este tema hay un aspecto que se podría revisar en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción. Actualmente se están dejando en las veredas platabandas (secciones de tierra) que son muy angosta, de 50 cm, y en ese ancho cuesta mucho plantar, no es bueno, ya que después el árbol al crecer va a termina rompiendo las soleras de la vereda, pero estamos de acuerdo que el potencial de arborizar calles es gigante, es cosa de comparar la avenida Ricardo Lyon con avenida Santa Rosa.
Planeo: ¿Han realizado alianzas con servicios públicos?
Andrea: Hemos trabajado en algunos proyectos específicos con el servicio público, actualmente estamos postulando a un proyecto de FOSIS. También realizamos un proyecto para el programa de Barrio en Paz con el Ministerio del Interior, pero no tenemos alianza permanente con un programa. Generalmente nos hemos financiado a través de los aportes del sector privado, donde el sistema de trabajo ha sido muy eficiente.
Planeo: Cuéntanos cómo funciona el tema del voluntariado en la Fundación.
Andrea: contamos con un grupo de voluntarios que van a construir con nosotros. Ellos tienen el rol de jefes en las cuadrillas en el proceso de construcción, guían a voluntarios que van por primera vez, como a los vecinos y personal de las empresas. Nos dividimos en cuadrillas, Por ejemplo la cuadrilla de plantar pasto, árboles, de juegos. Captamos a los voluntarios en ferias universitarias, también está en la página web siempre un ícono disponible para voluntarios. Es bien sencillo, la gente se inscribe, le contamos de qué se tratan los proyectos, y así participan en los proyectos y cuadrilla que son de su interés. Además de esta vía, tenemos alumnos en práctica, que es un sistema paralelo al de voluntariado y que también participan de las construcciones de la misma manera.
Planeo: ¿hay algún proyecto emblemático que sea interesante de contar?
Andrea: el proyecto de la villa de San Luis en Renca. Esta villa está dentro de los 80 barrios tomados por el narcotráfico en Santiago. En esta villa los vecinos estaban peleados los de un lado con el otro, la plaza que los separaba era un campo de batalla. La municipalidad había construido la plaza en dos ocasiones, primero cuando se construyeron las casas, y en una segunda oportunidad la volvieron a recuperar, pero de igual modo ésta fue objeto de destrozos.
Se trabajó con los vecinos diseñando la nueva plaza, la municipalidad nos decía “no pierdan el tiempo, si la rompieron los mismos vecinos”. Después del proceso de un mes de diseño participativo, se construyó la plaza. La cual ha sido un éxito rotundo, actualmente se hacen campeonatos de pin pon, se utiliza la cancha de fútbol, están todos los árboles perfectos, intactos y la plaza funciona. Este es un caso en que la comunidad se volvió a vincular entorno a la plaza y así esta situación se va repitiendo en varios lugares. Se logra cambiar esa concepción de la gente teñida de pesimismo, que cree que no va a funcionar, que no se puede.
Con respecto a esta idea de poder integrar algunos lineamientos de esta experiencia a políticas públicas, está el tema de la participación y es muy sencillo de hacer. La participación de los vecinos en la construcción funciona actualmente de la siguiente manera: la municipalidad postula a un proyecto al Fondo del Gobierno Regional, se gana los recursos, se llama a licitación, llega una constructora y en un par de semanas a los vecinos les aparece una plaza en el barrio. Generalmente no participan ni siquiera del diseño, en algunos casos específicos se han incluido en la participación del diseño, esto ya es una mejora, pero falta todavía que ellos puedan participar plantando los árboles, lo cual es muy sencillo. Participar en la construcción, es un tema de coordinación, a largo plazo esto disminuye los costos, ya que una inversión que le costó a la municipalidad 100 millones de pesos no se destruye en un par de meses. Se trata de poner una exigencia de participación ciudadana mínima, no solo en el diseño, sino también en la ejecución misma. De esta manera los vecinos van despertando un sentido de apropiamiento con el lugar.